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Ayuda armamentística para Tbilisi

Fuentes: Junge Welt

Traducción Luis Montilla

Un día después de la decisión tomada con entera unanimidad por ambas cámaras del parlamento ruso, el presidente Dimitri Medvedev ha firmado el martes un decreto por el que reconoce como estados independientes a Osetia del Sur y a Absajia. «No ha sido una decisión fácil la que hemos tomado, pero es la única oportunidad para salvar vidas humanas» dijo el Jefe de Estado ruso en una entrevista televisiva. Las dos repúblicas ahora reconocidas por Moscú se habían separado de Georgia a principio de la década de 1990 después de que el Gobierno de Tbilisi hubiera anulado su estatus de autonomía y de que las tropas se hubieran entrado en acción. Un nuevo intento georgiano de reconquistar Osetia del Sur en la noche del 8 de agosto, condujo a Rusia a una acción de ayuda militar y humanitaria.

Muchos gobiernos occidentales, entre ellos también el alemán, habían intentado hasta el final con una posición intimidatoria y arrogante detener al presidente ruso, para que este no obedeciese la voluntad de los representantes del pueblo y de la inmensa mayoría del pueblo ruso, del absajio y del sudosetio. El presidente del Consejo de Asuntos Exteriores del Bundestag alemán, Ruprecht Polenz (CDU) describió la decisión del parlamento como «herramienta de tortura». «Las fronteras y la integridad territorial de Georgia deben ser respetadas como las de cualquier otro Estado» dijo el presidente estadounidense George W. Bush. La canciller alemana Angela Merkel señaló que el reconocimiento de Osetia del Sur y de Absajia era «absolutamente inaceptable». También el Secretario general de la OTAN Jaap de Hoop Scheffer, así como el presidente francés y actual presidente de la UE, Nicolas Sakozy, rechazaron la decisión de Rusia.

Y mientras los presidentes de Absajia y Osetia del Sur hablaban de un gran día en la historia de su pueblo, la reacción georgiana a la firma de Medvedev, como era de esperar, era un tajante rechazo. El viceministro de Asuntos Exteriores georgiano, Giga Bokeria, un estrecho confidente del presidente Mijail Saakaschvili, señaló que el reconocimiento ruso de ambas repúblicas era «una clara agresión». Alexander Lomaja, jefe de la seguridad georgiana declaró, que la decisión de Medvedev no tiene «ningún valor legal» y traerá «duras consecuencias políticas», sin precisar esta amenaza.

Mientras tanto se pronunciaron los senadores estadounidense Joe Lieberman (antiguo demócrata, ahora independiente) y Lindsey Graham (republicana) a favor de rearmar rápidamente a Georgia para una guerra de revancha. Los EE.UU. se habían concentrado hasta ahora en proporcionar a Georgia armas «ligeras» para luchar contra el terrorismo. Ahora necesitan sistemas aéreos de defensa y armas pesadas contra tanques, precisaron ambos senadores. Lieberman tiene una estrecha amistad con el candidato republicano a la presidencia John McCain y le apoya en su campaña electoral.

Varios militares rusos manifestaron el martes su intranquilidad ante la concentración de buques de guerra de la OTAN en el Mar Negro. Tras sus denuncias hay ya diez barcos, entre ellas tres fragatas de Alemania, España y Polonia. Se esperan ocho buques más. Entre los barcos que ya se encuentran en el lugar, hay también dos estadounidenses que supuestamente traen a Georgia ayuda humanitaria civil. El destructor «USS McFaul» está equipado con cohetes dirigidos Tomahawk que pueden llevar cabezas nucleares y que tienen un alcance de 2.500 kilómetros. El buque de guerra estadounidense está anclado desde el domingo frente a Batumi en Georgia y hoy debe atracar en Poti de forma demostrativa. Este puerto georgiano esta protegido por tropas rusas frente a traficantes de armas.

http://www.jungewelt.de/2008/08-27/001.php