Los especialistas notan que el mayor problema se esconde en que los países y las empresas privadas intentan explorar los mismos sitios y recursos que son limitados.
Científicos del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian advierten que la búsqueda de recursos de la Luna podría desatar nuevas tensiones políticas y económicas, o incluso conflictos en la Tierra, según un estudio publicado en la revista Transactions of the Royal Society.
Los autores de la investigación afirman que muchos de los recursos útiles y valiosos en la Luna se concentran en un número modesto de regiones que son bastante pequeñas y se ubican a pocos kilómetros unos de otros. De esta manera, sin políticas o acuerdos internacionales entre países es posible que se desaten disputas en el futuro.
«Mucha gente piensa del espacio como un lugar de paz y armonía entre las naciones. El problema es que no hay una ley para regular quién puede usar los recursos, y hay un número significativo de agencias espaciales y otros en el sector privado que intentan a aterrizar en la Luna en los próximos cinco años», destacó Martin Elvis, autor principal de estudio.
Según los especialistas, los recursos como el agua y el hierro son importantes porque permitirán realizar investigaciones futuras y lanzar misiones desde la Luna. «No quieres llevar recursos desde la Tierra para el apoyo de la misión, preferirías obtenerlos de la Luna. El hierro es importante si quieres construir cualquier cosa en la Luna, sería absurdamente costoso transportar hierro a la Luna», comentó Elvis.
Tony Milligan, coautor del estudio, destacó que «desde que las muestras de roca lunar devueltas por el programa Apollo indicaron la presencia de helio-3, la Luna se ha convertido en uno de los varios recursos estratégicos».
Aunque existen algunos acuerdos, como el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, de 1967, que prohíbe la apropiación nacional por reivindicación de soberanía, y los Acuerdos Artemis, de 2020, que destacan la exploración pacífica, la transparencia de las actividades y la coordinación, ninguno de ellos está destinado a una protección sólida de recursos, indican los especialistas.
De acuerdo con otra coautora, Alanna Krolikowski, «ya existen importantes fundamentos conceptuales y podemos comenzar a implementar, o al menos deliberar, medidas locales concretas para abordar los problemas previstos en sitios específicos hoy».
Los científicos opinan que un primer paso tiene que ser la creación de un acuerdo entre los países. Según los investigadores, el acuerdo debe centrarse en la naturaleza de los recursos en juego, en cómo pueden ser distribuidos sus beneficios y, fundamentalmente, en los peores escenarios que los usuarios tratan de evitar.
«El desarrollo de un acuerdo sobre estas cuestiones es una condición previa para la coordinación exitosa de las actividades en estos sitios lunares singularmente atractivos», subrayó Krolikowski.