Las cintas de las agencias de información mundiales se llenan de noticias sobre el conflicto interestatal entre Turquía y Siria, que se ha convertido en el objeto de discusión a todos los niveles. ¿Qué posibles resultados puede traer el enfrentamiento entre los dos países? Sobre este y otros temas el corresponsal del «Rating social» Erik […]
Las cintas de las agencias de información mundiales se llenan de noticias sobre el conflicto interestatal entre Turquía y Siria, que se ha convertido en el objeto de discusión a todos los niveles. ¿Qué posibles resultados puede traer el enfrentamiento entre los dos países? Sobre este y otros temas el corresponsal del «Rating social» Erik Israilov conversa con el conocido hombre público ruso, politólogo Geidar Dzhemal.
– Geidar, la escalada del conflicto entre Turquía y Siria causa preocupación en el mundo. Hace pocos días Turquía ha aumentado considerablemente el número de sus tropas en la frontera con Siria. ¿Esta confrontación entre los dos estados podría derivar en un enfrentamiento armado?
– Teóricamente, sí. Pero muchas cosas aparecen ante la opinión pública muy distintas a cómo son en realidad. Hoy no solamente aquí en Eurasia, sino también en los Estados Unidos muchos autores serios críticos se oponen a la política estadounidense. Además la política norteamericana es criticada por personas como, por ejemplo, Robert Craig, ex-director del departamento del Tesoro en los tiempos de R. Reagan. Por cierto, llama a la dirección actual de R. Erdogán «lacayos de los EE.UU.», diciendo, que los turcos no se habían atrevido a vengar la muerte de sus ciudadanos a manos de los israelíes.
– ¿Se trata de la «flotilla de la paz» en 2009?
– Sí. Y ahora hacen méritos ante Washington, – supone él. «Es lo que vale toda la «islamización» de Erdogán», – comenta R. Craig. Es decir, que conozco este punto de vista. Pero en este problema hay implicaciones más complejas, porque no estoy nada seguro de que B. Asad sea realmente una figura antiisraelí. Sí, mantenía externamente una postura irreconciliable, apoyaba a HAMAS, a Hezbollah, servía como canal de Irán hacia el mundo árabe y Palestina. Todo eso es cierto. Peo, por otro lado, ese status quo, con el que se aseguraba un cierto nivel de apoyo de Palestina y Hezbollah en este problema – se trataba de un equilibrio predecible que, en mi opinión satisfacía a Israel. En general, a Israel le convenía la existencia de HAMAS y Hezbollah, claro que no en la versión cuando en 2006 Hezbollah había derrotado al ejército israelí, y luego, pongamos, la operación «Plomo fundido» contra Gaza también llevó prácticamente a la derrota político-moral de Israel. Son los momentos extremos de la confrontación, cuando Israel pierde puntos y a su vez «se lava con sangre», aunque mata a muchos más inocentes en el bando contrario. En general, Israel no se opone categóricamente contra la presencia del desafío por parte de HAMAS, Hezbollah y de Siria, a condición de que este desafío se convierta en la «mosca atrapada en el ámbar», petrificada para siempre. Es decir que se trata de un desafío permanente estimulante. Así que lo predecible en las relaciones con B. Asad, la estabilidad de este régimen y, lo más importante, su antiislamismo militante – son las características fundamentales que hay que tener en cuenta en primer lugar. ¿Qué es B.Asad? Es la burocracia nacional, es la soberanía secular de Siria. Hoy Siria está en la punta del enfrentamiento entre la burocracia internacional, que está en guerra contra las soberanías y – por otro lado – la burocracia nacional que intenta defender su territorio. Ahora el principal conflicto mundial es la lucha del gobierno mundial, la ONU, Unión Europea, OTAN contra las burocracias nacionales, agarradas a los territorios de sus presupuestos.
– A Siria hay que reconocerle lo suyo. Se resiste con bastante efectividad ante el empuje de la burocracia internacional.
