Supervivientes de presuntos abusos a manos del ejército se unen, en un caso de jurisdicción universal, para que se juzguen atrocidades que afirman suponen genocidio.
Supervivientes de grupos étnicos de todo Myanmar han presentado en Alemania una denuncia penal contra personas vinculadas al ejército birmano, en lo que activistas consideran una muestra de unidad que antes parecía impensable.
Dieciséis supervivientes y testigos de abusos militares se unieron a la ONG Fortify Rights para presentar una denuncia penal ante el fiscal general federal de Alemania en virtud del principio de jurisdicción universal, que permite perseguir atrocidades masivas en un país, aunque hayan ocurrido en otro.
«Merecemos tener acceso a la justicia. Todos conocemos la impunidad de la que han gozado los militares durante décadas. Ha llegado el momento de acabar con la impunidad», declaró Nickey Diamond, denunciante en el caso y miembro de la junta directiva de Fortify Rights.
El documento no es de acceso público, pero según Fortify Rights, se acusa a altos cargos del ejército de Myanmar de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. En la denuncia también se solicita a las autoridades alemanas que abran una «investigación estructural» sobre la situación en Myanmar, que podría llevar a documentar otras acusaciones no contempladas en la denuncia.
Existen varias causas judiciales contra el ejército de Myanmar, entre ellas una en el Tribunal Internacional de Justicia por genocidio contra la minoría musulmana Rohingya, una investigación del Tribunal Penal Internacional y sendas causas de jurisdicción universal presentadas en Argentina y Turquía.
Activistas afirman que la denuncia presentada en Alemania es única por la diversidad de etnias representadas, y porque busca la rendición de cuentas tanto por la brutal represión del ejército contra la etnia Rohingya en el estado Rakhine en 2016 y 2017, como por los presuntos crímenes perpetrados por el ejército en otras regiones de todo el país tras derrocar en 2021 al gobierno democráticamente elegido de Aung San Suu Kyi.
«Esta será la primera demanda de jurisdicción universal que se referirá a crímenes contra numerosos grupos étnicos, y eso es lo que la convierte en un esfuerzo realmente único de alcanzar justicia y rendición de cuentas», afirmó Pavani Nagaraja Bhat, asociada de derechos humanos de Fortify Rights.
«El ejército de Myanmar ha estado violando derechos en todo el país y las pruebas que hemos podido reunir demuestran que existe una pauta de abusos y violaciones perpetrados sistemáticamente por la junta militar contra civiles a muy gran escala», declaró en relación con las acusaciones contenidas en la denuncia.
La denuncia también refleja un cambio de actitud entre los distintos grupos étnicos, afirma Diamond. En el pasado había poca solidaridad con la etnia Rohingya entre la mayoría Bamar, y muchas personas creían la afirmación de la junta de que se luchaba contra el terrorismo, pero ahora hay mucha más unidad contra los militares. «La gente ha visto sus verdaderos colores y su verdadero rostro», afirmó.
En los dos últimos años, el ejército birmano ha desatado una campaña de terror para intentar aplastar la oposición generalizada al golpe de estado, lanzando ataques aéreos, incendiando aldeas y arrestando a más de 17.000 personas.
Las personas denunciantes, que presentaron su caso el 20 de enero, quieren que el fiscal alemán abra una investigación, recoja y conserve pruebas y dicte órdenes de detención.
Entre las personas denunciantes hay desde estudiantes y profesores hasta agricultores, defensores de los derechos humanos, empresarios, integrantes de directivas populares y amas de casa. Según Fortify Rights, representan a varias etnias, como Arakan (Rakhine), Bamar, Chin, Karen, Karenni, Mon y Rohingya. «Este tipo de unidad étnica habría sido totalmente impensable antes del golpe», afirmó el director del grupo, John Quinley III.
De acuerdo con Fortify Rights, la denuncia alega que algunos miembros del ejército de Myanmar mataron, violaron, torturaron, encarcelaron, hicieron desaparecer, persiguieron y cometieron sistemáticamente otros actos que equivalen a genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Incluye «pruebas sustanciales» que indican que algunas figuras militares conocían las acciones de sus subordinados, pero no intentaron detenerlos ni castigar a los autores de tales crímenes.
La fiscalía federal, que decidirá si sigue adelante con la denuncia, no respondió a una solicitud de comentarios de Associated Press. Cualquier proceso judicial resultante puede ser largo.
Fuente original en inglés: https://www.theguardian.com/world/2023/jan/24/rohingya-and-myanmar-coup-survivors-launch-legal-complaint-in-germany-against-junta