Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Australia han condenado la decisión de la junta militar birmana de disolver el partido de la ex dirigente encarcelada Aung San Suu Kyi. Washington ha advertido de que la convocatoria de elecciones por parte del régimen aumentará la inestabilidad.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, declaró a la prensa que Estados Unidos condenaba enérgicamente el anuncio del ejército de Myanmar de abolir 40 partidos políticos, incluida la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés) de Aung San Suu Kyi.
«Cualquier elección sin la participación de todas las partes interesadas en Birmania no sería y no puede ser considerada libre o justa», dijo Patel, utilizando el antiguo nombre de Myanmar.
Los medios de comunicación controlados por los militares anunciaron el martes la disolución de la NLD y de decenas de otros partidos políticos tras negarse a cumplir una nueva y estricta ley de registro.
Los militares, que tomaron el poder en un golpe de estado en febrero de 2021, impusieron la ley y empezaron a recopilar listas de votantes para preparar las elecciones prometidas. Analistas afirman que cualquier votación celebrada bajo el régimen se consideraría inválida.
La NLD, el partido más popular del país, ganó las elecciones por mayoría en 2020, aunque los militares se negaron a aceptar los resultados. La junta tomó el poder en febrero de 2021, arrestó a Aung San Suu Kyi y a otras personas, y alegó fraude electoral, afirmación rechazada por observadores independientes.
Desde entonces, Aung San Suu Kyi ha sido condenada a un total de 33 años de prisión.
El ejército ha desplegado una violencia brutal para tratar de suprimir la oposición decidida de la población, y gran parte del país está sumido en el conflicto mientras una resistencia armada trata de derrocar a los generales. Los ataques aéreos militares son ya casi diarios y, según datos de la ONU, más de 1,38 millones de personas se han visto desplazadas por los combates desde el golpe.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón dijo en un comunicado que estaba «seriamente preocupado porque la exclusión de la NLD del proceso político dificultará aún más la mejora de la situación».
«Japón insta enérgicamente a Myanmar a que libere inmediatamente a las figuras políticas de la NLD, incluida Suu Kyi, y a que muestre el camino hacia una resolución pacífica que incluya a todas las partes implicadas».
El Reino Unido también condenó la disolución de la NLD y otros partidos, calificándola de «asalto a los derechos y libertades» del pueblo de Myanmar.
«Condenamos las acciones políticamente motivadas del régimen militar y su uso de tácticas cada vez más brutales para sembrar el miedo y reprimir a la oposición», declaró un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores británico.
El gobierno australiano manifestó su preocupación por «estrechar todavía más el espacio político en Myanmar» a causa de la imposición de la nueva ley de registro de partidos políticos.
«La ciudadanía de Myanmar sigue mostrando su valentía y su compromiso con la democracia frente a la creciente represión y violencia del régimen», añadió.
La ley de registro impuesta por la junta estableció varios requisitos estrictos para los partidos nacionales. Entre ellos, reclutar a 100.000 miembros en los 90 días siguientes al registro, mucho más que el requisito anterior de 1.000 miembros. Los partidos también deben abrir oficinas en al menos la mitad de los 330 municipios en un plazo de 180 días, presentarse a las elecciones en al menos la mitad de las circunscripciones y disponer de fondos por valor de 100 millones de kyat (40.000 libras esterlinas).
La NLD declaró que no tenía intención de inscribirse, calificando de «ilegítimos» los organismos electorales controlados por los militares.
Rebecca Ratcliffe, Corresponsal en el Sudeste Asiático
Fuente original en inglés: https://www.theguardian.com/world/2023/mar/30/us-uk-japan-and-australia-condemn-myanmar-for-banning-40-political-parties