La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) denunció hoy, en declaraciones a Europa Press, que las fuerzas internacionales que controlan Afganistán están creando una «confusión deliberada» entre las actividades puramente militares y las labores humanitarias, una confusión que está poniendo en peligro la vida de los propios activistas humanitarios, tal como quedó ayer patente con […]
La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) denunció hoy, en declaraciones a Europa Press, que las fuerzas internacionales que controlan Afganistán están creando una «confusión deliberada» entre las actividades puramente militares y las labores humanitarias, una confusión que está poniendo en peligro la vida de los propios activistas humanitarios, tal como quedó ayer patente con el asesinato de cinco trabajadores de MSF en Afganistán, en la provincia de Badghis, en el noroeste del país.
Al respecto, la organización puso como ejemplo tanto las declaraciones de los dirigentes estadounidenses en las que se vinculan, «como parte de un todo», las acciones humanitarias y militares, como la existencia de unidades móviles militares que recorren el país «disfrazadas de civiles» en vehículos exactamente iguales a los de las organizaciones no gubernamentales (ONG), creando así entre la sociedad afgana una «asociación» entre las actividades puramente políticas y militares y las estrictamente humanitarias.
Asimismo, MSF anunció hoy en un comunicado que analizará «en profundidad» lo ocurrido durante las próximas semanas y, de momento, suspenderá parte de sus actividades temporalmente en todo el país, «a excepción de aquellas en las que peligre la vida de nuestros pacientes». El jefe de la Policía provincial, Amir Sha Nayebzada, declaró hoy a AFP que el incidente fue obra de los milicianos integristas talibán y de la red terrorista islámica Al Qaeda.
Las personas asesinadas eran la belga Hélène de Beir, coordinadora de proyectos; el holandés Willem Kwint, logista; el noruego Egil Tynaes, médico; el afgano Fasil Ahmad, traductor; y el tambián afgano Besmillah, conductor, según informó MSF en el comunicado.
Según el director de comunicación de MSF-España, Jordi Pasola, la organización lleva tiempo denunciando la «confusión» creada entre las actividades militares y las humanitarias, un proceso que no es «nada nuevo» y que ha ido en aumento en Kosovo, Afganistán e Irak.
Al respecto, Pasola denunció que ciertas actitudes son particularmente peligrosas para los trabajadores humanitarios. Por ejemplo, recordó las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, en las que afirmó que las ONG juegan un papel de «fuerza multiplicadora de los equipos de combate de Estados Unidos». Este tipo de afirmaciones, según Pasola, contribuyen a crear «cierta asociación» entre trabajadores humanitarios y militares, como si fueran «parte de una misma coalición y fueran todos en el mismo barco».
Aparte, desde hace tiempo recorren por el país unas unidades móviles, los Equipos de Reconstrucción Provincial (PRT, según sus siglas en inglés), pertenecientes a la Fuerza Internacional de Asistencia de Seguridad (ISAF), encabezada por la OTAN –y en su mayoría dirigidos por las fuerzas estadounidenses–, que se dedican tanto a labores de reconstrucción como, sobre todo, a recabar informaciones de interés militar. Los integrantes de los PRT van vestidos de civiles y viajan en el mismo tipo de vehículos de las ONG, los Toyota blancos, como el de los cinco activistas asesinados ayer. «Si encima van por el país disfrazados de civiles, la confusión es aún mayor», aseveró Pasola.
Según la responsable de prensa de MSF-España, Amanda Sans, hace algunas semanas, en el este de Afganistán, se distribuyeron panfletos en los que se advertía a la población de que la ayuda humanitaria estaba condicionada a la entrega de informaciones sobre los talibán o Al Qaeda. «No sabemos quién lo hizo, pero lo cierto es que el Pentágono nos pidió disculpas», afirmó a Europa Press. «Eso supone un peligro absoluto para nosotros, que nunca condicionamos las ayudas», añadió.
ASESINADOS EN LA CARRETERA
Los cinco trabajadores habían partido hacia las 15:00 horas (12:30 en España peninsular) de la localidad de Jairjana en un Toyota Landcruiser, según explica la propia organización. El contacto por radio con otro equipo de MSF, habitual por motivos de seguridad, estaba previsto para tres cuartos de hora más tarde, pero «dicho contacto nunca llegó a producirse». Por este motivo, dos vehículos de MSF salieron, uno desde Jairjana y otro desde Qala-I-Naw, para averiguar qué había ocurrido con los cinco trabajadores.
Hacia las 17:20 (14:50) aproximadamente, sus cuerpos fueron localizados a unos 25 minutos de Jairjana. El incidente tuvo lugar en una carretera secundaria de la provincia, entre Jairjana y Qala-I-Naw, a 20 kilómetros de la localidad de Qades, en el distrito del mismo nombre.
Los cinco habían sido tiroteados desde las partes frontal, lateral y posterior del vehículo. Por los restos de metralla encontradas en el lugar se desprende que también fueron atacados con una granada de mano, añadió MSF, que de momento no tiene más detalles sobre «este terrible accidente» y desconoce quiénes son sus autores y cuáles han sido sus motivos.
En todo caso, el jefe de la Policía provincial, Amir Sha Nayebzada, cree la muerte de los cinco trabajadores de MSF fue obra de los talibán y de Al Qaeda. «Dos hombres en moto llegaron frente al automóvil y le obligaron a detenerse atravesando la moto en la carretera», explicó Nayedzada a AFP.
«Entonces, los asaltantes abrieron fuego contra el vehículo y mataron en el acto a los cinco pasajeros. Asimismo, le lanzaron una granaada antes de huir», añadió. «Nadie fue robado, no fue un trabajo de ladrones, estamos seguros al cien por cien de que es obra de los talibán y de Al Qaeda», aseguró el jefe de la Policía.
DOLOR POR LAS MUERTES Y ATENCION A LA POBLACIÓN
La organización expresa «su dolor por la pérdida de estos cinco compañeros así como su apoyo a los familiares y amigos de los fallecidos». «Nuestros pensamientos están también con la población afgana, cuyo acceso a la atención médica básica y a la ayuda humanitaria se ve cada vez más restringida», añade MSF en el comunicado.
La organización trabaja en la provincia de Badghis desde 1999. En Jairjana MSF cuenta con un proyecto de atención primaria de salud desde 2001. En los primeros cuatro meses de este año, MSF realizó 6.500 consultas en la zona. Asimismo, hace poco empezó un proyecto para atender a pacientes con tuberculosis. Hace dos semanas, MSF y la comunidad local de Jairjana celebraron la puesta en marcha de un centro de salud materno-infantil.
MSF trabaja en Afganistán desde 1980. MSF cuenta en la actualidad con proyectos en 16 de las 32 provincias del país. Los proyectos incluyen centros de nutrición suplementaria y terapéutica, programas de vacunación, atención básica de salud, atención materno-infantil, clínicas móviles en zonas remotas, provisión de agua y saneamiento, y programas especializados para enfermedades como tuberculosis y leishmaniasis.
Eduardo González