– Siria resiste eficazmente solo gracias a que detrás de sus espaldas tiene a Irán, y también a Rusia y a China. Rusia y China son de por sí las burocracias nacionales ejemplares y están en el punto de mira del gobierno mundial. Todos entienden perfectamente que después de la destrucción de Siria e Irán Rusia y China serán deconstruidas. ¡Es una perspectiva evidente! El momento más irónico consiste en que Israel también es una burocracia nacional y es igualmente persona non grata desde el punto de vista del gobierno mundial. El gobierno mundial tiene a su figura de fachada – Barac Obama. Es el líder del ala izquierda del partido Demócrata y, como dijo Ron Paul en el Congreso de los EE.UU., «es el funcionario del grupo burocrático internacional, para quien los problemas de la UE y la ONU son mucho más importantes que el Congreso y el Senado de los Estados Unidos». En realidad es así, porque los demócratas de izquierda forman parte del grupo cosmopolita, mientras que los republicanos son precisamente la burocracia nacional-imperial. La burocracia nacional-imperial hoy va a por todas y presenta la última y decisiva batalla. Pero la situación de Norteamérica es desastrosa y en cualquiera de los casos es poco envidiable. Tanto si al poder accede M. Romney, como si se queda B. Obama – en cualquier caso la situación será muy grave. Si se queda B. Obama en el orden del día entrará la cuestión de la purga de Israel. Observe la situación de la siguiente manera: Siria en versión de Asad representa el estancamiento político en la región, es decir que es la garantía de que en la dirección de los altos de Golán no va a ocurrir nada serio. Si se va B. Asad al poder acceden los musulmanes radicales. Hoy solo los perezosos no señalan que los musulmanes radicales presuntamente mantienen una estrecha alianza con Occidente. En realidad los unos y los otros tienen los órdenes del día paralelos. Para los musulmanes radicales lo importante es derrocar en cada lugar a los carismáticos líderes-dictadores laicos. Es una cuestión primordial que han estado madurando durante generaciones. Los musulmanes siempre han percibido a sus dictadores «nacionales» precisamente como parte de Occidente, y no como nacional-patrióticos «micro-stalin». Para ellos el derribo de Mubárak, Kaddafi (recordemos que en 2003 Kaddafi se pasó al neoliberalismo, entre otras cosas financió a Berlusconi, Sarkozy y le entregó un millón de dólares al extremoderechista ruso Zhirinovski – N. del T.), Ben Alí, A. Saleh – es el derribo de los agentes occidentales. Ahora la cuestión es derribar a la creatura occidental, oftalmólogo, educado en Gran Bretaña, baasista (y el baasismo es el movimiento del nacional-socialismo árabe, que apareció en el mundo gracias al apoyo de los EE.UU.). Si se va, le sucede el Islam político radical, que establece contactos con el sistema político islámico radical que ha triunfado en Egipto, y que se apoya en la nueva postura antiisraelí de Turquía. Y detrás de todos ellos está el orden del día antiisraelí de B. Obama, porque si Obama sigue en su puesto significa que Israel actual será borrado del «libro de la vida». Se trata de que la lucha en Siria, en última instancia, – es una lucha antiisraelí, la lucha por la liquidación de Israel. Hasta ahí los cursos del gobierno mundial y del Islam político son paralelos. A continuación se separan. Como hemos visto por el incidente con el embajador estadounidense en Libia, los musulmanes políticos no tienen ninguna obligación con respecto al gobierno mundial que apoyó su lucha contra Kaddafi. En cualquier momento vuelven a dirigir sus armas contra Occidente. Para los musulmanes radicales la lucha contra Occidente se divide en varias partes. Como, por ejemplo, los bolcheviques llegaron a un acuerdo con los alemanes contra la Entente. Lo cual no significaba que los bolcheviques tuvieran el mismo programa que el Estado Mayor alemán. Tan solo la orden del día había coincidido en una corta etapa. Después, naturalmente, el Estado mayor alemán se había arrepentido amargamente por haberse relacionado con los bolcheviques. En este caso los revolucionarios siempre deben buscar el apoyo y los recursos en alguna parte. Por algún corto período pueden encontrarlo ahí donde los intereses de la trastienda mundial coincide con los intereses de los revolucionarios. Sin embargo no hay que olvidar que los revolucionarios tienen su propio programa – el derribo del sistema. Y B. Asad es parte del sistema.
