China tiene las condiciones para recuperarse “en lo social, económico, financiero y en otros aspectos” del impacto causado por el nuevo coronavirus COVID-19, consideró el economista e investigador mexicano Enrique Dussel.
En entrevista concedida a Xinhua, el coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reconoció que es demasiado pronto para cuantificar el impacto económico del coronavirus ya que, dijo, dependerá de cuánto tiempo se tarde en controlarlo.
Dussel reconoció que China ha enfrentado la situación sanitaria con la mayor transparencia y de forma responsable, lo que le ha valido el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en general de la comunidad internacional.
Entre las medidas que ha tomado para contener el virus, China, uno de los principales receptores y emisores de turismo a nivel global, suspendió los viajes turísticos en todo el país y, de igual manera, decidió extender las vacaciones por el Año Nuevo Lunar, recordó.
El también profesor de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM explicó que hoy en día los efectos por el virus están concentrados en la provincia de Hubei y su capital, Wuhan, que por su posición estratégica es considerada como un centro financiero, comercial, tecnológico, cultural y de producción automotriz.
El académico calificó de normal el comportamiento de las operaciones en los mercados bursátiles toda vez que, destacó, son reacciones a la incertidumbre.
Del mismo modo valoró que las autoridades chinas intensifiquen los esfuerzos para mejorar el entorno empresarial de las compañías dedicadas al comercio exterior.
El Ministerio de Comercio de China dijo recientemente que ayudará activamente a las empresas en el sector a reanudar la producción y confió en que otros países se unan a los esfuerzos para facilitar el comercio internacional y derrotar la epidemia.
Dussel comentó que desde principios de esta semana se han reactivado paulatinamente los mercados chinos, y confió en que a partir de la siguiente las empresas extranjeras y chinas en el país asiático empiecen a retomar sus actividades.