Las rupturas de relaciones diplomáticas entre dos países vecinos siempre son malas y traumáticas, especialmente para las poblaciones de estos países. Pero en el caso de La ruptura entre Marruecos y Argelia anunciada estos días por esta última, es posiblemente un alivio y un descanso para el Estado y el pueblo argelino. Han sido 62 años en los que Argelia y los argelinos han aguantado estoicamente todo tipo de provocaciones, agresiones, insultos, insolencias, artimañas, difamaciones, juego sucio e intentos de desestabilización con el tráfico de drogas, apoyo a terroristas, tráfico de productos argelinos y una amalgama variopinta de actos hostiles con infinidad de intenciones conspirativas.
Por ello se entiende el agotamiento y el cansancio del Estado argelino de una situación crónica caracterizada por unas relaciones tóxicas, desagradables, ingratas, molestas e incómodas que duran ya más de medio siglo. El aguante y la paciencia tienen límite y Argelia ha demostrado de forma sobrada su calma, entereza y tolerancia con un vecino pegajoso y sin escrúpulos que ha abusado exageradamente de la serenidad y aplomo del pueblo y el Estado argelinos.
Marruecos es como el vecino indigesto, impertinente y molesto que nadie quiere y que los demás vecinos optan por evitar o acceder a sus caprichos (por ejemplo España) como la única fórmula para evitar los enfrentamientos. Esta es la dinámica que ha marcado las relaciones de Marruecos con todos sus vecinos. En el caso concreto de Argelia, a la actitud del régimen marroquí hay que añadir varias dosis más de una desmesurada agresividad y la excesiva reiteración de las provocaciones.
El Ministro de Exteriores de Argelia, Ramtane Lamamra, en una excelente y didáctica rueda de prensa en la que anunció la ruptura de relaciones, detalló varias de las acciones recurrentes en el comportamiento desequilibrado del régimen marroquí hacia Argelia, desde prácticamente el mismo día de su independencia. Con agresiones militares y diversos intentos de ocupar parte del territorio argelino.
Cuando Argelia y Marruecos restablecieron las relaciones diplomáticas el año 1988 se firmó un acuerdo de varios puntos que el régimen marroquí ha incumplido de forma reiterada. Destacan entre esos puntos el apoyo sin fisuras a la creación del Estado palestino. Hoy Marruecos se sienta en la misma mesa a comer y es un gran aliado del Estado sionista que aún ocupa y practica el apartheid en tierras palestinas. Se acordó la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, bajo la égida de la OUA y la ONU, 33 años después Marruecos sigue sin cumplir el acuerdo firmado y el conflicto saharaui sigue vigente y obstaculizando el progreso y la integración de los pueblos del Magreb. El desarrollo de la Unión del Magreb era otro de los acuerdos que Marruecos ha rechazado cuando le ha interesado y lo ha utilizado como excusa cuando le ha convenido, en definitiva ha demostrado fehacientemente que la Unión del Magreb no le interesa en absoluto.
Sin embargo, la frustración del régimen feudal marroquí, ante el fiasco de la negativa de la comunidad internacional y los países más importantes del mundo a seguir la declaración del perturbado político Donald Trump, multiplicó los actos hostiles del Majzen hacia Argelia. La hostilidad del régimen marroquí llegó a cotas insoportables e insensatas que no dejan otra salida al Estado argelino que la ruptura de relaciones. La postura, el lenguaje y las declaraciones de todos los gobiernos argelinos durante más de 60 años han sido impecables, ajustándose a las normas y reglas diplomáticas y actuando con un respeto escrupuloso a los códigos de buena vecindad. Nadie recuerda ninguna declaración o pronunciamiento de las autoridades argelinas fuera de tono, lugar o tiempo, siempre han evitado entrar al trapo de los continuos insultos, ofensas y provocaciones del régimen feudal marroquí.
Pero las últimas embestidas del régimen marroquí han sido la gota que ha colmado el vaso de la infinita paciencia argelina, estas son algunas de las agresiones más destacadas de los últimos meses:
– La provocación impulsada por el embajador marroquí en la ONU, Omar Hilala, distribuyendo entre los países no alineados un documento en el que inventa un falso y presunto derecho de autodeterminación e independencia de la región de la Kabilia, haciéndolo como represalia y venganza por el apoyo que Argelia presta a la lucha del pueblo saharaui. Es una infamia y una ofensa a la sensatez y mesura de la histórica y honorable postura de Argelia, sólo un tramposo y embustero como Hilala puede sacar de contexto la naturaleza jurídica y legal del territorio no autónomo del Sáhara Occidental, que figura desde hace 70 años en la agenda de la Naciones Unidas como territorio colonial, sujeto a una descolonización que aún no se ha ejecutado. El soez Hilala, cegado por la falta de razón y de argumentos, relaciona la lucha del pueblo saharaui con una presunta y ficticia reivindicación independentista en la región argelina de la Kabilia, la comparación es cuanto menos un improperio y una ofensa a la integridad y dignidad de los argelinos.
