A las 8:45 am (hora local) de ayer, la explosión combinada de ocho bombas en tres ciudades de Sri Lanka, incluida Colombo su capital, han vuelto a erizar la piel del mundo. No es para menos, a las pocas horas de los ataques las autoridades esrilanquesas ya han informado de 220 muertos, de ellos cerca […]
A las 8:45 am (hora local) de ayer, la explosión combinada de ocho bombas en tres ciudades de Sri Lanka, incluida Colombo su capital, han vuelto a erizar la piel del mundo. No es para menos, a las pocas horas de los ataques las autoridades esrilanquesas ya han informado de 220 muertos, de ellos cerca de 40 extranjeros y más de 500 heridos, que han hecho colapsar el sistema de salud y seguridad de la isla.
Las autoridades han impuesto de inmediato el toque de queda y el cierre de todas las redes sociales y servicios de mensajería, en todo el país el país y ordenaron el acuartelamiento de todas las fuerzas de seguridad y en estado de máxima alerta, lo que se mantendrá al menos por los próximos 10 días.
Las bombas estallaron en iglesias católicas, repletas de feligreses que asistían a las misas del domingo de Pascua en las ciudades de Kochchikade, la de Zion en la ciudad portuaria oriental Batticaloa y San Sebastián de la ciudad costera de Negombo a unos 32 kilómetros al norte de la capital y la de San Antonio en Katuwapitiya, la más importante de la isla, donde dada la violencia de la explosión se derrumbó gran parte del techo. A media mañana el hospital nacional de Colombo informó que habían sido registrados 160 ingresos tras la explosión en San Antonio, mientras que el hospital de Batticaloa recibió más de 300 personas con lesiones tras la explosión en la iglesia de Zion. En la de San Sebastián, la cifra provisoria ya superó los 50 muertos, que se espera que aumente con las horas dada la cantidad y gravedad de los heridos.
En pleno centro de Colombo los objetivos seleccionados por los atacantes fueron los tres hoteles más exclusivos de la ciudad el Cinnamon Grand, que se encuentra muy cerca de la residencia oficial del Primer Ministro de Sri Lanka Ranil Wickremesinghe, donde ya se conoció que el atentado fue perpetrado por un atacante suicidad, que se registró en el hotel el sábado por la tarde, con el nombre Mohamed Azzam Mohamed, quien hizo detonar la carga explosiva que llevaba sujeta en la espalda, en el restaurant del hotel en el momento que se estaba sirviendo el desayuno. Se espera que muchas de las víctimas sean de origen hindú, ya que este hotel junto al Kingsbury, es el preferido de los turistas de esa nacionalidad cuando visitan la isla. El otro hotel atacado fue el Shangri-La. Otras dos explosiones fueron registradas una en un domicilio privado del barrio residencial de Dematagoda, donde murieron por los menos tres policías que habían llegado al lugar tras la denuncia de que podría haber explosivos en una casa y otros tres muertos se produjeron tras otra explosión en cercanías del zoológico de la capital.
Este ha sido el día más sangriento desde 2009, tras el fin de la guerra civil de treinta años contra el separatismo tamil. En 1996, un atentado explosivo que se adjudicó movimiento Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE), contra el Banco Central del país dejó cerca de 100 muertos.
Ruwan Wijewardene, el ministro de defensa, que definió a los ataques como hechos terroristas realizados por el extremismo religioso, sin especificar su procedencia, informó que los responsables ya habían sido identificados y que siete miembros del grupo atacante ya habían sido detenidos. Se cree que la elección de los objetivos está vinculada con la hostilidad antioccidental y antigubernamental.
También se conoció que la policía hacía a diez días que había recibido información sobre la posibilidad de un ataque de estas características para Pascuas y que también la policía conocía la actividad de un presunto terrorista suicida, posiblemente vinculado al Tamil Nadu Thowheed Jamath (TNTJ) una organización islámica, no política extremista fundada en 2004, con sede en Tamil Nadu, India, con vínculos étnicos y religiosos muy estrechos con el norte de Sri Lanka.
¿Una guerra contra Cristo y Allah?
En Sri Lanka, al igual que otras naciones del sudeste asiático, una fuerte resistencia al catolicismo romano y a otras expresiones cristianas se ha incrementado en estos últimos años. La organización benéfica Open Doors, una red mundial de apoyo al cristianismo ha informado un número creciente de ataques en toda la región, donde se incluye Pakistán, Birmania, India, y Sri Lanka que ocupa el lugar 46 entre los 50 países donde los cristianos enfrentan «la persecución más extrema».
En Sri Lanka con cerca de 22 millones de habitantes, un 70% son budistas, 12,6% hindúes, 9,7% musulmanes y solo el 7,6% cristianos, la Alianza Evangélica Cristiana Nacional de Sri Lanka, que representa más de 200 iglesias, en su informe de 2018 verificó 86 incidentes de discriminación, amenazas y violencia contra los cristianos y que en lo que va del año, se han confirmado otros 26 incidentes de esas característica, incluso un intento de monjes budistas que intentaron interrumpir un servicio religioso católico.
Por su parte Open Doors vincula el ascenso el creciente espíritu anti-cristiano en India, por la llegada al poder en 2014 del Partido Nacionalista Hindú (BJP) del Primer Ministro Narendra Modi, quien desde su llegada al poder ha impulsado el peligroso coctel de identidad nacional y religión, iniciado una persecución desembolsada fundamentalmente contra musulmanes una minoría religiosa de nada menos que 180 millones de personas aunque también se estigmatiza a otras religiones como la Católica y otras cristianas.
Si bien hasta ahora no se ha adjudicado ningún grupo la cadena de ataques, sería fuertemente sospechado el grupo Bodu Bala Sena (Fuerza de poder budista), o BBS, un movimiento fundado en 2012 que dice que solo busca defender la identidad budista de Sri Lanka y se aleja de cualquier violencia a imagen del 969 de Birmania, que ha centrado sus ataques en la comunidad musulmana Rohingya, que prácticamente ha logrado expulsar en su totalidad de Birmania (Ver: Birmania: Rohingyas retorno al infierno.) Los líderes de ambos grupos Galagoda Aththe Gnanasara del BBS y Ashin Wirathu del 969, amenazaron abiertamente al Papa Francisco en su visita a Sri Lanka en 2015, acusándolo de la responsabilidad de las iglesias occidentales en las continuas matanzas que han sufrido las naciones budistas. Particularmente Sri Lanka que en lo sucesivo de su historia ha debido sufrir la dominación de: «Los brutales ataques de los ejércitos cristianos occidentales a instancias del Vaticano, la Iglesia Reformada Holandesa, la Iglesia de Inglaterra», Sri Lanka fue gobernada a su vez por Portugal, Holanda y e Inglaterra.
El BBS, ha provocado innumerables acciones fundamentalmente contra la comunidad musulmana de la isla de los que más de 10 mil se ha debido desplazar de sus aldeas y que desde 2012, han asesinado a más de 400 musulmanes, en 2018, sucesiva pareció estar a punto de encender el país una vez más (Ver: Los Guerreros del manto azafrán), aunque también ha atacado iglesia católicas y templos protestantes, aunque sin tanta vehemencia, como aparéntemente podría haber sido ayer.
Hasta ahora, ningún grupo se ha adjudicado el ataque de Pascua, aunque quizás el 5 de mayo cuando de inicio Ramadán, el mes más sagrado del Islam, Sri Lanka una vez más sea noticia.
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.
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