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Si tienes lobby, llegas lejos

Si queréis hacer una revolución, hacedla en inglés

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Interrumpimos la fascinación global por el interminable psicodrama del caso de DSK (Dominique Strauss-Kahn) -¿era un «pervertido»? ¿era ella «una prostituta»? ¿Hubo una conspiración?- para informar sobre cómo se gana una «acción militar cinética» posmoderna: en el campo de las relaciones públicas, ¿dónde iba a ser?

Esto implica que el combate entre el poderoso hombre blanco DSK y la pobre mujer africana en la suite de un hotel en Manhattan puede compararse perfectamente con la guerra de la OTAN contra Libia: no importa lo que haya pasado o pase, el mejor comunicador -o el que sea capaz de reclutar al mejor equipo de relaciones públicas- será el vencedor.

Esto también prueba que los tan embravecidos «rebeldes» libios -ese sospechoso grupo de desertores oportunistas, agentes de la CIA, clérigos salafistas relacionados con la yihad y codiciosos líderes tribales- no son tan puros e inocentes como quieren hacer creer a la opinión pública mundial las descargas masivas de la propaganda occidental.

Y esto también explica por qué los «rebeldes» han vuelto a rechazar, por «irrealizable», un sensato plan de paz propuesto por la Unión Africana (UA) a fines de la semana pasada: alto al fuego inmediato, despliegue de una fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y que el coronel Muamar Gadafi quede fuera de las negociaciones de transición. Prefieren poner por los cielos otra «masiva» ofensiva contra Trípoli, con armas -ilegalmente- suministradas por la Francia del neo-napoleónico Nicolás Sarkozy y con los inevitables ataques aéreos de la OTAN.

Se puede apostar a que esta «ofensiva» -esencialmente grupos de animosos combatientes con AK-47 en camionetas contra los misiles soviéticos Grad de Gadafi, con un alcance de casi 40 kilómetros – apenas podrá mover la frontera de facto en el Golfo de Sirte, entre Tripolitania -controlada por el régimen de Gadafi- y Cirenaica.

Queremos el dinero

El gobierno «rebelde» -que ahora se llama, después de numerosas permutaciones, Consejo Nacional Interino Transitorio de Libia- ha contratado a Patton Boggs, una de las principales (y de las más lucrativas) firmas de relaciones públicas de Washington, para «asesorarlos y ayudarles», bueno, para ganar la guerra – o por lo menos presentar la ilusión de que están ganando la guerra (matices de la campaña de relaciones públicas de la OTAN en Afganistán).

Patton Boggs ya está cabildeando furiosamente para que los «rebeldes» sean globalmente aceptados como «gobierno legítimo de la soberana nación de Libia». El acuerdo fue firmado entre Patton Boggs y el ex embajador libio Ali Suleiman Aujali, el cabecilla «rebelde» en EE.UU. Thomas Hale Boggs Jr., asociado senior, se hará cargo del asunto.

Italia, Gran Bretaña, Francia, Qatar y ahora Turquía ya han reconocido al Consejo Nacional Interino Transitorio de Libia; el gobierno de Barack Obama ya ha permitido que abran una oficina en Washington. Sin embargo, esto está invevitablemente relacionado con el dinero: lo que el consejo quiere son los miles de millones de dólares en fondos congelados del régimen de Gadafi retenidos en EE.UU.

Patton Boggs, según algunos informes, se embolsa un máximo de 50.000 dólares al mes y cobra por hora. Los «rebeldes» solo pagarán cuando tengan fondos – virtualmente inexistentes por el momento. Durante casi tres meses ya han utilizado otra de las principales firmas de relaciones públicas de Nueva York, The Harbour Group, que exalta su caso gratuitamente – en especial respecto a ese frente crucial de «descongelación de los fondos».

Es relevante señalar que uno de los lobistas de Patton Boggs que ya está involucrado con los «rebeldes» es Vincent Frillici, ex director de operaciones en la OTAN para el Comité Anfitrión del 50 Aniversario de la Alianza. Es genial: un lobista conectado con la OTAN que promueve un supuesto levantamiento popular/indígena de Libia.

Por lo tanto, gracias al paraíso del cabildeo en Washington, el gobierno de EE.UU. terminará por reconocer a uno de los lados beligerantes en una guerra civil en el Norte de África, representado por un tenebroso «consejo» – y posibilitará que se apodere de miles de millones de dólares para, según dice la propaganda, «ayudar al pueblo libio».

¡Al diablo con ese barco estadounidense!

Un vistazo rápido a los hechos en el terreno sugeriría más bien un plan neocolonial de soborno de mercenarios para derrocar el régimen -por desagradable que sea- de un país rico en energía que no quiso cooperar con el Fondo Monetario Internacional, y quería formar una unión de países africanos que no vendiera sus recursos naturales por otra cosa que oro.

Mientras tanto, el mismo gobierno estadounidense al que le gustan tanto los rebeldes se niega a aceptar que el bloqueo israelí a Gaza sea ilegal. Como ha escrito el incontenible ex analista de la CIA, Ray McGovern -a bordo del Audacity of Hope que trata de llegar por mar hacia Gaza- en Commondreams.org, «Antes de partir de EE.UU., una fuente con acceso a personal muy importante en el Consejo Nacional de Seguridad me advirtió de que la Casa Blanca no tiene la menor intención de hacer absolutamente nada para proteger nuestro barco contra un ataque israelí o un abordaje ilegal, hasta un punto que hasta los funcionarios de la Casa Blanca ‘estarían felices si nos pasara algo’.»

De modo que la Casa Blanca, como le dijeron a McGovern, «está perfectamente dispuesta a que cadáveres de activistas [estadounidenses] sean mostrados en la televisión de EE.UU.» – mientras elogia sobremanera a un sospechoso «consejo» ansioso de tragarse la riqueza de Libia.

Tibetanos, uigures, birmanos, uzbekos, chechenos e muchísimo más pueden estar sintiendo ansiedad al ver lo que les espera. ¿Queréis comenzar una revolución? Hacedla en inglés – no en vuestro lenguaje. ¿Tenéis problemas con el concepto? Invocad la «R2P» («responsabilidad de proteger») y las potencias occidentales estarán golpeando vuestras puertas de inmediato, habrá rápidamente una resolución de las Naciones Unidas y el Robocop OTAN estará listo a participar. ¿No podéis costear las armas? Hacedlo a la manera «rebelde» libia – contratad a un poderoso lobista en Washington para que os presente como legítimos y por lo tanto capacitados para saquear los recursos de vuestro gobierno central.

Nada de esto vale, claro está, si vuestro trozo de tierra no está empapado de petróleo.

Pepe Escobar es autor de «Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War» (Nimble Books, 2007) y «Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge«. Su último libro es «Obama does Globalistan» (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: [email protected].

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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MG06Ak01.html

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