– La implicación probada de los servicios secretos marroquíes en actos de sabotaje en territorio argelino, constituye una injerencia sin precedentes en la historia de los dos países.
– El apoyo declarado de las autoridades marroquíes a organizaciones catalogadas por las autoridades argelinas como terroristas, así como su implicación en la financiación de grupos terroristas del Sahel, justo en las fronteras argelinas, son actos de agresión inadmisible, en un mundo amenazado y atemorizado por la lacra del terrorismo fundamentalista..
– El tráfico sistemático y constante de la droga marroquí a territorio argelino y a toda la zona del norte de África, el Sahel y el norte de Europa. La droga marroquí constituye el principal ingrediente y munición de todos los actos del crimen organizado en el norte de África y el Sahel
– El espionaje al Estado argelino y la vulneración de la intimidad de casi todas las autoridades argelinas, suponen un acto de agresión y un atentado al honor y al orgullo del pueblo argelino. No existen precedentes de un país que establece un mecanismo de escucha e intromisión en la vida de todas las autoridades de otro país vecino. La comunidad internacional debe tomar medidas drásticas para atajar la incidencia delictiva del espionaje cibernético oficial y juzgar a las personas y Estados responsables del mismo (en este caso Marruecos e Israel). Si no se actúa con celeridad y seriedad ante estas vulneraciones de la intimidad y el honor, el mundo se encamina hacia una etapa conflictiva sin precedentes que provocaría innumerables conflictos bélicos.
– La alianza contra natura de Marruecos con el estado criminal y sionista de Israel tiene como principal objetivo atentar contra la seguridad y estabilidad del Estado argelino. Se sabe que Israel es un estado cuyas señas de identidad son la práctica del apartheid en tierras palestinas y el aniquilamiento del sentimiento y la identidad árabe y musulmana. Es la primera vez desde que fabricaron el Estado de Israel, que un país árabe se confabula o conspira contra otro país árabe. El pacto diabólico e interesado entre Marruecos e Israel contra los intereses de Argelia que ya empezó a materializarse con el uso del programa Israelí de espionaje Pegasus, nos ha dejado, hace unos días, una imagen para la historia; El ministro de Exteriores de Israel Yair Lapid en la sede del Gobierno de Marruecos, un país árabe y musulmán, atacando y amenazando a otro pueblo árabe hermano como lo es el pueblo argelino. La Unión entre Israel y Marruecos es una traición a la causa árabe y al Islam en su conjunto, porque la razón de ser y de existir del estado de Israel es la destrucción y exterminio de la identidad árabe y musulmana.
Muchos analistas occidentales víctimas de sus prejuicios y secuelas de la época de la guerra fría, quedaron anclados en una burbuja y siguen realizando sus análisis cargados de tópicos del pasado, sin precisar ni actualizar su información. Intentan equiparar a Marruecos y Argelia en lo social, político y económico, cuando no hay ni punto de comparación entre ambos países, veamos algunas de las diferencias:
– Argelia con sus defectos y problemas es un Estado con garantías mínimas para sus ciudadanos. En Argelia la vivienda es un derecho, la sanidad es universal y gratuita, la educación es universal y gratuita, está erradicado casi totalmente el analfabetismo, existe la cobertura social y las desigualdades sociales son mínimas.
– En el lado opuesto, en Marruecos la vivienda no es un derecho, existen estudios que reflejan que más de 7 millones de marroquíes no disponen de una vivienda digna. La sanidad no es gratuita ni universal, según los estudios más optimistas relacionados con este tema, sólo 8 millones de los 33 millones de marroquíes tienen algún tipo de cobertura sanitaria mínima. En la educación ocurre otro tanto, no tiene carácter ni universal ni gratuito, según los últimos estudios el 32% de la población marroquí es analfabeta, en el interior y las zonas rurales apenas existen escuelas. No existe ningún tipo de cobertura social para cubrir las necesidades vitales de los más desfavorecidos. Las desigualdades entre las diferentes capas sociales son abismales y cada año que pasa se acentúan más, se calcula que aproximadamente el 13% de la población acapara más del 70% de la riqueza. En el plano político Marruecos es una autocracia feudal en la que el rey es amo, dueño y señor de todo lo que se mueve en Marruecos. La “democracia” que existe en Marruecos es sintética sin ninguna función, poder ni decisión, todo está en manos de un rey con un poder absoluto.
