Las autoridades paquistaníes criticaron duramente el sábado el bombardeo estadounidense que presuntamente tenía como objetivo al segundo al mando de al-Qaida, diciendo que él no estaba en el lugar y que había «civiles inocentes» entre al menos 17 personas que murieron. No hubo confirmación oficial ni de Islamabad ni de Washington de que el ataque […]
Las autoridades paquistaníes criticaron duramente el sábado el bombardeo estadounidense que presuntamente tenía como objetivo al segundo al mando de al-Qaida, diciendo que él no estaba en el lugar y que había «civiles inocentes» entre al menos 17 personas que murieron.
No hubo confirmación oficial ni de Islamabad ni de Washington de que el ataque había sido contra Ayman al-Zawahri, pero un funcionario del espionaje paquistaní indicó que la CIA le había dicho que así era.
Al-Zawahri sobrevivió el atentado, dijeron dos fuentes oficiales paquistaníes.
En tanto, más de 8.000 miembros de la tribu afectada en la frontera entre Afganistán y Pakistán organizaron protestas y una multitud provocó un incendio frente a la oficina de una agencia humanitaria financiada por Estados Unidos. Calificaron al bombardeo de «terrorismo descarado».
El pueblo y el gobierno paquistaníes se han mostrado cada vez más frustrados por los recientes ataques a lo largo de la frontera que se presumen son lanzados contra extremistas islámicos.
La reacción más fuerte por parte de Pakistán vino de parte del ministro de información Rashid Ahmed, que dijo que el gobierno quería «asegurarle al pueblo que no permitirá que incidentes como ese vuelvan a ocurrir».
El ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que indica que le había reclamado al embajador estadounidense Ryan Crocker la «pérdida de vidas civiles inocentes».
La embajada de Estados Unidos no había recibido protesta formal alguna hasta la noche del sábado, dijo el vocero de la sede diplomática, Rakesh Surampudi.
«De acuerdo con investigaciones preliminares hubo presencia extranjera en el área, y con toda probabilidad fue lanzado a través de la frontera, desde Afganistán», dice el comunicado. «Las investigaciones continúan».
Varios de los sobrevivientes del atentado en Damadola negaron la presencia de milicianos en la zona, pero la prensa ha reportado que funcionarios paquistaníes no identificados dijeron que se cree que hasta 11 de los muertos eran extremistas. Los habitantes afirmaron que todos los muertos eran moradores locales.
Un reportero de The Associated Press que visitó el lugar aproximadamente 12 horas después de la ofensiva vio tres casas derruidas. Los aldeanos habían sepultado a por lo menos 15 personas, incluidas mujeres y niños, y buscaban a más cadáveres entre los escombros. Dijeron que por lo menos 30 personas murieron.
Un funcionario de la inteligencia paquistaní, que pidió no ser identificado, dijo a la AP que algunos de los muertos «fueron rápidamente retirados» de Damadola a fin de practicarles pruebas de ADN.
En Washington, un funcionario dijo que el FBI realizaría las pruebas de ADN para determinar las identidades de las víctimas.
Pero otros miembros del gobierno estadounidense se negaron a discutir los informes de prensa que citan a varios funcionarios de inteligencia anónimos que indicaron que un avión no tripulado de la CIA lanzó los misiles contra la zona tribal Bajur en el noroeste de Pakistán.
Las fuentes paquistaníes dijeron a la AP el sábado que la CIA había bombardeado la zona por error.
«La información que usaron estaba equivocada, nuestra investigación indica que ellos actuaron en base a datos erróneos», dijo un funcionario de inteligencia. Sus declaraciones fueron secundadas por otro funcionario del gobierno, quien expresó que al-Zawahri «no estaba allí».