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Un diálogo a tres voces

Temas cruciales con Noam Chomsky

Fuentes: librusa.com

Ghassem y yo estamos en la oficina de Noam Chomsky, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), para hablar un poco con él sobre diversos temas cruciales. Noam Chomsky, considerado por muchos como un genio de la lingüística, es también un gran activista político, admirado por mucha gente en el mundo. Es el autor de […]

Ghassem y yo estamos en la oficina de Noam Chomsky, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), para hablar un poco con él sobre diversos temas cruciales. Noam Chomsky, considerado por muchos como un genio de la lingüística, es también un gran activista político, admirado por mucha gente en el mundo. Es el autor de más de 70 libros, entre ellos el reciente 9-11 (sobre los atentados terroristas del 11 de septiembre contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York). La búsqueda de la justicia es sin lugar a dudas su objetivo principal. Chomsky habla con valor y ardientemente defiende causas que muchos dan por perdidas. Es de origen judío, pero apoya a los palestinos a toda costa. Se opuso al establecimiento del Estado de Israel en 1948 y consecuente como siempre, aún mantiene esta misma posición.

Su escritorio, con montañas de libros, refleja la disciplina intelectual de una mente amplia, alerta, plenamente informada y dispuesta a seguir dando de sí sus mejores frutos.

MARIA ELVIRA: Me imagino que usted es consciente de su gran fama a nivel internacional. Usted ha revolucionado la lingüística con su Gramática generativa transformacional, y quiero saber si cuando va a dictar conferencias alrededor del mundo es más por razones políticas o por motivos académicos, si participa más en congresos lingüísticos o políticos.

NOAM CHOMSKY: Bueno es siempre por razones políticas y a veces también doy conferencias sobre lenguas, cuando me invitan a las universidades a dar conferencias de lingüística, de filosofía.

ME: Lo que quiero saber es si usted es consciente de cuán famoso es en el ámbito de la lingüística, porque en el Perú, en los Departamentos de Lingüística, por ejemplo, usted es el más famoso de todos. Cuando llegué a este país me sorprendió sin embargo que usted fuera mucho más conocido como activista político que como lingüista, excepto en el ámbito académico obviamente; pero en el Perú todo el mundo sabe que usted es un lingüista famosísimo.

NC: Cuando hablas del Perú te refieres al sector educado, o sea que no estás hablando del 90 por ciento de la población.

ME: Bueno sí, eso es verdad.

NC: En la mayor parte del mundo, especialmente en Europa, se toma mucho más en serio a los intelectuales. Francamente creo que esa es una de las cosas buenas de Estados Unidos, es decir, que acá no se toma muy en cuenta a los intelectuales, es muy diferente acá que en Francia, por ejemplo.

ME: Se me ocurre que acá en Estados Unidos, porque usted es un activista político, quizás por eso no le den la importancia que se merece como lingüista.

NC: No, no, al contrario.

ME: ¿No? ¿Cuántas lenguas habla usted?

NC: Ninguna (risas).

ME: No, no, de verdad.

NC: Hablo inglés.

ME: También sabe castellano.

NC: Un amigo colombiano me ha dado una montaña de documentos para leer, y puedo leer pero no sé una palabra de castellano.

ME: ¿No? No, no le creo.

NC: Bueno, puedo leer en castellano.

ME: Yo sé que usted sabe también francés y alemán, y seguro muchas otras lenguas.

NC: Bueno, sé lo suficiente como para leer en esas lenguas.

ME: No creo, seguro que también sabe ruso, su familia es de origen ruso, ¿no?

NC: Sí, mi familia es de Rusia, pero eran inmigrantes judíos en Rusia, y estos inmigrantes nunca aprendían ruso. Mi padre sí aprendió y por eso fue considerado como una especie de traidor entre los judíos.

GHASSEM ALIE: Ahora muchos rusos están poblando Israel, ¿no?

NC: Esa es una historia interesante, más o menos la mitad de los rusos que emigran a Israel no son judíos.

ME y GA: Sí, cierto, eso es lo que hemos leído.

NC: El punto es que Israel es un gobierno teocrático básicamente y la inmigración está a cargo de unos rabinos muy ortodoxos que saben que esos rusos no son judíos; pero los aceptan igual bajo conceptos puramente racistas. Lo que les preocupa es que la población se convierta completamente en árabe. La mitad de la población de Israel está formada por árabes, y eso no les gusta. Ellos quieren ser un país europeo, así que mientras ellos puedan lograr que esos europeos pretendan ser judíos, todo está bien. ¿Han observado que Israel con frecuencia gana el campeonato de baloncesto europeo?