Algunos países de la Unión Europea están preocupados por la repercusión de la interrupción de relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos. Su preocupación reside fundamentalmente en la defensa de sus intereses y en qué medida estos se verán afectados. Sin embargo, ha llegado la hora de colocarlo todo en su justa medida y mirar hacia la ribera sur del Mediterráneo con lentes nítidas y equilibradas, habrá que despojarse de los viejos dogmas y apartar a un lado los intereses, privilegios y prebendas que ha recibido y recibe parte de la clase política del de sur de Europa, que ha sido favorecida por los desmanes de una monarquía feudal. Precisamente los regalos personales, empresariales y de otras índoles sumados a los chantajes han sido los factores determinantes que han inclinado la balanza de las posiciones europeas hacia el lado marroquí en detrimento del resto de países del Magreb.
Ahora es cuando toca averiguar quién es el socio necesario y privilegiado y quién es el socio que basa su política de vecindad en el chantaje y en causar de forma sistemática conflictos que crean relaciones tóxicas e inestables.
Argelia, es el principal proveedor energético de los países de la ribera norte del Mediterráneo y lo ha sido durante más de cuarenta años con solvencia, seriedad y beneficio para ambas partes, estableciendo un mercado energético competitivo, equitativo y al alcance de todos los países del sur de Europa. Nunca ha dejado de abastecer el mercado europeo, ni en los peores momentos y nunca ha mantenido conflictos o roces con ninguno de sus vecinos europeos. Sus relaciones con los países europeos, incluso con Francia a pesar de la traumática colonización y sus consecuencias, han sido siempre cordiales, sinceras y basadas en una comunicación honesta, lejos de presiones y coacciones.
Marruecos, el llamado de forma reiterada por algunos europeos “socio privilegiado”, es en realidad el vecino malcriado y grosero que no para de generar conflictos que él mismo fabrica y utiliza para arrojarlos contra sus socios y vecinos a cambio de compensaciones económicas y políticas. Estos son algunos de los conflictos prefabricados por el Majzen para extorsionar a sus vecinos:
. La droga se cultiva y se fabrica en Marruecos, constituye según el Pentágono el 23% del PIB del País, más del 70% de esa droga acaba en suelo europeo. Al cannabis marroquí hay que añadir que Marruecos se ha convertido en la plataforma de aterrizaje de la cocaína procedente de Sudamérica.
. La omnipresente inmigración, primero utilizaba su inmigración interna para enviarla a Europa, cuando Europa le ofreció la solución de una emigración ordenada con la concesión de un gran número de visas, recurrió a la emigración subsahariana y empezó a facilitar la llegada de inmigrantes africanos a su territorio para luego utilizarlos en el chantaje a los europeos y ahora en tiempos de pandemia donde la movilidad es algo complicada utiliza las dos inmigraciones indistintamente.
. El terrorismo fundamentalista, la inmensa mayoría de los terrorista que han actuado en suelo europeo son súbditos marroquíes y en su mayoría están teledirigidos desde antenas independientes controladas por los servicios secretos marroquíes, es decir ellos fabrican el terrorista, facilitan la comisión de atentados y finalmente colaboran con las autoridades policiales europeas en la detención del terrorista, así cierran la operación perfecta, y quedan como el gran colaborador en la lucha contra el terrorismo.
. El Sáhara, una violación flagrante del derecho y la justicia internacionales y Marruecos ha implicado directamente a la Unión Europea haciéndola participe en esa vulneración. El Tribunal de Justicia Europeo lo ha reafirmado en dos sentencias relativas a la ocupación y explotación del territorio saharaui.
. Reivindicaciones cíclicas de territorios y aguas de soberanía europea. Cuando interesa presionar se hace reclamando alguno de estos territorios o aguas de jurisdicción europea.
Poniendo en una balanza las aportaciones, limitaciones y vínculos de los dos países con Europa, queda meridianamente claro quién es el socio fiable y quién es la eterna fuente de los problemas y conflictos crónicos. Pero el montaje toca a su fin, son momentos de dejar las cosas claras y las cartas al descubierto, ya no se aceptan los apaños, ni los privilegios ocultos, ni los susurros desde París o Madrid, ni los repartos salomónicos para ocultar ese favoritismo. Es la hora de elegir entre la intimidación y el victimismo o la seriedad y responsabilidad.
Ahora habrá que estar atento, porque surgirán mediadores hasta debajo de las piedras y muchos de ellos, como el caso de las monarquías feudales del Golfo y de Francia no lo hacen de forma honesta y sincera, porque ya se sabe de que pie cojean y sus mediaciones van siempre en el mismo sentido, que no es otro que auxiliar al régimen marroquí