¿Qué gana Turquía? Turquía está interesada en la marcha del gobierno nacional burocrático de Asad y la creación de una nueva alianza en base al Islam político. Además, en esta cuestión, lo más probable, es que también se alcance el acuerdo con Irán. Presumo, que ya ahora hay conversaciones para que la marcha de Asad no se convierta en una catástrofe geopolítica para Teherán. En el caso contrario ya en esta etapa la situación entre Irán y Turquía se complicaría drásticamente, pero esto no ocurre, pese al empeoramiento de las relaciones entre Turquía y Siria. Siria, como el aliado más próximo de Teherán, todavía no ha provocado el empeoramiento de las relaciones. Creo, que en realidad la cuestión podría alargarse, dado que hay incertidumbre con respecto al futuro de los republicanos de los EE.UU., con el futuro de M. Romney. Este último actúa del lado de Israel sin paliativos. En tal caso, aunque parezca paradójico, B. Asad sobreviviría. Pero entonces R. Erdogán queda en una situación bastante difícil. Por eso no quiere pasar a la ofensiva, no piensa pasar a la acción definitiva hasta que no quede claro el resultado de las elecciones del presidente en los EE.UU. Si se queda B. Obama, rematan a Asad, pero se abre el camino para la eliminación de Israel. Si B. Asad se queda, Israel recibe un suspiro, pero entonces bajo la dirección de M. Romney los EE.UU. entran en el colapso financiero. Resumiendo, en cualquier caso habrá una fuerte desestabilización de la situación mundial, aunque con guiones distintos.
– Los analistas de Oriente Medio afirman que Turquía aprovecha las posibilidades que después del nuevo barajar de cartas trae la redistribución de fuerzas en Asia Occidental y Norte de África, y que el inflado del problema sirio está relacionado con el deseo de afianzarse en Medio Oriente, sustituyendo a debilitado Egipto en el papel del país más fuerte de la región. ¿Podrá Turquía convertirse en una alternativa a Egipto?
– Egipto no está debilitado.
– Pero ya no juega el mismo papel que con H. Mubárak.
– Egipto jugaba este papel con H. Mubárak porque Mubárak era el representante de la administración republicana. Era hombre de Bush. Ya no hay administración republicana, no hay Bush. Al poder ha accedido Muhammed Mursi, quien representa a aquellas fuerzas que, como ya dije, temporalmente coinciden en objetivos con el gobierno mundial. Es decir que se trata de estructuras, orientadas hacia la acción conjunta con la burocracia internacional. Más aún, no se puede comparar a Turquía con Egipto. Turquía siempre ha sido más fuerte que Egipto. El ejército turco es uno de los más fuertes de la OTAN. Y Egipto es tan solo el país más fuerte del Oriente Árabe. Además, es bastante posible que Irán sea un país más fuerte que Turquía. En primer lugar, Irán ha adelantado a Turquía por el PIB; en segundo lugar, la ciencia y la tecnología iranís son autosuficientes e independientes. La industria turca, básicamente, produce bajo licencia. El nivel del desarrollo del Complejo Militar Industrial turco es del nivel de un país mediano de la OTAN como, por ejemplo, Portugal, España, Grecia y otros. Mientras que Irán posee tecnologías punta: nanotecnologías, biológicas, tecnologías de misiles etc. Irán es el país regional más fuerte. Después está Turquía como un país de la OTAN, con armamento de la OTAN. Y tan solo después está Egipto, que depende completamente de los suministros norteamericanos, de su ayuda militar. Por eso decir que Turquía ha aprovechado algún debilitamiento para sustituir a Egipto es incorrecto. Turquía es un potentísimo jugador junto con Irán. Tal vez, después de que se quite la componente siria que estorba a todos, surja una alianza entre Egipto, Turquía, Irán y, tal vez, Paquistán. Sería una realidad perfectamente factible. Y será, en primer lugar, una alianza político-militar dirigida contra los países del golfo Pérsico con regímenes monárquicos. Y sería una nueva palabra en la lucha contra el gobierno mundial.