¿Saben lo que hace?

ME y GA: No, no…

NC: Ellos se llevan de Estados Unidos a basquebolistas negros que no son tan buenos como para estar en los mejores equipos profesionales de Estados Unidos; pero que igual son bastante buenos. Y así estos jugadores negros, de ocho pies de altura, van a Israel haciéndose pasar por judíos, porque tienen que ser judíos para jugar por la selección.

GA: Hay unos etíopes judíos, los falashas, ¿no?

NC: Sí, los falashas y por mucho tiempo no les dejaban entrar a Israel; pero hubo muchas protestas y finalmente les permitieron la entrada. El problema real es que la mitad de la población israelí es árabe y no es posible distinguirlos frente a otros árabes, no hay características específicas genéticas de los judíos, tampoco, entonces si uno viene de Marruecos es marroquí y puede ser judío. Ahora probablemente estos árabes judíos son la mayoría ortodoxos y también son discriminados. Esta situación preocupa a Israel, fíjense en los grupos demográficos de Israel. La población palestina tiene el mayor índice de natalidad y después los árabes-israelíes.

GA: En ningún país árabe hay democracia. En Irán, por ejemplo, la gente se queja de que no hay democracia en los países árabes, y se queja de Irán también.

NC: Sí, es verdad. Hay muchos problemas internos; pero Occidente tiene mucha responsabilidad por el hecho de que no exista democracia ahí. Occidente ha bloqueado la democracia y todavía lo hace hasta ahora. Una de las mayores quejas contra Estados Unidos en los últimos 50 años es que bloquea gobiernos democráticos, así como lo ha hecho en Latinoamérica siempre. Estados Unidos apoya a dictadores militares.

ME: O a títeres.

NC: Sí, o a títeres.

GA: Hubo un intento de democracia hace muchos años en Irán.

NC: Sí, en 1953.

GA: Sí, con Moussadi.

NC: Un régimen conservador y nacionalista.

GA: Sí, y años después llegaron los Ayatollah.

Oriente Medio

ME: ¿Usted cree que Israel debió crearse a expensas del territorio alemán?

NC: Bueno, los palestinos no han tenido ninguna responsabilidad por lo que les pasó a los judíos. Por otro lado la creación de Israel no tuvo mucho que ver con Alemania.

ME: Pero fue en 1948…

NC: Sí, fue en 1948; pero la inmigración ya había empezado antes, las bases para la creación del Estado de Israel ya habían sido establecidas por los británicos; pero es verdad que el Holocausto aceleró las cosas, tal vez no hubiera sido necesario crear un Estado israelí. Mi posición al respecto sigue siendo la misma que en 1948; yo me opuse y me opongo a la creación del Estado de Israel. Por ejemplo, ¿es correcto que yo viva aquí? Porque las personas que vivían aquí fueron masacradas y mis padres tuvieron que escapar de un sitio terrible, mi padre llegó a Estados Unidos en 1913 y la familia de mi madre en 1905.

ME: ¿Usted cree que sea posible que algún día haya paz en el Oriente Medio?

NC: ¿Es posible? No sólo es posible, sería fácil…

ME: ¿Fácil? Hace más de 50 años que se lucha allí…

NC: Miren, ha habido acuerdos virtuales en los últimos 25 años sobre cómo acabar con el conflicto, y esto ha sido boicoteado año tras año, sólo por Estados Unidos, sólo por este país, Estados Unidos.

GA y ME: Sí, es cierto.

NC: En 1976, el Consejo de Seguridad (de las Naciones Unidas) debatió una resolución que era virtualmente idéntica un plan de paz reciente de Arabia Saudita: la creación de dos estados. Los estados árabes apoyaron esto, la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) apoyó esta resolución; pero ellos nunca explicaron qué fue lo que apoyaban. Los de la OLP insistían en hacerse pasar por revolucionarios, lo cual no tenía ningún sentido. Sólo decían: «nosotros apoyamos lo que Europa y Latinoamérica apoyan». Si sólo hubieran explicado qué fue lo que apoyaban hubieran logrado sus objetivos, que eran secundados por todo el mundo, y lo han sido desde entonces. La propuesta saudita sólo representa lo que el mundo está diciendo desde hace más de 25 años. Israel se opone, el gobierno de Estados Unidos se opone, pero la mayor parte de la población norteamericana está de acuerdo con la resolución; lo que el público norteamericano no sabe es que su propio gobierno es el que está bloqueando esta posibilidad año tras año.

