La diversidad que caracteriza al Movimiento de Países No Alineados no resultó óbice en la XIV Cumbre de La Habana para impedir la concertación y la unión de sus miembros en la búsqueda de soluciones a los grandes desafíos que las naciones en desarrollo tienen por delante. Durante seis extensas y fructíferas jornadas de intercambios, […]
La diversidad que caracteriza al Movimiento de Países No Alineados no resultó óbice en la XIV Cumbre de La Habana para impedir la concertación y la unión de sus miembros en la búsqueda de soluciones a los grandes desafíos que las naciones en desarrollo tienen por delante.
Durante seis extensas y fructíferas jornadas de intercambios, planteamientos, deliberaciones y decisiones, los 118 integrantes del MNOAL enrumbaron con m{as fuerza las proas de las naves políticas, económicas y sociales hacia la mejoría de la paz en el orbe, así como hallar respuestas favorables a los enormes problemas del desarrollo sostenible del Sur, y encontrar fórmulas para alcanzar un mundo multipolar alejado de presiones y agresiones unilaterales, además de identificar prioridades, principios, metas y objetivos comunes.
La XIV Cumbre, a la que asistieron representantes de todos los países miembros, además de 15 observadores y 30 delegaciones invitadas, trató decenas de temas y aspectos de la problemática internacional e interna del Movimiento, y en todos se alcanzó el consenso para aprobar, con adiciones o pequeñas omisiones, la extensa Declaración Final.
Los datos de organismos internacionales son contundentes. La explotación y el injusto orden económico internacional han llevado a la mayoría de las naciones en desarrollo a tener elevados índices de necesidades como la existencia de 1 280 millones de seres humanos en extrema pobreza, la cual creció en el decenio de 1990 a 2000 en otros 28 millones de personas. A esto se suman 842 millones de hambrientos registrados en el orbe.
Las metas del Milenio trazadas por Naciones Unidas para 2015 de rebajar esas cifras, hoy solo parecen una entelequia.
Para ese año se pretendía alcanzar la enseñanza primaria universal, pero en la actualidad 123 millones de niños, uno de cada cinco en esa edad escolar, no asiste a la escuela.
Entre las metas del Milenio están las de reducir en dos terceras partes la mortalidad en menores de cinco años: de 86 infantes que morían por mil nacidos vivos en 1998, ahora mueren 82, y continúan falleciendo cada año 11 millones de niños por enfermedades que pueden ser prevenidas o curadas.
En esencia, los países más pobres y necesitados de África, América Latina y Asia no necesitan ni consejos ni modelos foráneos, sino recursos financieros y acceso a los mercados y a las tecnologías.
Enfermedades como el VIH-SIDA, paludismo, cólera, tuberculosis, disentería que pueden ser detenidas y hasta curables en muchos casos, se extienden impetuosamente por doquier.
Mientras las naciones desarrolladas exprimen a los pueblos del Sur con un injusto intercambio comercial, a la par las compañías transnacionales extraen de sus suelos, ríos y bosques los recursos naturales. A esos pueblos solo les dejan las migajas de sus abundantes ganancias.
En una intervención durante la Cumbre, el vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba, Carlos Lage Dávila expuso que los países ricos destinan todos los años 17 000 millones de dólares para alimentos de animales domésticos y más de 800 millones de personas van a dormir todos los días con hambre.
El robo de cerebros continúa en aumento pues solo en América Latina se forman anualmente 1 200 000 graduados universitarios con un costo de no menos de 20 000 dólares cada uno y el 20%, de los más destacados son extraídos y comprados para ir a trabajar o a investigar en los países ricos.
Las cifras y ejemplos son interminables y por eso toman fuerza la unión del MNOAL para enfrentarlos. Hacia esos fines y objetivos se enfilaron los participantes en la XIV Cumbre.
Todas las delegaciones presentes en el cónclave reafirmaron la importancia extrema de encaminar los esfuerzos a lograr un mejor orden económico internacional, incrementar la colaboración Sur-Sur y ampliar la solidaridad entre sus gobiernos y pueblos.
Cuba, desde hace años ha puesto de manifiesto la necesidad de lograr esos objetivos y ha cooperado con numerosos países en diversas esferas sociales y económicas.
Planteamientos altamente medulares fueron expuestos en esta ocasión por los presidentes de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadinejad y de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
El primero llamó a crear mecanismos y controles eficaces para llevar adelante los proyectos de colaboración pactados, y el segundo orador dijo que no tenía sentido seguir reuniéndose para esbozar acuerdos y después no llevarlos a la práctica.
Seguidamente, Chávez propuso (al igual que Ahmadinejad) un fondo financiero para ayuda al desarrollo, crear una instancia en el Movimiento que dé seguimiento a los convenios, otorgarles más facultades a los miembros de la Troika del MNOAL (presidentes anterior, actual y futuro), extender los beneficios de PETROSUR a otras naciones y extender la potencia y participación de los miembros en programas como TELESUR, para que nuestros pueblos conozcan las verdaderas realidades que se viven en el universo.
Para aligerar los trabajos del evento que ya contaba con una agenda supercargada, la delegación cubana, después de un minucioso análisis determinó no presentar durante la Cumbre varios planes generales de cooperación.
Esos proyectos en las áreas de salud, educación y la energía, por su novedad, interés y amplitud hubieran sido objeto de muchas discusiones y debates por parte de los jefes de Estado y de Gobierno lo cual reduciría el tiempo disponible para otros asuntos medulares.
El gobierno de la Isla prefirió, con perfecto tino, que los esquemas de colaboración en esas esferas y en otras que surjan en lo adelante, fueran analizados a través del Buró de Coordinación del NOAL para obtener mayores éxitos.
La inmensa mayoría de los integrantes de NOAL confían en las gestiones y trabajos que realizará Cuba, que ha dado abundantes ejemplos de organización, solidaridad y cooperación, para que se pongan en marcha los documentos consensuados.
En definitiva resultó una Cumbre de aliento, esperanzas y de posibles soluciones para alcanzar el ansiado desarrollo del Sur, y a la par, fue una frustración para los enemigos que han visto resurgir, revitalizado y unido al Movimiento de los Países No Alineados que llevará en lo adelante posiciones multilaterales en aras de contrarrestar imposiciones unilaterales.