El orden del día de los nuevos regímenes – de Mursi, Erdogán y, lo más importante, de Teherán – no coincide del todo con la problemática que surge ante las burocracias nacionales. La burocracia nacional clásica, comenzando por los EE.UU. son los republicanos, a continuación Rusia – es la burocracia corporativa de las fuerzas de seguridad, a continuación el Partido Comunista Chino, después Corea del Norte, y Asad mismo. Pero su situación no se parece en nada al nuevo régimen de los Hermanos Musulmanes en Egipto, no se parece al régimen de Erdogán, no se parece al régimen político de Irán. También surgen grandes problemas en este plano para Paquistán. En Paquistán también podrían acceder al poder los representantes de las fuerzas islámicas radicales, y los EE.UU. hacen lo posible, aterrorizando con los drones el Waziristán del Norte, creando, en última instancia, las premisas para la sustitución del régimen de Islamabad por los musulmanes radicales que se podrían unir a la futura alianza. Mientras tanto la alianza de Irán con Paquistán se sigue desarrollando. Por eso Egipto, Turquía, Irán y, probablemente, Paquistán formarían una alianza, con un enemigo común.
– ¿Aumentará próximamente el factor separatista kurdo en el territorio de Turquía? ¿Podrá ejercer una influencia destructiva sustancial sobre la estatalidad turca?
– Creo que sí. Ya está aumentando y los kurdos sirios están siendo activamente lanzados contra Ankara. Pero si Asad cae, los kurdos no tendrán ninguna perspectiva, porque los kurdos no les hacen falta a Irán, tampoco le hacen falta al premier iraquí Nuri al-Maliki. Este último estuvo en Rusia para comprar armas, en primer lugar, contra los kurdos. Nuri al-Maliki está bastante estrechamente relacionado con Teherán. Resulta que después de la marcha de Asad tres países alrededor de Turquía con presencia kurda estarán unidos sobre una plataforma antikurda para impedir la creación de un estado kurdo soberano. Los kurdos inevitablemente van a crear la burocracia nacional. Pero con la marcha de Asad la burocracia nacional se convertirá en la parte perdedora. Llega Obama, se va Asad, la burocracia nacional sufre la derrota. Por eso, creo, que no va a salir nada. Irán, Turquía, Iraq y Siria posterior a Asad serán enemigos de los kurdos, en la siguiente etapa a los kurdos los van a silenciar.
– Desde el momento de la intervención en Afganistán han pasado 11 años. Hace poco el movimiento Talibán ha anunciado su victoria en la operación contra el régimen de los talibanes que dura 11 años. En la declaración se dice: «Las tropas extranjeras abandonan Afganistán con vergüenza y humillados». ¿Cómo valora los resultados de la ocupación militar de Afganistán?
– Estoy de acuerdo con la declaración de los representantes del movimiento Talibán, pero considero que esa vergüenza y humillación no son suficientes. La derrota debería de ser todavía más impactante y vergonzosa, escandalosa desde el punto de vista de los medios y causando más bajas a la OTAN.
– Exactamente.
– Y en general me gustaría que ningún soldado de la OTAN saliera vivo de allí, a ser posible. Por desgracia la resistencia no tiene suficientes fuerzas para no dejarles «salir por pata».
– Tenía razón Maxim Shevchenko cuando dijo: «¡La tierra arderá bajo los pies de los norteamericanos!»
– La tierra siempre arde, sabe. También ardía bajo los pies de los alemanes en Bielorrusia en 1943, pero los alemanes pudieron abandonar el territorio con relativa tranquilidad y «salieron por pata», pese a un movimiento guerrillero bastante poderoso. Entonces la correlación de fuerzas era menos favorable a los alemanes, de lo que es ahora a la OTAN con respecto a los talibanes. Así que lo que hoy tenemos en la dirección afgana ya es una conquista heroica del pueblo afgano. Y a este heroísmo solo se puede aplaudir, inclinarse ante él y agradecerlo.
– ¡Totalmente de acuerdo!
