Más de 1,4 millones de personas murieron solo en 2013 por la contaminación ambiental en la India, que perdió el 8,5 por ciento de su Producto Interno Bruto por ese flagelo, reveló un estudio difundido ayer en Nueva Delhi. Una investigación del Banco Mundial, citada por los principales medios de prensa nacionales, subraya que la […]
Más de 1,4 millones de personas murieron solo en 2013 por la contaminación ambiental en la India, que perdió el 8,5 por ciento de su Producto Interno Bruto por ese flagelo, reveló un estudio difundido ayer en Nueva Delhi.
Una investigación del Banco Mundial, citada por los principales medios de prensa nacionales, subraya que la polución atmosférica aumenta el riesgo de contraer enfermedades como el cáncer de pulmón, derrame cerebral, enfermedades del corazón y la bronquitis crónica de una persona.
Al dañar la salud, la contaminación del aire puede tener un efecto duradero en la productividad económica de una persona, señala el texto.
Titulada El Costo de la Polución Ambiental: Apuntalando el Argumento Económico para la Acción, la investigación resalta que de 1990 a 2013 los niveles de ozono en esta nación surasiática aumentaron de un 10 a un 20 por ciento.
Precisamente, Nueva Delhi está considerada una de las ciudades más contaminadas del planeta.
Según la Organización Mundial de la Salud, los niveles de contaminación de la capital india son 15 veces superiores a lo aconsejable, aunque en ocasiones, como las fiestas del Diwali, las cifras se disparan aún más.
Más de 8,5 millones de vehículos expulsan a diario a la atmósfera de la urbe grandes cantidades de dióxido de carbono, a lo que se suman las cientos de miles de fábricas que no paran de arrojar tóxicos, la quema de millones de toneladas de desechos y las imnumerables construcciones que se levantan por todas partes.
Para los médicos, la contaminación de la ciudad dio lugar a un aumento alarmante en los casos de las enfermedades respiratorias, en la piel y alergias oculares, paro cardíaco, pérdida de memoria, depresión y daño pulmonar crónico.
Cuatro de cada 10 niños en esta metrópolis sufren de problemas pulmonares graves.