El 20 de febrero de 2023, a pocos días de cumplirse un año de la Operación de desmilitarizar y desnazificar a Ucrania, Putin anunció en su discurso anual a la DUMA, Asamblea General de Rusia, que su “país suspende su participación en el START III,” o lo que es lo mismo, Tratado de Reducción de Armas Nucleares Estratégicas.
Esa decisión del Consejo de seguridad Nacional de Rusia anunciada por Putin, el 20 de febrero de 2023, antes los diputados del parlamento nacional, se prefiguran consecuencias peligrosas para la seguridad mundial y una nueva estrategia de seguridad nacional en ese país, con el objeto de enfrentar con mayores posibilidades de éxito la participación directa de los EEUU y la Unión Europea en la guerra de Ucrania.
Vale considerar que el START I, fue un acuerdo firmado entre EEUU y Rusia para evitar nuevos ensayos nucleares y limitar el número de armas nucleares estratégicas. Ese acuerdo fue firmado por el ex presidente estadounidense, George Bush (padre), y su par de la URSS, Mijaíl Gorbachov, el 31 de diciembre de 1991.
En este primer acuerdo cada firmante se comprometió a reducir sus arsenales nucleares de 10 mil a 6 mil cabezas nucleares y sus bombarderos estratégicos y misiles balísticos a 1600. En los depósitos estadounidenses tenemos los Northrop Grumman B-21 Raider y B1B y los LGM 30 Minuteman, y los SLBM Trident II D5. Mientras que en el arsenal de RUSIA se encuentran los Tupolev-95MS y 160 M2 y los misiles balísticos estratégicos intercontinentales Yars, Topol M, Bulova y Sarmat, Avangar, este último hipersónico. Todos ellos con un alcance de entre 14 mil y 18 mil kilómetros.
Ahora bien, el acuerdo START I, caducó en el 2009 y fue sustituido por el START III, firmado el 8 de abril de 2010, en Praga, por los ex presidentes Dimitri Medvedev, de Rusia y por Barack Obama, de los EEUU. El mismo limitó el arsenal estratégico a 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire.
Este tratado, el START III, expiraba el 5 de febrero de 2021 y es entonces que el 3 de febrero de 2021 ambas potencias nucleares deciden prorrogar el START III por 5 años. No obstante, ante la cuasi declaración de guerra de los EEUU contra RUSIA, Putin informó al mundo, hace dos días, que suspendía la participación de RUSIA en el tratado START III.
Inmediatamente el doble rasero de EEUU y la UE se hicieron sentir, calificando el primero, la decisión de Putin como “desafortunada e irresponsable” y el segundo, como una decisión que “destruye el sistema de la seguridad internacional.”
El nerviosismo de occidente se hizo presente. Putin no se retira del START III, sólo suspende temporalmente la participación de su país en ese acuerdo como consecuencia del involucramiento en la guerra de Ucrania de los EEUU y la Unión Europea, hecho este que convierte la guerra de Ucrania en una guerra de occidente contra Rusia.
En muchas ocasiones, desde que se inició la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, los de EEUU, la Comunidad Europea y de la OTAN, han tratado de ocultar su participación con un discurso hipócrita. Mientras en un año han enviado unos 150 mil millones dólares en armamento defensivo y ofensivo de última generación, unos 22 mil mercenarios y asesores de la OTAN, para masacrar a la población civil del Donbass: Lugansk, Donetsk Jerson y Zaporozhie y enfrentar al ejército Ruso. Ahora Rusia con esa decisión les envía un mensaje claro, les habla de tú a tú.
Hoy Occidente condena los acontecimientos que fueron provocados por la arrogancia y prepotencia de sus dirigentes políticos y de las corporaciones que controlan el mercado mundial de venta de armamentos. Se olvida de las mentiras y engaños sobre los acuerdos de Minsk y con el Cuarteto de Normandía. Hoy alarmados intentan achacar sus culpas al otro. Hoy los perros de guerra atemorizados ladran y muestran señales que indican que Putin tomó la decisión correcta.
Ahora occidente teme al desenlace que puede originar la decisión de Rusia de separarse del SART III. Su hegemonía se debilita lenta pero progresivamente. Putin los metió en la olla a fuego lento para cocinarlos como al sapo. Las declaraciones de los jefes de gobierno de Francia Inglaterra, Alemania, EEUU y las del propio Secretario General de la OTAN, que han confirmado la ayuda militar de millones de dólares en armamento a Ucrania los convierte en unos patrocinadores de la guerra y un objetivo militar de Rusia. Aunque luego declaren que no son parte de la guerra, en los hechos demuestran su participación directa contra Rusia.
En conclusiones:
1.- Tomando las enseñanzas de Sun Tzu, Putin ha sorprendido a occidente en esta ocasión. Tomo una decisión que occidente no esperaba.
2.- Esa decisión indica que en los análisis del Consejo de Seguridad de Rusia se confirma definitivamente la participación directa de los EEUU y la unión Europea en Ucrania y, por tanto, se abre un nuevo periodo en la carrera armamentística
3.- Ya no habrá inspecciones en las instalaciones nucleares y de defensa en Rusia. Hasta tanto, condiciona Putin, se realicen inspecciones en otros estados nucleares como Francia, el Reino Unido y otros.
4.- El alerta sobre la realización de pruebas nucleares reales en los EE UU obliga a aumentar el presupuesto militar, a mejorar la calidad y la tecnología de nuevas generaciones del armamento convencional nuclear ruso.
5.- De no retroceder los EE UU y la UE y continuar con su participación directa en la guerra de Ucrania en contra RUSIA y se avizora el peligro de una confrontación global que podría dar origen a una tercera guerra mundial, distinta a las dos anteriores, porque sería una guerra nuclear.
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