– ¡El pueblo afgano ante nuestros ojos está rompiendo los dientes al agresor imperialista! ¡Además en estos 33 años de durísima guerra se ha enfrentado a los más terribles y dentados monstruos imperialistas del siglo XX! Y todos ellos se marchan con el rabo entre las piernas. Claro que ha costado innumerables víctimas. El pueblo afgano de 20 millones de personas a lo largo de estos más de 30 años ha perdido no menos de 40% de su población. ¡Y, sin embargo, ha ganado!
– Ahora hay que sentarse en la mesa de las negociaciones con los representantes del movimiento Talibán. Lo dije hace ya un año. Incluso el cabeza de la representación de la ONU en Afganistán Jan Kubis ha declarado que la ONU pretende iniciar un diálogo informal con todos los grupos políticos en Afganistán, incluidos los antigubernamentales. Jan Kubis expresó la esperanza de que los talibanes también se unan al diálogo. Además los gobiernos de Asia Central deben establecer el diálogo con los talibanes sin la intermediación de los EE.UU. y la OTAN, directamente. Los líderes de los regímenes centroasiáticos deben llevar el juego de adelantarse a los acontecimientos, pensando en la futura seguridad de la región. Incluso el experto Ariel Cohen ha expresado la duda de que el actual gobierno de Afganistán sea capaz de luchar contra el empuje del Talibán. A continuación en Afganistán se abrirá una nueva época – la época llamada «Talibán».
– Creo que sí. En este sentido Irán también se está preparando, porque a la última conferencia en Teherán asistieron conocidos talibanes. Eran los maestros espirituales de los talibanes de Paquistán, Afganistán. Es decir que Irán ya se prepara para la derrota y la huida de las marionetas de Afganistán. En Iraq ya ha pasado. En Iraq de hecho Teherán tiene la situación bajo su control. Al menos en la dirección sur. Se puede decir, que gracias a su diplomacia, incluso tal vez gracias a algunos momentos irracionales, Irán ha cumplido aquellos objetivos que Imam Jomeini formulaba al principio de la lucha contra Saddam: ¡la derrota de Iraq, su toma bajo control y la cabeza de Saddam en una bandeja! Esas eran las condiciones de la paz. ¡Y qué vemos como resultado? La derrota de Iraq, su puesta bajo control de Irán, tal vez de momento relativo, pero que está creciendo dinámicamente, y la cabeza de Saddam en bandeja… Y todo ello llevado a cabo por los norteamericanos, que consideran a Irán su peor enemigo.
– Parece la ironía del destino.
– Sí, se podría decirlo así. Es decir que Irán ha obligado a su enemigo a realizar todo el trabajo sucio, que no se pudo llevar a cabo directamente durante la guerra de 1980-1988. Lo mismo en Afganistán. Los talibanes estaban contra Irán en la cima de su poderío, masacraban a los cazareos-chiitas ¿y qué tenemos al final? Los norteamericanos quitaron el poder a los talibanes y H. Karzai coge el dinero de Teherán, haciendo reverencias. De hecho Afganistán hoy está bajo un control compartido: 50% controlado por los talibanes, 30% – por la OTAN y 20% – por Irán. Resulta que con Afganistán los norteamericanos en última instancia han vuelto a resolver la cuestión a favor de su peor enemigo. Si Irán se pone de acuerdo con Paquistán, con los talibanes seguro que encontrará el lenguaje común. De esta manera surge una poderosísima alianza entre Paquistán, Afganistán, Turquía, Egipto, Irán donde éste desempeñaría el primer papel. Explico por qué. Irán posee colosales recursos de gas y petróleo. Y con semejante alianza podrá manejarlos independientemente de si hay sanciones o no. Dentro de esta unión de aliados se podrá redistribuir esos recursos de tal manera que las sanciones pierdan su sentido. El segundo punto es un poderoso avance en las tecnologías, incluidas las del uso militar. En tercer lugar, se tratará de una nueva fuerza autónoma, no controlada por el gobierno mundial, una alianza antioccidental con ideología propia. Surgirá la realidad política sin precedentes de Eurasia del Sur.
Traducción directa del ruso de Arturo Marián Llanos