GA: Los norteamericanos no lo saben, es verdad.

ME: Sí, lo único que se lee en los periódicos norteamericanos es que ser palestino es sinónimo de «terrorista».

NC: Sí, eso es verdad, eso es lo único que se puede leer en los periódicos. Lo que quiero decir es que no es posible leer ahí que Estados Unidos está bloqueando desde hace más de 25 años consecutivos las posibilidades de paz, lo que ciertamente hacen.

GA: Pero Estados Unidos acierta cuando dice que no hay democracia en los territorios árabes.

NC: Y a ellos, ¿acaso les importa un pepino? No, desde cuándo Estados Unidos apoya a regímenes democráticos, dónde; nunca, en ninguna parte, sólo cuando un líder democrático está dispuesto a hacer lo que ellos quieren que haga, entonces, lo apoyarán. Señalemos en el mapa cualquier país, a ver Indonesia, Brasil, Egipto, no… Estados Unidos nunca apoya gobiernos democráticos.

GA: Pero Estados Unidos se está volviendo paulatinamente más tolerante con respecto a 30 años atrás, por ejemplo.

NC: Bueno, no ha habido ninguna represión grande. Y sí, es verdad, si miramos atrás 50 ó 60 años, Estados Unidos era un país más represivo, pero el resto del mundo también, por ejemplo durante la Primera Guerra Mundial, las personas que se oponían a la guerra desde ambos lados, eran encarceladas. Bertrand Russell estaba en la cárcel; Eugene Debs, de Estados Unidos, también estaba en la cárcel. El mundo ha cambiado, y Estados Unidos se ha vuelto más libre.

GA: Se ve en los medios de comunicación.

NC: Los medios de comunicación son muy estrechos, pero en cuanto al público en general podemos decir que hay más libertad.

ME: ¿Le parece que Estados Unidos es más libre después del 11 de septiembre?

NC: En los medios de comunicación no, pero en la población en general sí. Lo que quiero decir es que ahora, por ejemplo, yo doy unas conferencias sobre temas que eran impensables antes. El 11 de septiembre ha tenido un efecto total en el país en términos de despertar a la gente, ahora hay una angustia, un cinismo y la gente no cree lo que lee.

ME: ¿Cuánto por ciento de la gente no cree lo que lee?

NC: Si se ve las encuestas se puede comprobar que el cinismo es extremo; por ejemplo antes de las últimas elecciones de noviembre de 2000, literalmente 75 por ciento de la gente pensó que no habría ninguna elección, que todo era una farsa.

ME: ¿Lo dice por lo que pasó en Florida?

NC: No, antes de las elecciones. Después del truco de Florida y la decisión de la Corte Suprema se hablaba por todas partes de unas elecciones robadas, y esto fue un asunto muy relevante entre los intelectuales; pero si se fijan, al público en general no le importó nada, porque para empezar el público nunca creyó en las elecciones. Es como si alguien se robara los votos en las elecciones en Irán, a nadie le importaría porque las elecciones serían de todos modos fraudulentas.

GA: Yo siempre quiero votar en las elecciones, pero cuando veo a los candidatos, la verdad es que… excepto Nader, por quien voté…

NC: Si echamos una mirada a los candidatos principales, (Al) Gore y (George W.) Bush, nadie podría darse cuenta de cuáles eran sus posiciones políticas. Mi esposa vio los debates, yo no los vi, y ella me dijo, y ella es una persona muy preparada, que ha enseñado durante 25 años en la Universidad de Harvard, me dijo que durante la mayor parte del debate no podía darse cuenta de qué era lo que cada uno planteaba. Ellos están entrenados, son creaciones de las relaciones públicas y están adiestrados para decir ciertas cosas, y el propósito es no dejar que el público sepa cuál es su postura para que la gente vote por su personalidad, es como en las películas.

De Perú y el caso Lori Berenson

ME: ¿Conoció a Lori Berenson, cuando ella era estudiante de acá del MIT?

NC: Sé quién es, la conocía un poco.

ME: ¿Y le parece bien que esté en la cárcel?

NC: Bueno, yo no sé qué hizo o qué no hizo, pero pienso que todo el juicio fue una farsa.

ME: Por televisión se vio que cuando la capturaron, actuó igual que los emerretistas (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru [MRTA] que fueron capturados con ella.

