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Marruecos y la Comisión Europea sorprendidos con las manos en la masa

Fuentes: Rebelión

A Marruecos, acorralado por sus conflictos, peleas y desavenencias con todos los vecinos y aliados, le han bajado los humos y se le acabó la chulería y la prepotencia con la que antaño amenazaba a cualquiera que osara tomar una decisión que no le gusta.

Marruecos, en un comunicado conjunto con la Comisión Europea, utiliza un lenguaje políticamente correcto, desconocido e irreconocible, atípico de las insolentes posturas y rituales del Majzen en situaciones similares. La ocasión era propicia para repetir actitudes del pasado, declaraciones altisonantes, interrupción de relaciones, suspensión de la colaboración policial y migratoria y un larguísimo etcétera. Pero esta vez su aislamiento motivado por sus enfrentamientos con todos los vecinos y la guerra del Sáhara lo han domado y han modulado su agresivo comportamiento, así como han propiciado su reeducación.

Últimamente  su condescendencia  con países de la zona en situaciones concretas era algo inusual, que no corresponde con sus habituales comportamientos arrogantes, conflictivos e irrespetuosos. Quizás su soledad le ha empujado a adoptar  conductas complacientes, ante la urgente necesidad de recuperar aliados en su zona. El repentino, ficticio y falso arrepentimiento, de buena voluntad y amor hacia España, anunciado en un discurso real, después de la agresión enviando a 10.000 inmigrantes incluidos 4.000 niños. La compra de voluntades, utilizada con la siempre débil y camaleónica Mauritania, a la que a lo largo de la historia siempre ha mirado por encima del hombro, le ha llevado esta semana a regalarle unos terrenos para construir su embajada después de que Mauritania, por razones oscuras y sin aclararse hasta la fecha,  cerrase su representación diplomática en Rabat hace aproximadamente dos semanas. Son sólo dos ejemplos recientes de los cambios de conducta del régimen feudal marroquí como consecuencia de su desesperación e intento de engaño a sus interesados o ingenuos vecinos.

A esta zozobra del régimen marroquí hay que sumar las drásticas y justificadas medidas tomadas por su vecina Argelia en defensa de su dignidad e integridad, que han acentuado el desasosiego que padece el Majzen. Las asfixiantes medidas económicas especialmente. El cierre del espacio aéreo y la próxima anulación de los suculentos beneficios del gasoducto del Magreb, del que Marruecos obtenía más del 40% de su consumo interno, más el desembolso en concepto de peaje de entre 80 y 200 millones anuales,  han puesto al Majzen al borde de un ataque de nervios. Durante este verano han desfilado por Argel mediadores de todo el mundo, americanos, europeos y árabes de diferentes espectros con la única misión de evitar la suspensión del contrato del gasoducto del Magreb. El último de ellos será el día 30 de Septiembre el enésimo enviado de Mohamed VI a Argel, José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España que viaja bajo el paraguas de garantizar el abastecimiento de gas para España, pero en realidad su verdadera misión es rescatar a Marruecos de la penumbra que se le avecina.           

 La histórica e irrefutable sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea  (TJUE) que suspende por ilegales los convenios pesqueros y agrícolas suscritos entre la Unión Europea y Marruecos , por incluir a un territorio distinto y separado de Marruecos como es el Sáhara Occidental. En román  paladino,  han quedado acreditadas dos cosas, una que el TJUE  ha sentenciado que Marruecos es una fuerza ocupante sin ningún derecho y dos que la Comisión Europea ha actuado fuera de la jurisdicción europea e internacional.

La sentencia no deja lugar a dudas, tampoco ofrece como otras distintas lecturas, es taxativamente clara a favor de los históricos y sobradamente reconocidos derechos de los saharauis y como expresó el abogado del Frente PolisarioGilles Devers, constituye una sonora derrota para la Comisión Europea, el Europarlamento y en especial un fracaso para el trío Marruecos, España y Francia en su empeño de imponer la violación y el atropello de los derechos del pueblo saharaui  por encima de la legalidad y las leyes internacionales. Ahora la Comisión Europea y el Parlamento Europeo tienen una oportunidad de oro para  aplicar la justicia que impera en el continente europeo y subsanar los errores a los que fueron inducidos intencionadamente por un régimen caprichoso cuyas señas de identidad están marcadas por la violación de las leyes internacionales.

 La sentencia tiene que ser aplicable en todo el espacio Europeo, incluyendo Estados y empresas privadas. Una vez que entre en vigor, cualquier empresa o Estado que participe en la explotación y piratería de los recursos naturales del Sáhara Occidental, deberá pagar un altísimo precio en los tribunales locales o europeos.    

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.