La agencia de noticias Associated Press (AP) asegura haber confirmado la existencia de al menos cinco fosas comunes, desconocidas hasta el momento, en el pueblo de Gu Dar Pyin, en la región de Buthigaung, al norte del estado de Rakáin, en Birmania. La agencia de noticias Associated Press (AP) asegura haber confirmado la existencia de […]
La agencia de noticias Associated Press (AP) asegura haber confirmado la existencia de al menos cinco fosas comunes, desconocidas hasta el momento, en el pueblo de Gu Dar Pyin, en la región de Buthigaung, al norte del estado de Rakáin, en Birmania.
La agencia de noticias Associated Press (AP) asegura haber confirmado la existencia de al menos cinco fosas comunes, desconocidas hasta el momento, en el pueblo de Gu Dar Pyin, en la región de Buthigaung, al norte del estado de Rakáin, en Birmania, tras entrevistarse con refugiados y examinar fotografías tomadas por satélites y videos con fecha.
Según AP, las fotografías satelitales muestran cómo los pueblos a los que el Ejército birmano ha prohibido la entrada han sido quemados y destruidos por completo. Los refugiados en Bangladés identificaron a 75 personas que aparecían en las fosas comunes en una grabación con móvil. Con base en las declaraciones de los que consiguieron escapar, se estima que el número de cadáveres en las fosas puede ascender a 400.
Testigos cuentan que los soldados birmanos mataron indiscriminadamente a los civiles de un pueblo durante una redada. Los testigos aseguran haber visto tres fosas comunes en los alrededores del pueblo. También señalan la existencia de dos fosas más en la montaña donde se encuentra el cementerio, al lado del colegio del pueblo, lugar donde se establecieron los soldados.
Varias víctimas fueron identificadas entre charcos de ácido de color azul-verde en unas grabaciones obtenidas por AP y filmadas 13 días después de la masacre.
Desde el 25 de agosto, más de 650.000 rohinyás han cruzado la frontera desde el estado Rakáin, al occidente del país, hacia Bangladés, según la ONU.
Los rohinyá, descritos por la ONU como el grupo de personas más perseguidas del mundo, se enfrentan a crecientes temores de ser atacados después de que docenas fueran asesinados, víctimas de violencia comunitaria en el 2012.
Por lo menos 9.000 rohinyás murieron en el estado de Rakáin del 25 de agosto al 24 de septiembre, según Médicos sin Fronteras.
En un reporte publicado en diciembre de 2017, la organización humanitaria dijo que el 71,7% de esas muertes fueron violentas, incluyendo las de 730 niños menores de cinco años.
La ONU documentó violaciones masivas, asesinatos, palizas brutales y desapariciones. Representantes de la comunidad rohinyá dijeron que aproximadamente 400 personas han muerto en las operaciones.