La cifra de víctimas civiles de los bombardeos con ‘drones’ en Pakistán entre 2006 y 2009 ronda las 150, más de las reconocidas por EEUU, desvela un documento de los servicios de seguridad paquistaníes del que se hicieron eco hoy medios locales. El documento, que ha sido publicado casi íntegramente por un centro de estudios […]
La cifra de víctimas civiles de los bombardeos con ‘drones’ en Pakistán entre 2006 y 2009 ronda las 150, más de las reconocidas por EEUU, desvela un documento de los servicios de seguridad paquistaníes del que se hicieron eco hoy medios locales.
El documento, que ha sido publicado casi íntegramente por un centro de estudios londinense, el London Bureau of Investigative Journalism (LBIJ) detalla ataques con aviones espía entre 2006 y 2009 y sitúa el número de civiles muertos en esa etapa en casi 150.
El informe oficial, que se puede consultar en la web del organismo británico, repasa unos 80 ataques que dejaron cerca de 750 muertos, de los cuales un centenar eran niños, según las agencias de seguridad paquistaníes.
El propio LBIJ , sin embargo, alerta en su web de que los datos son incompletos porque faltan los ataques registrados en 2007, así como algunos detalles sobre los bombardeos plasmados en el informe.
Hasta ahora, las autoridades estadounidenses han reconocido poco más de medio centenar de víctimas civiles desde que se inició el uso de ‘drones’ como parte de la estrategia de EEUU en la zona en 2004.
El pasado febrero, el director de la CIA, John Brennan, reiteró en las audiencias parlamentarias previas a su nombramiento que la muerte de civiles «es mucho más rara de los que algunos alegan».
La muerte de civiles es uno de los aspectos más problemáticos de la estrategia estadounidense de atacar presuntos refugios terroristas con aviones no tripulados y es uno de los principales puntos de fricción entre Islamabad y Washington.
A pesar de las críticas públicas, se sospecha que las autoridades paquistaníes han aceptado tácitamente la acción de los ‘drones’.
Sin embargo, el Gabinete encabezado por el conservador Nawaz Sharif, que lleva mes y medio en el poder, ha elevado el tono de las críticas respecto a anteriores gobiernos y ya ha expresado oficialmente sus quejas en varias ocasiones.
Uno de los grandes problemas en la evaluación de este tipo de operativos es la falta de fuentes independientes con acceso al teatro de operaciones, lo cual dificulta en extremo la obtención de datos fiables sobre los efectos de los bombardeos.
«No hay forma de verificar independientemente lo que está pasando ahí arriba», dijo hoy a Efe el analista paquistaní Razá Rumi, quien lamentó que ni los medios ni organismos autónomos tienen la posibilidad de llegar a las zonas tribales atacadas.
El pasado marzo, la ONU difundió unos datos facilitados por la Administración de Pakistán a su relator especial sobre terrorismo, Ben Emmerson, según los cuales desde que en 2004 empezó el programa de drones, 330 ataques han causado 2.200 muertos y 600 heridos.
Según esta versión de Islamabad, al menos 400 de las víctimas mortales fueron civiles mientras que otros 200 individuos son contemplados como «probables no combatientes».