Traducido por Mario Cuéllar y revisado para Rebelión por Manuel Talens
En 1750 Estados Unidos era una de las sociedades más ricas de la tierra, pero era, por supuesto, preindustrial. Si hubiera persistido en su ventaja comparativa según los principios del mercado ahora exportaría pescado, piel, productos agrícolas, etc.
En vez de eso, se industrializó, pero no porque aceptase los principios del mercado. Más bien lo hizo violando conscientemente tales principios de manera radical con vistas a cambiar su ventaja comparativa (también conocida como desarrollo). ¿Participó en la «globalización»? Claro. Al principio de la industrialización, el algodón era el equivalente del petróleo en los tiempos actuales y Estados Unidos se convirtió en el mayor exportador de algodón gracias al exterminio o a la expulsión de su población nativa y a la esclavitud, lo cual no coincidía exactamente con los principios del mercado, pero es el ejemplo más característico de la «globalización». Parte de las motivaciones que llevaron a la anexión de Texas y a la conquista de casi la mitad de México fue tratar de obtener un monopolio sobre el algodón para tener bajo el zapato a nuestro principal rival, Inglaterra, tal como lo expresaron los demócratas jacksonianos, y ésos son los mismos cargos que se utilizaron contra Sadam Husein cuando invadió Kuwait, aunque en este caso de manera mucho más realista. No fue la economía de mercado, sino la orientación hacia la exportación, es decir, la «globalización». Se trata de características típicas de la historia económica e incluyen a los niños que vemos en los pósters actuales, a China y a la India. China es uno de los mayores violadores de los principios del mercado y uno de los principales exportadores (aunque buena parte de la exportación, sobre todo la destinada a la alta tecnología, es de propiedad extranjera). De manera que esto es un ejemplo de «globalización», pero no de los principios del mercado. La India es igual… sus desigualdades son extraordinarias. Los mismos principios neoliberales que provocan el elogio de los comentaristas cuando hablan de los centros de alta tecnología en Hyderabad y Bangalore son la causa principal del aumento de suicidios entre los campesinos en los alrededores, ya que la economía rural esta arruinada por el cese de la ayuda estatal en créditos, irrigación, etc., así como por las presiones que se ejercen sobre los campesinos pobres para que se comprometan a una arriesgada producción de cultivos destinados a la exportación. Los resultados son devastadores para la mayoría de la población. En China parece que pasa lo mismo, pero investigar una sociedad tan cerrada es más complicado.
En resumen, esas definiciones no significan gran cosa. Lo que sí tiene peso son algunos de los fenómenos examinados en el informe sobre desarrollo de la ONU, que dicho sea de paso es una violenta recusación de las políticas del gobierno de Estados Unidos, algo que no he visto mencionado en los periódicos. La pobreza infantil en Inglaterra aumentó de forma drástica durante los años neoliberales de Thatcher cuando se aplicaban los principios de las «economías de mercado» y declinó rápidamente cuando el gobierno empezó a implementar políticas fiscales y de otro tipo para apoyar a las familias pobres, violando así los principios del mercado, pero actuando con mayor humanidad. La elección de las políticas depende de los objetivos que uno quiera conseguir.
Artículo original: http://blog.zmag.org/bloggers/?blogger=chomsky