La vacuna, cuyos resultados se publicaron en Science Translational Medicine, se fabrica a partir de las propias células inmunes de los pacientes, las cuales se exponen en el laboratorio al contenido de las células tumorales de los pacientes y, posteriormente, se inyectan en los pacientes para iniciar una respuesta inmune más amplia. Investigadores de la […]
La vacuna, cuyos resultados se publicaron en Science Translational Medicine, se fabrica a partir de las propias células inmunes de los pacientes, las cuales se exponen en el laboratorio al contenido de las células tumorales de los pacientes y, posteriormente, se inyectan en los pacientes para iniciar una respuesta inmune más amplia.
Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y del Centro contra el Cáncer Abramson (Estados Unidos) han obtenido resultados prometedores en una nueva vacuna contra el cáncer, cuyo ensayo ha sido realizado con 25 pacientes con tumor de ovario avanzado.
La vacuna, cuyos resultados se publicaron en Science Translational Medicine, se fabrica a partir de las propias células inmunes de los pacientes, las cuales se exponen en el laboratorio al contenido de las células tumorales de los pacientes y, posteriormente, se inyectan en los pacientes para iniciar una respuesta inmune más amplia.
El ensayo era una prueba piloto destinada principalmente a determinar la seguridad y viabilidad de la vacuna, si bien había «claros signos» de que podría ser efectiva, ya que aproximadamente la mitad de los pacientes vacunados mostraron respuestas de células T antitumorales durante «mucho más tiempo». Además, un paciente, después de dos años de vacunaciones, estuvo libre de la enfermedad durante cinco años y sin necesidad de recibir tratamiento adicional.
Amplia inmunidad antitumoral
«Esta vacuna parece ser segura para los pacientes y provoca una amplia inmunidad antitumoral. No obstante, creemos que hay que hacer más pruebas en ensayos clínicos más grandes», ha asegurado el autor principal del trabajo, Janos L. Tanyi.
La mayoría de las vacunas contra el cáncer desarrolladas hasta la fecha se han diseñado para reconocer y atacar una molécula concreta como, por ejemplo, un receptor de superficie celular que probablemente se encuentra en células cancerosas de cualquier paciente con un mismo tumor.
Sin embargo, en el nuevo trabajo, cada vacuna está personalizada porque utiliza el propio tumor del paciente, el cual tiene un conjunto único de mutaciones y, por tanto, una presentación única para el sistema inmune. También es una vacuna de tumor completo, destinada a estimular una respuesta inmune contra cientos y miles aspectos asociados al tumor.
«La tasa de supervivencia general a dos años de los pacientes que respondieron a la vacuna fue del 100%, mientras que la tasa de aquellos que no respondieron fue solo del 25%», han informado los científicos.