Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Una autoridad local afgana informó el pasado sábado que un ataque aéreo de la OTAN contra un grupo de insurgentes acabó con las vidas de siete civiles, tres de ellos niños, hiriendo a otros cinco.
El gobernador de la provincia de Helmand dijo que dos hombres, dos mujeres y tres niños murieron cuando el coche en el que viajaban resultó alcanzado por el bombardeo de la OTAN a última hora del viernes.
Con anterioridad, la OTAN declaró que su Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés), llevó a cabo un ataque aéreo contra dos vehículos en los que se pensaba que viajaba un líder talibán junto a varios compañeros, pero que más tarde descubrieron que se trataba de civiles.
«Las fuerzas de la ISAF dispararon contra un vehículo que llevaba insurgentes», se decía en un comunicado de la oficina del gobernador de Helmand Muhammad Gulab Mangal. «La explosión alcanzó a otro vehículo en el que viajaban civiles, asesinando a dos hombres, dos mujeres y tres niños, resultando también heridos un hombre, una mujer y otros tres niños».
La OTAN dijo que había abierto una investigación sobre el incidente, que se produce después de que otras nueve personas -que las autoridades afganas explicaron que eran niños recogiendo leña para el fuego- murieran también asesinadas este mes en un ataque aéreo de la OTAN en la provincia oriental de Kunar.
Las víctimas civiles de las operaciones militares extranjeras son un tema de alta sensibilidad en Afganistán mientras las tropas de la coalición combaten para frenar a la insurgencia dirigida por los talibanes en preparación de una planificada transferencia de la seguridad a las tropas afganas.
El ataque de la provincia de Kunar desencadenó la ira popular, haciendo que el comandante de las tropas estadounidenses en Afganistán, el General David Petraeus, presentara disculpas, poco habituales, en público.
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