En todos lados se cuecen habas. Pero aun así, el llamado “occidente” – denominación más política que geográfica-, siempre ha mantenido un implícito discurso de la superioridad moral ante el resto del mundo. De tal forma que el viejo fraseo colonial “the West and the Rest” se traduce hoy como “nuestra floreciente democracia frente esos estados fallidos del resto”. Pero, ¿habrá alguna relación entre estos dos estados de realidad tan dispares?
La noción de democracia simboliza muchas cosas y es por ello, quizás, que su alusión tiene un dejo propagandístico sobre todo a nivel geopolítico. Ser una democracia significa no únicamente la participación indirecta de una ciudadanía en las decisiones políticas a través de las figuras que esta elija, sobre todo, sino que simboliza ante todo cierto bienestar ciudadano. Como si el hecho de poder elegir a sus gobernantes haría a la cuidadanía automáticamente más satisfecha con sus gobernantes y por ende con sus políticas (más allá, que luego no cumplan con lo prometido o, incluso, hagan todo lo contrario). De esta forma, como antaño fue con la idea del capitalismo, la democracia es vendida como símbolo de bienestar y libertad.
De esta forma, pienso que la noción de democracia que se nos vende desde “occidente” tiene mucho que ver con el ideal norteamericano que a estas alturas más que democracia es, más bien plutocracia1. Pero aquí no es menester entrar a las contradicciones de la democracia del imperio, -análisis que tampoco es infructuoso ante la asunción de Trump-. En cambio aquí propongo discutir la relación entre democracia “en casa” y caos e ingobernabilidad “afuera”. Estos hechos están íntimamente ligados, en un tiempo cuyos embates geopolíticos evidencian esa realidad2.
Más allá del hecho que la llamada “defensa de la democracia” funciona como un reemplazo histórico de la lucha contra el comunismo, justificando así el derrocamiento de los regímenes que no le gustan a Washington. A esa política de terrorismo de estado que es la intromisión en la política interna de otros países hoy se le llama “cambio de régimen”. Pues bien, ese discurso de la democracia y E.E.U.U. como su baluarte y garante, parece solo funcionar para la propia autocomplacencia de occidente y sus líderes (de hecho ahora con Trump, parece haber comenzado otra fase). Dentro de toda esta narrativa maniquea, por el hecho que somos “democracia” también somos partes del “club de los buenos”, o como lo expresó el criminal de guerra y aliado de occidente -Benjamín Netanyahu- líder de la “única democracia en el oriente medio”, partes del mundo “bendecido”3.
Ojalá fuera así, que el toque de Estados Unidos aliviara a esos países, que todo lo que la mano del imperio toca, se tornara en una floreciente democracia. Pero no es así, más bien, lo contrario. De hecho, el analista Scott Ritter ocupaba la metáfora del Rey Midas -el toque de E.E.U.U.- que todo lo que toca perece. Porque ya es casi obvio que este “toque mágico” solo produce muerte y derrumbe de esas naciones4. La lista de países derrumbados gracias a la intervención del imperio y sus aliados es larga. El último ejemplo a mano, es Siria, cuya balcanización parece ser inevitable ante las múltiples fuerzas que hoy disputan su territorio. Como es usual, más allá de la retórica del “esplendoroso futuro” que le aguarda a ese país, amplificada en los medios occidentales5, está más que evidente que al imperio no le interesa la democracia sino otra cosa6.
Esto nos hace al menos sospechar que la tan aclamada democracia que se goza en el norte global es a acosta del caos y del terror que estos mismos estados incitan y promueven en otras partes del mundo. Las implicancias éticas y políticas con respecto al llamado “Norte Global” son innegables, las que ponen en entredicho esta supuesta superioridad moral.
Por ejemplo, Alemania al estar alineado con las estrategias geopolíticas de Washington, ha sido cómplice “indirecto” de todo el terror que la población del oriente medio ha sufrido este último año y medio. Además de ser cómplice activo y directo del genocidio a los palestinos debido al apoyo diplomático y militar al estado de Israel que no ha dejado de abrir frentes de guerra a diestra y siniestra. Pero no creo que el mundo olvidará este apoyo de Alemania a otro genocidio.
Como es de suponer, solo una pequeñísima parte de la población en Alemania – sobre todo gente racializada, extranjeros, o gente como yo, alemanes con “trasfondo migracional”-, se opone y protesta contra la complicidad de ese país con el genocidio en Gaza. De hecho, a pesar que el negacionismo del holocausto es penado por ley, el negacionismo del genocidio en Gaza es consagrado como política de Estado, amplificado en los medios con usuales tácticas de disonancia cognitiva, lo cual a su vez, repercute en la población y su falta de coraje.
La superioridad moral de muchos alemanes por ser partes del “mundo libre” contrasta con el horror de lo que sucede en otros países. Pero desde la visión acomodada de bienestar material y la disonancia cognitiva, la culpa de lo que les sucede siempre la tendrán los otros, sean estos palestinos, sirios o rusos. Esto permite vivir el día a día sin tener que percibir el propio “bienestar” de ninguna manera asociado con el “malestar” que sufre la gente de allá tan lejos. Menos aún que las políticas empleados por sus propias elites gobernantes para con el resto del mundo tengan algo que ver con el sufrimiento del pueblo palestino, libanés, yemenita, ruso o ucraniano. La disonancia cognitiva también exige fragmentar la comprensión de lo que Donna Haraway alguna vez llamó conocimientos situados haciendo referencia a las múltiples conexiones entre situación, contexto y lugar para toda construcción de conocimiento7. Pero la fragmentación de esta conciencia también es una estrategia para navegar en un mundo cargado de violencia, la cual es promovida por tu propio gobierno, mientras que yo vivo tranquilo.
