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La República Islámica de Irán, tocada pero no hundida

Fuentes: Naiz

Los doce días de guerra con Israel han dejado a la República Islámica de Irán tocada pero no hundida, y sin signos de gran inestabilidad en el sistema instaurado por Jomeini en 1979. Los bombardeos diarios han dejado víctimas y daños, pero no está claro que hayan acabado con su programa nuclear.

Desde que el 13 de junio comenzaran los ataques israelíes hasta el alto el fuego del 24, Irán encajó un golpe tras otro: el descabezamiento de la cúpula militar con la muerte de 30 altos mandos, ataques contra sus principales instalaciones nucleares o claras brechas de Inteligencia.

Durante esos 12 días, Teherán fue bombardeada a diario, con ataques a aeropuertos, instalaciones militares, refinerías, una prisión, la televisión estatal y zonas residenciales, sin que las defensas iraníes pudieran detener buena parte de los proyectiles israelíes.

Y, sin embargo, la República Islámica sobrevive, debilitada, sí, pero sin muestras de que vaya a colapsar, ni protestas internas.

«Como se dice de las guerrillas, si no pierden, ganan, e Irán ha sobrevivido a una guerra de 12 días frente a un Israel apoyado por un EEUU que ha bombardeado el país», dice a Efe Raffaele Mauriello, profesor de la Universidad Allame Tabatabai de Teherán.

El experto considera que Irán se ha visto muy afectado por unos ataques que han causado fuertes daños militares, aunque, en su opinión, lo peor han sido «los grandes fallos de Inteligencia», con colaboradores de Israel en su suelo llevando a cabo sabotajes, según las propias autoridades.

«Pero también ha demostrado una gran capacidad de resiliencia, que creo que es uno de los elementos fundamentales del país», explica Mauriello.

Así, Irán reemplazó en 12 horas a los altos mandos militares muertos y mantuvo durante 12 días ataques contra Israel con misiles de fabricación propia.

«Irán es un Estado grande y desarrollado, que vende drones a Rusia y tiene un programa de misiles balístico autóctono», dice Mauriello, lo que lo diferencia de Siria o Líbano.

Décadas de sanciones occidentales han empobrecido al país, pero al mismo tiempo lo han empujado a desarrollar industrias locales y hoy fabrica coches, el 90% de los medicamentos que consume, maquinaría o misiles… «De cero a golpear Tel Aviv», resume el programa de misiles.

El principal objetivo israelí era destruir el programa nuclear iraní, algo de lo que existen más dudas que certezas a pesar de los ataques de Tel Aviv y Washington.

Al mismo tiempo, las alusiones de Israel y del presidente estadounidense, Donald Trump, a que los iraníes se levantarán contra la República Islámica encabezada por el líder supremo, Ali Jamenei, cayeron en saco roto.

PUEBLO MOVILIZADO CONTRA LA AGRESIÓN

«El pueblo iraní se ha movilizado en defensa del país y contra la agresión extranjera», escribe el analista Sina Tossi, quien añade que el Gobierno trata de «canalizarlo hacia un nuevo contrato social».

Para Mauriello, «los iraníes no están dispuestos a que otro país, y menos Israel, les bombardee en nombre de la democracia» y menos aún a que «alguien de fuera dé un golpe de Estado». Cree que hay importantes sectores de la población que quieren cambios políticos con más derechos civiles y de la mujer, «pero los cambios los quieren hacer ellos».

Mauriello recuerda que también hay millones de iraníes que apoyan a la República Islámica y que para ellos esta guerra ha podido reafirmar sus posiciones. «Jamenei para sus partidarios tiene ahora más legitimidad porque Irán fue capaz de enfrentarse a Israel y EEUU y no perder», asegura.

Trump dice que no ha ofrecido nada a Teherán

EEUU debe descartar nuevos ataques contra Irán si quiere reanudar las conversaciones diplomáticas, afirmó el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Majid Takht-Ravanchi. Según el viceministro, el Gobierno de Donald Trump ha comunicado a Irán, a través de mediadores, el interés en volver a la mesa de negociaciones, pero no ha aclarado su postura sobre la «muy importante cuestión» de posibles nuevos ataques. Tras la suspensión de las conversaciones por la operación militar israelí el 13 de junio, EEUU bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes tres días después. Takht-Ravanchi también afirmó que Irán insistirá en enriquecer uranio con fines pacíficos y rechazó que su país estuviese avanzando en secreto en el desarrollo de una bomba nuclear. «Decir que se debe tener enriquecimiento cero, y que si no se está de acuerdo, se bombardeará, es la ley de la selva», declaró.

Por su parte, el presidente de EEUU aseguró que «no ofrece nada a Irán» de cara a unas negociaciones y negó que estudie incentivos económicos a Teherán a cambio del fin del enriquecimiento de uranio. Insistió en que «ni siquiera está hablando» con el Ejecutivo iraní porque el programa nuclear fue «eliminado».

Sin embargo, la Casa Blanca lo desmintió ayer y afirmó que Washington sigue en contacto con Teherán, tanto directa como indirectamente.

Por otro lado, los Gobiernos francés, alemán y británico condenaron las «amenazas» vertidas por autoridades y medios iraníes contra el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi, después de que diputados del Parlamento iraní consideraran que Grossi facilitó los ataques de Israel y EEUU al enviar informaciones contradictorias sobre la situación del programa nuclear, y avisaron de que «pagará un precio» por ello.

Fuente: https://www.naiz.eus/es/info/noticia/20250701/la-republica-islamica-de-iran-tocada-pero-no-hundida-1