NC: Ella actuó como ellos, pero eso no quiere decir que haya hecho nada.

ME: Sí, y ella estaba muy molesta, furibunda.

NC: Ok, hay muchas razones para estar molesto en el Perú, tal vez estaba molesta por las condiciones en las cárceles en el Perú.

ME: Pero cuando capturan a alguien inocente y tiene la oportunidad de hablar frente a las cámaras de televisión, ¿no es el mejor momento para proclamar su inocencia a todos los vientos?

NC: Sí, y ella no lo hizo. Pero las personas no se convierten en culpables de un crimen por no actuar como los medios de comunicación esperan que actúe. Esto es una señal de su honestidad.

GA: Sí, tal vez ella estaba muy entusiasmada, sentía con mucha pasión la idea de la protesta.

NC: Sí, entusiasmada, apasionada, dedicada, ella probablemente hizo cosas, tal vez estuvo involucrada con los terroristas, eso no lo sé; pero en el juicio no se probó nada y el tratamiento de todo el asunto fue grotesco.

GA: Cada vez que voy al Perú también me molesta mucho la situación sociopolítica que hay ahí, la diferencia entre las clases sociales es increíble, por ejemplo.

ME: Bueno, eso es verdad. Y ¿qué piensa Chomsky de Toledo? ¿Tiene alguna opinión acerca del presidente Toledo?

NC: No sé suficiente al respecto como para opinar. Pienso que él, bueno, no necesariamente él, sino las fuerzas que están detrás de él, creo que están presionando en la dirección correcta. Estoy casi seguro de que si lo conociera no me caería bien, pero él es el representante, es el símbolo del movimiento.

GA: Sí, y hay muchas personas que lo apoyan.

De Cuba

ME: ¿Y cómo ve a Cuba sin Fidel Castro, qué va a ocurrir con Cuba después de Fidel Castro?

NC: Es extraordinariamente difícil hablar de Cuba. Hay muchísimas críticas que se le pueden hacer a Cuba y hay también muchísimas cosas positivas, es una mezcla.

ME: Pero acá sólo se oye lo negativo.

NC: Sí, sólo lo negativo. Cuba tiene el mejor sistema de salud del mundo; Estados Unidos podría aprender un poco de Cuba. Tiene médicos buenísimos. A nivel de asistencia social pública, en el plano de la educación hay muchas cosas salvables. Pero también hay que tomar en cuenta que Cuba, un país muy pequeño, ha sido objeto de ataques terroristas, la isla de Cuba ha sido atacada por más terroristas que probablemente todo el resto del mundo en su conjunto. Ciertamente, más que cualquier país.

ME: Ve usted un país o grupo de países que puedan ser en el futuro una contraparte de Estados Unidos, ¿otra superpotencia?

NC: Pueden ocurrir muchas alianzas internacionales. Hace algunos días, Rusia y China firmaron su primer acuerdo de cooperación militar. Estados Unidos está preocupado de que otros países quieran unirse para crear un balance contra ellos. Hace un tiempo, India tenía interés en unirse a una coalición.

Un poco de Africa y Asia

ME: Y ningún lugar está peor que África, ¿no?

NC: En el sur de Asia la situación es mucho más dramática, porque hay una tremenda riqueza, además hay 2.000 millones de personas.

GA: ¿Qué podría pasar con Irán de aquí a 10 años?

NC: Creo que si los reformistas y las mujeres de Irán tuvieran apoyo de afuera, pienso que ganarían; pero el problema es que tienen oposición internacional y, por ejemplo, cuando Estados Unidos nombró a Irán entre los países que forman parte del eje del mal, le dio un regalo a la rama derechista y conservadora de los clérigos, y fue un ataque a las personas que están alrededor de Khatami.

GA: ¿Cree usted que habrá otra revolución, más derramamiento de sangre en Irán?

NC: De muchas maneras Irán es más libre y tiene una sociedad menos estricta que la mayoría de los países de la región.

GA: Los iraníes que viven en Irán piensan que tal vez otra revolución…

NC: Si van a precisar o no de otra revolución, es otra cosa; pero lo que necesitan es apoyo de afuera y lo que están obteniendo es oposición. Si el mundo apoyara los cambios de los reformistas, otra sería la cosa. Los europeos desean apoyarlos, como también ellos querrían resolver el conflicto palestino-israelí, pero solos no pueden porque no los van a dejar.