China capturó una sonda submarina estadounidense no tripulada en el Mar de China Meridional, según confirmó este viernes el Pentágono, un incidente que puede hacer escalar la tensión en estas disputadas aguas. La sonda «fue capturada» la noche del jueves por un buque chino a unas 50 millas náuticas de Filipinas, explicó el portavoz del […]
China capturó una sonda submarina estadounidense no tripulada en el Mar de China Meridional, según confirmó este viernes el Pentágono, un incidente que puede hacer escalar la tensión en estas disputadas aguas.
La sonda «fue capturada» la noche del jueves por un buque chino a unas 50 millas náuticas de Filipinas, explicó el portavoz del Pentágono, capitán Jeff Davis.
El aparato estaba siendo utilizado para medir la salinidad y la temperatura del agua, información clave para la flota de submarinos estadounidenses.
El incidente, muy poco frecuente, ocurrió cuando la tripulación civil del buque oceanográfico USNS Bowditch estaba sacando del agua dos sondas.
Un barco chino tipo Dalang III, especializado en apoyar y socorrer submarinos y que se encontraba a 500 metros, la capturó.
La dotación china se negó a devolver la sonda estadounidense, que vale unos 150.000 dólares.
Los datos que recoge no son clasificados, pero son clave para determinar la propagación del sonido.
«Es nuestra. Lo pone claramente. Queremos que nos la devuelvan y que esto no vuelva a repetirse», exigió Davis.
Otro portavoz del Pentágono, Peter Cook, fue más allá y acusó a Pekín de actuar ilegalmente.
«Pedimos a China que nos devuelvan inmediatamente nuestro dron submarino y que cumpla todas las obligaciones que establece el derecho internacional», explicó.
Este incidente ocurre en un contexto de tensión entre China y el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el poder el 20 de enero.
El magnate ha multiplicado sus declaraciones en contra de Pekín, principalmente al poner en duda que su gobierno siga reconociendo «una sola China» o al acusar a las autoridades de manipular su tasa de cambio.
«Probablemente se trata de un plan minuciosamente planeado para mostrar que China no se toma a la ligera lo que viene» de Trump, dijo el director de estudios de defensa del conservador Centro para el Interés Nacional, Harry Kazianis.
«Pekín está demostrando que tiene la capacidad de responder en cualquier momento, en cualquier lugar», añadió.
Este episodio también puede tensionar la situación en el Mar de China Meridional, reivindicado por países limítrofes como China, Filipinas y Vietnam.
China remodeló una serie de islotes para apoyar militarmente sus reivindicaciones y los estadounidenses patrullan regularmente en torno a esas instalaciones en nombre de la defensa de la libertad de navegación en esta zona estratégica.