Con editoriales entusiastas, películas antiestadounidenses y canciones sobre la guerra comercial, China trata de atizar el patriotismo de su población en un contexto de ataques a todos los niveles de Estados Unidos y de deterioro de las relaciones bilaterales. El conflicto comercial, contenido hasta la fecha, se transformó en un enfrentamiento verbal abierto desde que […]
Con editoriales entusiastas, películas antiestadounidenses y canciones sobre la guerra comercial, China trata de atizar el patriotismo de su población en un contexto de ataques a todos los niveles de Estados Unidos y de deterioro de las relaciones bilaterales.
El conflicto comercial, contenido hasta la fecha, se transformó en un enfrentamiento verbal abierto desde que la semana pasada la administración de Donald Trump colocó al gigante de las telecomunicaciones Huawei en una lista de empresas sospechosas de espionaje a cuenta de Pekín.
La decisión veta la venta de tecnología estadounidense a la compañía china y pone en riesgo su supervivencia. Las negociaciones comerciales, por su parte, no se reanudaron, en tanto ambas potencias siguen enfrentándose a golpe de aranceles.
El viernes, la agencia de prensa oficial china Xinhua denunció «la naturaleza caprichosa» de Washington y prometió que Pekín se batiría con el espíritu combativo de la «Larga marcha» (1934-1936).
El artículo se hacía eco de unas declaraciones del presidente Xi Jinping, que esta semana evocó -sin mencionar explícitamente a Huawei o la guerra comercial- este periplo heroico que permitió a los comunistas, al precio de innumerables muertes, escapar de los nacionalistas durante la guerra civil china.
China y Estados Unidos «atravesarán un largo periodo de conflicto irracional», advirtió por su parte Zhang Yansheng, investigador del Centro Chino de Intercambios Económicos Internacionales (CCIEE), un grupo de reflexión semioficial.
Películas de guerra
«Durante este proceso, etapa tras etapa, […] terminarán por entenderse, por hacerse frente y, [por último] por cooperar», consideró el miércoles durante un encuentro con la prensa en Pekín, organizado por el gobierno.
En otro artículo, Xinhua tildó, la víspera, a la administración Trump de «egoísta y arrogante».
«Estados Unidos viola las reglas internacionales, reniega de sus acuerdos de cooperación y nos machaca los oídos con su ‘Estados Unidos primero’, sus privilegios y su concepto de excepcionalidad estadounidense», denunció.
Desde que Donald Trump aumentó los aranceles a mediados de mayo para los productos chinos, sobre unos 200.000 millones de dólares en importaciones anuales, el Diario del Pueblo, periódico del Partido Comunista Chino (PCC), ha publicado cada día una sección titulada «Voz de alarma».
En ésta, el rotativo busca desmontar los argumentos del mandatario estadounidense, que defiende que el desarrollo económico y tecnológico de China amenaza a Estados Unidos.
La televisión pública se unió al movimiento y durante seis días consecutivos (del 16 al 21 de mayo), CCTV difundió en horario de máxima audiencia, en su cadena de películas, filmes sobre la guerra de Corea, con la intención de avivar el sentimiento patriótico.
En ese primer conflicto de la Guerra Fría, ocurrido entre 1950 y 1953, Corea del Norte, apoyada por China, se enfrentó a Corea del Sur, respaldada por Estados Unidos.
«En peligro»
Una canción titulada «La guerra comercial», que insta a «derrocar al agitador», se ha hecho viral esta semana en Internet en China.
El tema es obra de un responsable político jubilado, que utilizó la música de una película patriótica sobre la guerra entre China y Japón (1937-1945). Pero su videoclip fue retirado de las redes sociales porque contravenía las normas de contenidos en línea.
«Como en la película, la nación china está en peligro», explicó a la AFP Zhao Liangtian, autor de la letra. «Con esta canción, quise que la gente tome conciencia de que hay que estar unidos y ser solidarios para llevar a cabo esta batalla», declaró.
En China, la mayoría de los internautas apoyan a Huawei desde que Washington amenazó a la empresa, viendo en la acción de Estados Unidos una campaña para obstaculizar el desarrollo tecnológico del gigante asiático.
Una minúscula minoría de chinos hizo un llamado en internet al «boicot a los iPhones», en contra de la opinión de otros internautas, que apuntaron que el boicot es contraproducente, en un país en el que los productos «made in USA» gozan de gran popularidad.
Una idea defendida, incluso, por el fundador de Huawei. Ren Zhengfei, deseoso de evitar cualquier escalada, instó a seguir comprando productos de Estados Unidos, confesando que su propia familia es una gran amante de los dispositivos Apple.