Un millón de personas llegaron ayer a la plaza central de Beirut, Rial el Solh, tras la convocatoria lanzada el domingo por el movimiento chiíta libanés Hezbollah para una manifestación de respaldo a Siria y en rechazo a la «injerencia extranjera». Hezbollah convocó a la protesta frente al edificio donde se encuentra la sede local […]
Un millón de personas llegaron ayer a la plaza central de Beirut, Rial el Solh, tras la convocatoria lanzada el domingo por el movimiento chiíta libanés Hezbollah para una manifestación de respaldo a Siria y en rechazo a la «injerencia extranjera».
Hezbollah convocó a la protesta frente al edificio donde se encuentra la sede local de las Naciones Unidas luego de que el presidente sirio, Bashar Al Shaad, anunció el repliegue de las tropas de Damasco, en una primera etapa hacia el Valle de Bekaa, este del país.
Integrantes del movimiento Hezbollah y de 17 grupos pro sirios colmaron la plaza horas antes de la manifestación prevista en la tarde de hoy, según constató un periodista de ANSA.
«América es la fuente del terrorismo», «Sharon, el Líbano será tu tumba», gritaban los manifestantes en la plaza central de Beirut, provenientes de todas las regiones del país, incluso desde Siria, informó la televisión local LBC.
El grupo chiíta libanés desplegó un dispositivo de seguridad con militantes apostados alrededor de la plaza.
En uno de los edificios que se encuentra frente al predio los manifestantes desplegaron una tela con los colores de la bandera de Líbano y la leyenda «No a la injerencia extranjera».
El lugar se encuentra a menos de un kilómetros de la Plaza de los Mártires, espacio de reunión de los grupos que rechazan la presencia Siria en el país.
La manifestación fue convocada a las 15 hora local (13 GMT).
En el centro de Líbano, zona de concentración chiíta, cerraron negocios y oficinas, y decenas de minibús partieron a Beirut con carteles donde podía leerse «No a la interferencia americana».
En la plaza Riad el-Solh fueron instalados numerosos carteles, con frases de rechazo a Israel y Estados Unidos.
«Gracias a la Siria de Assad», «No a América», «No a Israel», señalan algunos de ellos, además de «No a la 1559», en referencia a la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el retiro de las tropas sirias de Líbano y el desarme de Hezbollah.
Otros manifestantes llevan pancartas con la foto del presidente sirio, muchos de ellos agitan el Corán con sus manos, mientras la frase «No a América» es acompañada por imágenes del presidente norteamericano, George W. Bush, con un clásico sombrero de «cowboy».
El titular del movimiento libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, agradeció hoy a «Siria y su ejército» por proteger a Líbano de Israel, en una manifestación de un millón de personas que rechazó «la injerencia extranjera».
«Agradecemos a Siria y a su Ejército. Beirut fue destruida por (el premier israelí Ariel) Sharon y protegida por el presidente Hafez al Assad», aseguró Nasrallah.
El líder de Hezbollah pidió «perdón a Siria por la ingratitud» de la oposición libanesa, que demanda el retiro de las tropas de Damasco.
Hezbollah impulsa la creación de un «gobierno de unión nacional y reconciliación» en Líbano, aseguró Nasrallah, quien agregó que presentará su propuesta al presidente, Emile Lahoud, en las reuniones que se harán para la formación de un nuevo gobierno, tras la renuncia del premier Omar Karami.
En una demostración de fuerza para contrarrestar las protestas de opositores a Siria, el líder de Jezbolá, el jeque Hassan Nasrala, declaró ante la multitud: «Le pregunto a nuestros socios en el país o a aquellos que están mirando desde el extranjero: ¿Son títeres todos estos cientos de miles de personas? ¿Está toda esta multitud integrada por agentes de los sirios o agencias de inteligencia?».
Pidió disculpas a Siria por las protestas en su contra y anunció: «Rechazamos la resolución 1559», en referencia al documento de las Naciones Unidas que demanda una retirada completa de los 14.000 soldados que Siria tiene emplazados en el Líbano, y el desmantelamiento de las milicias.
El ministro Talal Erslan dijo que los manifestantes llegaron de todo el país para «afirmar su agradecimiento al presidente sirio Bashar Assad». «Hemos venido aquí para afirmar la independencia, soberanía y unidad del Líbano, y decir no a la flagrante interferencia extranjera en nuestros asuntos», manifestó ante la multitud.