O quizás, si haya alguna relación entre el bienestar de unos y el malestar de otros. Es por eso que el discurso del “mundo libre” y la “democracia” en tiempos de guerra como este, devienen en poderosos instrumentos ideológicos que eclipsa la comprensión de cómo estos mismos estados propagan políticas -u obedecen a políticas- que socavan la soberanía y el poder de otras naciones. De hecho, esta “realpolitik” es una suposición básica de la teoría del realismo político como la que sostienen importantes analistas geopolíticos como John Mersheimer. Esta teoría sostiene que la geopolítica trata de equilibrios de poder y de un juego de suma cero de los estados en adquirir cuanto más poder8.
Sin duda, una visión bastante Maquiavélica del poder, pero que entrega herramientas para entender la realidad del imperialismo actual más allá de la propaganda política a la cual estamos acostumbrados. Ante esto, la propagación del ideal de la democracia solo funciona “hacia adentro” como elemento propagandístico para justificar cualquier acción por brutal que esta sea. Total, quienes las sufren serán siempre los Otros.
Sirve aquí mencionar el caso del actual gobierno de Ucrania, con un presidente cuyo mandato democrático expiro hace algún tiempo y cuyos continuos actos terroristas muestran la increíble hipocresía de occidente. De hecho, el caso de Ucrania y Siria nos parece sugerir que no todos los actos terroristas son condenables, ni todos los terroristas son terroristas.
La lógica de guerra lo invierte todo. O simplemente debemos reconocer, que la democracia como elemento de justificación de las brutalidades que explícita o implícitamente llevan adelante el llamado “mundo libre”, es parte constitutiva de un relato que ha funcionado bien, pero solo hasta hora. Porque cuando se trata de defender cierta hegemonía, no se dudará en reconocer y definir al enemigo interno. Ya hay múltiples signos de como el manejo informativo, tanto en lo que respecta el genocidio en Gaza, como la guerra en Ucrania, esta paso a paso socavando la libertad de expresión, es decir, los supuestos valores de una verdadera sociedad democrática y plural9.
De esta manera podemos concluir que, en estos tiempos de guerra, la democracia se ha convertido en un peligro para la democracia, y el razonamiento de la elite política parece ser que, si es menester defenderla, entonces será legítimo socavarla10, creando una especie de “democracia” entre comillas, bien controlada a punta de pistola y propaganda.
Notas:
1 Véase, Kishore Mahbubani Democracy or Plutocracy? – America’s Existential Question – CIRSD
2 Véase, Hudson, Michael. “la política de EEUU está llevando al mundo al caos económico y la crisis” La Haine.
3 Véase, Netanyahu’s Maps At UN Show India As «Blessing», Iran And Iraq As «Curse»
4 Véase, Scott Ritter. America’s Midas Touch. https://scottritter.substack.com/p/americas-midas-touch
5 Véase, el comunicado del gobierno Estadounidense: The Syrian People Will Decide the Future of Syria – United States Department of State. También de los medios occidentales, The Future Of Syria Could Be Much Brighter — Or Even Darker – Worldcrunch; What will Syria’s future look like? The answer could lie in other Arab countries’ recent pasts | AP News
6 Véase, https://es.metallirari.com/siria-cuales-apuestas-terminos-recursos-naturales/
7 Haraway, Donna. J. La reinvención de la naturaleza. 1991: pp. 313–346.
8 Junto a Jeffrey Sachs, Richard Wolff, y Scott Ritter, John Mearsheimer es quizás una de las figuras más prominentes en cuanto al análisis geopolítico actual. Se pueden seguir sus discusiones y análisis en sus múltiples apariciones en la prensa alternativa como los canales del Juez Napolitano (https://youtu.be/NG1os_PXbCs), The Duran ( (979) What to Expect with the Return of Trump – John Mearsheimer, Alexander Mercouris & Glenn Diesen – YouTube) o Danny Haiphong (979) «Israel Started This War» John Mearsheimer DESTROYS Piers Morgan on Iran-Israel War, Gaza, plus more – YouTube entre muchos otros.
9 Véase, Centre for Media Monitoring (CfMM) “Media Bias Gaza 2023-24”; Lemkin Institut. Statement on the Western Media Narrative Regarding Israel’s Genocide in Gaza. Lemkin Institute. Retrieved 4 May 2024, from https://www.lemkininstitute.com/statements-new-page/statement-on-the-western-media-narrative-regarding-israel%E2%80%99s-genocide-in-gaza- ; Jones, Owen. The BBC’s Civil War Over Gaza. Other News – Voices against the Tide. (2024, December 24). https://www.other-news.info/the-bbcs-civil-war-over-gaza/
10 Un tema clave es el ya famoso “prebunking” que anunciaba Ursula Von der Leyen para controlar la esfera de la opinión pública creando dispositivos de censura cada vez más efectivos en vista a la circulación de información que no se ajuste a los imperativos de Bruselas o los mismos gobiernos nacionales europeos. Censorship in the EU: Pre-bunking by Ursula Von Der Leyen
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