Ríos, Xulio. «China en 88 preguntas». La Catarata. Madrid 2010
¿Cuántas preguntas nos solemos hacer con respecto a China? Con toda seguridad decenas. Ahora el experto en este país Xulio Ríos nos responde a ochenta y ocho (el número ocho es símbolo de buena suerte y prosperidad en la tradición china), que no son pocas. Una batería de preguntas que recorren todos los aspectos del país: política, problemas político-territoriales, derechos humanos, economía, sociedad, relaciones exteriores, seguridad y defensa, ideología e incluso las cuestiones relacionadas entre España y China.
Con 1100 millones de habitantes y siendo la tercera economía del mundo, el desconocimiento por parte de la ciudadanía española de la realidad del gigante asiático es tan grande como los prejuicios que existen hacia él. Por eso es importante destacar que quienes busquen en este libro confirmar sus posiciones totalmente en defensa del modelo chino o totalmente en contra se verán defraudados. En cada una de las cuestiones que aborda Xulio Ríos no se posiciona en términos simplistas y absolutos, porque la realidad no lo es. Estamos acostumbrados al blanco y negro, al bueno y malo en la interpretación de la geopolítica, y el autor nos recuerda los matices, la multiplicidad de ángulos.
Ríos, director del Observatorio de la Política China y con ocho libros sobre este país, nos lo disecciona, no sólo con abundantes cifras, datos y fuentes acreditadas, sino también aportando los antecedentes históricos necesarios e incorporando su propia valoración de las cuestiones más complejas, desde el Tibet, a la economía o los derechos humanos. En estos asuntos el autor incluso posee la valentía de proponer alternativas de avance. Pero es en el conocimiento de la política económica del Partido Comunista Chino, donde el lector occidental, acostumbrado al discurso monocorde de nuestro poder, pueda encontrarse con más elementos originales. Porque, juicios de valor aparte, lo sorprendente es cómo, mientras en nuestros países, el desarrollo de la propiedad privada ha supuesto la toma del poder político por la gran burguesía con lo que eso supone de finiquitación de la democracia, en China, el poder político, a pesar del tremendo desarrollo de la economía privada en el país, sigue teniendo las riendas de la política económica. Sólo por haber logrado eso ya podríamos decir que se encuentra más cerca de la democracia que muchos países capitalistas.
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