Las marinas de Rusia y China participarán por primera vez en un ejercicio conjunto en el Mediterráneo con 9 nueve buques de guerra a mediados de mayo. «El objetivo es profundizar la cooperación amistosa y práctica de los dos países e incrementar las capacidades de nuestras Marinas para repeler conjuntamente los peligros para la seguridad […]
Las marinas de Rusia y China participarán por primera vez en un ejercicio conjunto en el Mediterráneo con 9 nueve buques de guerra a mediados de mayo. «El objetivo es profundizar la cooperación amistosa y práctica de los dos países e incrementar las capacidades de nuestras Marinas para repeler conjuntamente los peligros para la seguridad en el mar» [1], dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Geng Yansheng, que a su vez aseguró que las tripulaciones chinas y rusas perfeccionarán sus prácticas de navegación segura, reabastecimiento en alta mar, extinción de incendios y seguimiento de barcos mercantes.
Serán navíos de la vigésima flotilla de la Armada china, que están patrullando en el golfo de Adén y en la región del océano Índico, los que naveguen en el Mediterráneo. Pekín y Moscú realizan entrenamientos navales conjuntos desde 2012, anteriormente solo se habían llevado a cabo en aguas del océano Pacífico.
Uno de los objetivos militares de China es el desarrollo de una marina de guerra que va más allá de las aguas costeras, capaz de desplazarse por todos los océanos del mundo. Aunque los ejercicios en el Mediterráneo parecen ser modestos, Rusia quiere demostrar a los Estados Unidos que no está aislada y puede realizar patrullas navales cerca de Europa del Este, mientras para la armada china es el ejercicio militar más lejano que haya realizado. Pekín y Moscú están enviando una señal política a Washington, demostrando un desarrollo común en sus intereses estratégicos.
La única fuerza militar en la región mediterránea, desde el fin de la Guerra Fría, fue la OTAN a partir del Diálogo Mediterráneo (DM), dentro de la Iniciativa Mediterránea de la OTAN, cuyo objetivo era crear una red de países donde Marruecos, Argelia, Mauritania, Túnez, Egipto, Jordania e Israel fueran miembros de la Iniciativa Mediterránea de la OTAN. Los países de Libia, Siria y el Líbano no pertenecen a dicha iniciativa pero el Mar Mediterráneo se ha convertido en un lago de la OTAN.
El DM empezó en 1994, se encargó de diseñar el proyecto regional y militar de la OTAN, para extender su control militar en Norte de África y Oriente Medio, siendo la labor de la UE integrar a estos países en una asociación política, enlazando con el proyecto atlantista de un «Nuevo Oriente Medio» que combina alianzas militares con el desarrollo de políticas neoliberales. EEUU, Israel, UE y la OTAN ha formulado planes para dividir Siria, Libia y Líbano, formando parte del objetivo de controlar el litoral mediterráneo, Oriente Medio y África del Norte.
Israel tiene fuertes vínculos con la UE siendo un ejemplo su participación en la Operación Active Endeavour, una armada naval de la OTAN que cerca las costas de Siria y Líbano desde 2006. Al siguiente año Israel participó en maniobras de la OTAN en el mar Mediterráneo, mar Rojo y mar Negro. Bruselas acepta la expansión de la OTAN en el Mediterráneo junto a Washington, ambos controlarán la periferia exterior occidental, bajo el armazón de la Unión por el Mediterráneo, un proceso hacia la dominación económica del Mediterráneo por la UE, con la balcanización del Líbano y Siria, para el beneficio de las corporaciones de energía occidentales.
Israel colabora con Estados Unidos y la alianza franco-alemana para desarrollar la estrategia imperial de los países occidentales en el Mediterráneo, con una repetición de la relación militar política que permitió a Washington tener el control de la UE, en la Guerra Fría, bajo la OTAN. Una estructura similar se da en el Golfo Pérsico, la UE ha tenido relaciones con el Consejo de Cooperación del Golfo desde 1988 y con el Consejo de Cooperación de Estambul en 2004, con un impulso vertiginoso de las relaciones entre la UE y el CGC, debido al temor frente a Rusia, China e Irán que quieren establecer relaciones con los países del Golfo Pérsico.
En el año 2004, se eleva el DM del nivel de partenariado a un mayor rango y dotándole de un mayor presupuesto. El año coincide con las denominadas «revoluciones de colores», la Revolución de los Tulipanes en Kirguistán, la Revolución de las Rosas en Georgia, la Revolución de los Cedros en el Líbano, la Revolución Naranja en Ucrania o la Revolución Púrpura en Iraq. Con un aumento en el número de reuniones, se celebran desde entonces, tres reuniones de ministros de Asuntos Extranjeros de los países de la OTAN con el DM, dos reuniones de ministros de Defensa de dichos países, diez reuniones de jefes de Estados Mayor de la Defensa de los países de la OTAN y del DM, siendo la última de ellas celebrada en Italia en septiembre de 2011, apenas un mes antes del asesinato de Gadafi en plena invasión a Libia. En el nuevo concepto estratégico de la OTAN creado en el año 2009, se menciona que el DM tiene el objetivo de profundizar la extensión de la OTAN y permanecer abiertos a la inclusión de nuevos países de la región a dicho diálogo y para que el DM se adapte mejor a sus intereses propios y permanezca bajo un cuadro de cooperación específica. El objetivo que se reflejan en los documentos de forma implícita es que si un país de la ribera sur, no acepta ser incluido en el DM toda acción que se emplee para forzar a dichos países a su inclusión es válida, de ahí que tanto Libia y Siria, países no miembros de dicha asociación, hayan sido bombardeados para que se unan a la fuerza a las estructuras de la OTAN.
Tras la caída de Gadafi, Libia que había sido la única nación norteafricana que no pertenecía a la asociación militar de la OTAN del DM, se convirtió en su octavo miembro y forma parte de la OTAN y el AFRICOM. La operación en Libia ha sido la primera acción con la que se ha puesto a prueba el tercer concepto estratégico de la OTAN, donde existen una vinculación entre la creación del AFRICOM en 2008, el mismo año que se crea la Unión por el Mediterráneo, con la expansión de la OTAN en África.
No hay que olvidar que la base de Tartus, en territorio sirio, es el único punto de apoyo de la armada rusa en la región del Mediterráneo. Siria es el último reducto de EEUU y la OTAN para consolidar el control sobre Europa y la cuenca mediterránea, ha sido la única nación del Mediterráneo y de los estados árabes restantes que no se han subordinado a los intereses de Estados Unidos y la OTAN.
Nota
[1] http://actualidad.rt.com/
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