Recomiendo:
0

Entrevista a integrantes de la Revista La13, un equipo de la Red Nacional de Mujeres Excombatientes de la Insurgencia en Colombia

«Nos gustaría tener participación en el diseño de políticas públicas para la atención a las mujeres que transitan a la vida civil»

Fuentes: Rebelión

Es una expresión del momento que está viviendo el país.

FSJ: ¿Cómo se aplicaba el principio de la igualdad entre mujeres de diferentes clases sociales y orígenes étnicos en las organizaciones armadas a las que pertenecieron?

RL13: El principio de la igualdad se aplicaba desde la lógica patriarcal de hacer rasero con los hombres, de igualarnos a los códigos masculinos de la guerra. Éramos iguales, hacíamos la misma fuerza, cargábamos los mismos pesos, dormíamos en las mismas condiciones, hacíamos tareas por turnos… éramos iguales desde esa lógica. En el ejercicio de hacer paz comprendimos que los derechos se hacen sobre las diferencias y la inclusión.

FSJ: ¿Existieron espacios en esas organizaciones para las expresiones feministas de diversas corrientes, se hablaba de feminismo y cómo se vivía éste?

RL13: Para la mayoría de las mujeres que participamos, las teorías feministas se aplicaban a conceptos estéticos más que teóricos porque los derechos de las mujeres eran una parte implícita del país que soñábamos. Había pasado la década de los 60 y la revolución cubana; se vivía una revolución cultural que luchaba por igualdades en el mundo y que llegó a Colombia y conmovió a la sociedad entera, sobre todo en las nacientes ciudades. Las teorías feministas apenas empezaban a conocerse en nuestro entorno.

FSJ: ¿En su grupo cuáles fueron las razones que llevaron a las mujeres a pertenecer a grupos armados ilegales?

RL13: Igual que para cualquier persona: se trata de una opción política, fundamentalmente. Para entrar a la guerra hay muchos caminos. Para las guerrillas revolucionarias el camino siempre era político.

FSJ: ¿Han cambiado las condiciones sociales y circunstancias que llevaron a las mujeres a pertenecer a estos grupos?

RL13: No han cambiado ni para las mujeres ni para los hombres, pero sí hemos tenido un avance importante como sociedad a partir de la Constitución del 1991, que fue, de por sí, un salto enorme en el tiempo al dejar atrás el modelo que nos regía desde 1886, avanzar un siglo, sintonizarnos con los tiempos actuales en términos de derechos y gobernabilidad. El avance innegable es que hacemos política sin utilizar las armas, ejercemos el derecho a la rebeldía para construir sociedades renovadas. 

FSJ: ¿Se aplica el enfoque diferencial de género para las mujeres reinsertadas?  

RL13: Los modelos políticos que nosotras conocimos no tenían enfoque diferencial, eran incipientes. En este momento trabajamos para que uno de nuestros objetivos sea el ejercicio de nuestros derechos políticos, sociales y culturales. 

FSJ: ¿Cuál es el rol político que cumple la mujer reinsertada?

RL13:  Asumirse como sujeta de derechos, como ciudadana, como mujer de su tiempo que asumió el riesgo de expresarse con las armas y que aprendió a hacerlo sin ellas. 

FSJ: ¿Han reconstruido el tejido social y recuperado su capacidad de reconocerse como sujetas políticas? 

RLT: Reconocerse como sujetas políticas es una tarea continua con resultados a lo largo de la vida, es un paso a paso; igual que el proceso de crecimiento de un país que quiere salir, otra vez, de la guerra. 

FSJ: ¿Qué porcentaje de mujeres que pertenecen a su colectivo se sienten aún marginalizadas y por qué? 

RLT: En una sociedad excluyente como la nuestra, la marginalidad es casi que un sentimiento nacional y las mujeres no estamos exentas de serlo y sentirlo , con mayor razón mujeres como nosotras que ante la ausencia de la razón, del entendimiento de la historia nacional, aún siguen siendo juzgadas de manera implacable.

FSJ: ¿Qué opinan de la creación de la sub-comisión de género y de que en las comisiones convocadas por La Habana solo se escogió a una mujer y ésta pertenece a la institucionalidad?

RLT: La inclusión de mujeres en los diálogos de La Habana intenta acoger el mandato de la Resolución 1325 de las Naciones Unidas; sin embargo, la representación es mínima. Por supuesto que nos gustaría que las mujeres jugaran papeles protagónicos, de acuerdo a sus capacidades, pero por la característica de estos diálogos la representación busca ser políticamente correcta y se queda corta. 

FSJ: ¿Qué papel desearían ocupar las reinsertadas en el actual proceso de paz y tras la firma de un Acuerdo? 

RLT: Nos gustaría tener participación en el diseño de políticas públicas para la atención a las mujeres que transitan a la vida civil , tanto en lo local como en lo nacional; además, tener participación en las decisiones de los gobiernos para generar alternativas viables de autogestión, así como en la atención psicosocial para la sanación de las heridas de la guerra. 

FSJ: ¿Qué significan para ustedes la paz y la reconciliación? 

RLT: La paz es un estado del alma y la reconciliación es un estado del corazón y la razón. La paz es convivencia con sentido común. La reconciliación es la posibilidad de vivir sin dañarnos. 

FSJ: ¿Han llevado a cabo de manera autónoma, es decir no institucionalizada, ejercicios de reconciliación en los sectores donde ustedes estuvieron? 

RLT: La reconciliación es un proceso que se va tejiendo en el día a día. De manera individual nos hemos reconciliado con el país, aunque el país no se ha reconciliado consigo mismo. El hacer paz cotidiana, cada una de nosotras, nos ha llevado a comprender a la reconciliación como un proceso. 

FSJ: ¿De qué forma han asumido los hechos victimizantes provocados por sus actuaciones y las victimizaciones de que ustedes fueron objeto? 

RLT: El concepto de víctima y victimización ha sido un logro para los derechos de la sociedad civil, es un concepto reciente obligado a ser expuesto con el Derecho Internacional Humanitario (DIH) a raíz de las guerras mercenarias o guerras sucias.

Las guerrillas a las que pertenecimos respetaron y protegieron a la población civil de manera que nunca fue considerada como víctima ni fuimos considerados como victimarios. Obviamente la guerra y sus actos y secuelas generan dolor y muerte; dejamos un rastro con nuestro paso y no sobra jamás decir que la sociedad civil nunca fue un objetivo militar, aunque «la verdad de las telenovelas» insista en decir lo contrario. 

FSJ: ¿En su opinión, qué importancia tienen la justicia restaurativa y la justicia transicional en un contexto de transición? 

RLT: Las justicias restaurativa y transicional son la base que nos permitirá sentar códigos de entendimientos en la sociedad que queremos conformar. Es la posibilidad de escarbar entre lo mejor de nuestra memoria colectiva sobre expresiones de buena vecindad que se perdieron en estos largos años de guerra. Es que nos ayudemos en la calle, que nos escuchemos y nos aceptemos tal y como somos sin acudir más a la violencia que acabe con la vida de nadie, por ningún motivo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.