Los drones son la novedad de la guerra rusa contra Ucrania y están marcando un importante punto de inflexión en los principios de la estrategia bélica.
El panorama es muy distinto al del inicio de una guerra que comenzó con tanques rusos cruzando las fronteras de Ucrania, trincheras cavadas en la tierra al estilo de la Primera Guerra Mundial y artillería de fabricación soviética golpeando el paisaje. Hoy los soldados observan el campo de batalla en un pequeño monitor conectado a un dron del tamaño de la palma de la mano, que se pierde de vista.
Con cientos de aviones no tripulados de reconocimiento y ataque sobrevolando Ucrania todos los días, la lucha iniciada por una apropiación de tierras clásica de la guerra del siglo XVIII se ha transformado en una competencia de la era digital por la superioridad tecnológica en los cielos, que los anales militares marcarán como un verdadero momento de quiebre.
El lunes, los ucranianos lograron un cambio cualitativo en el uso de drones al ejecutar su ataque más descarado en territorio ruso en los nueves meses que lleva la guerra. Ucrania apuntó sus drones a dos bases militares a 500 kilómetros dentro del país: una, la de Engels, a menos de 200 kilómetros de Moscú; la otra, la de Dyagilevo, en la ciudad central de Ryazan. Al día siguiente, el martes 6 de diciembre, un nuevo ataque ucraniano con drones alcanzó un depósito de combustible en la cercanía de Kursk, a 700 kilómetros de la frontera ucraniana.
Los patrocinadores occidentales de Ucrania sostienen que se han negado a suministrarle a Kiev armas de largo alcance que podrían penetrar en territorio ruso, tratando de evitar una extensión territorial del conflicto. Pero el fabricante de armas estatal de Ucrania, Ukroboronprom, dijo en octubre que estaba «finalizando el desarrollo» de un dron con una ojiva de 75 kilogramos y un alcance de mil kilómetros, y anunció el domingo que había completado las pruebas del arma. “Esperamos poder probarlo en combate”, dijo Natalia Sad, portavoz del fabricante de armas, en la televisión nacional el domingo por la noche. Lo probaron al día siguiente.
Los drones se lanzaron desde territorio ucraniano y al menos uno de los ataques se realizó con la ayuda de fuerzas especiales cercanas a la base de Engels, que guiaron los drones hacia el objetivo. No está claro cómo las fuerzas especiales ucranianas pudieron infiltrarse en Rusia, o qué tan cerca estuvieron de cualquiera de las bases. Pero el asesinato con coche bomba en agosto de la comentarista ultranacionalista Daria Dugina (se supone que el objetivo era su padre, Alexandr Dugin, el estratega ideológico de Vladimir Putin) mostró capacidades similares.
En conflictos anteriores, los drones solían ser utilizados por un bando en un espacio aéreo en gran parte no disputado. Se lo usaba para localizar y alcanzar objetivos en operaciones, por ejemplo, estadounidenses en Afganistán y Oriente Medio. En la batalla entre Rusia y Ucrania, en cambio, los drones se integran en cada fase de la lucha, con amplias flotas, defensas aéreas y sistemas de interferencia en cada lado. Es una guerra que se libra a distancia (kilómetros pueden separar a los enemigos) y nada cierra la brecha mejor que los drones, lo que les da a Rusia y Ucrania la capacidad de verse y atacarse sin siquiera acercarse.
Hoy los drones se han vuelto tan críticos para el éxito en el campo de batalla que también se utilizan para eliminar a otros drones. El desarrollo estratégico fue rápido. A principios de septiembre, pocos días antes de que Ucrania lanzara una ofensiva para expulsar a las fuerzas rusas de la región nororiental de Jarkov, un dron de reconocimiento ucraniano voló a través de un espacio entre dos sistemas de interferencia cerca de la frontera rusa. Cruzó a Rusia y giró hacia el norte a través de la región de Belgorod, donde Rusia basa equipos para apoyar su guerra en el este de Ucrania.
El dron detectó una base para los vehículos aéreos no tripulados de Moscú, según imágenes aéreas capturadas por los ucranianos que luego fueron revisadas por The Washington Post. En un cuadro se podía ver un Orlan-10 ruso con una hélice de marca registrada en la nariz, asentado en el campo junto a una casa. Luego, en una foto del “después”, la casa tenía un agujero en el techo y se podía ver una ambulancia conduciendo. Un dron de ataque ucraniano había seguido la misma ruta que el dron de reconocimiento y lanzó un ataque contra la flota de “ojos” enemigos. El ataque, del que no se había informado anteriormente, asestó un duro golpe a la capacidad de las fuerzas rusas para adelantarse a la ofensiva ucraniana y contraatacar.
Mientras tanto, los ucranianos desplegaron vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento para marcar las coordenadas de los puestos de mando rusos, baterías de artillería, sistemas de guerra electrónica y depósitos de municiones. Luego, cuando los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple proporcionados por la OTAN dispararon contra esos objetivos, los drones volvieron a volar, redirigiendo el disparo del cohete en tiempo real o confirmando que dio en el blanco. A veces, los propios drones de combate daban el golpe.
Los ataques ucranianos debilitaron a los rusos y prepararon el escenario para el avance de sus soldados. Cuando lo hicieron, los drones estaban nuevamente sobrevolando, lo que permitió al comandante de la operación monitorear el progreso de las tropas en una transmisión en vivo. “Teníamos una imagen completa de la pelea”, dijo el coronel general Oleksandr Syrsky, comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania. El resultado fue una sorprendente retirada rusa.
“Dos desarrollos principales afectarán la guerra futura”, dijo Samuel Bendett, analista militar del grupo de investigación CNA, con sede en Virginia: “La proliferación y disponibilidad de drones de combate para operaciones más sofisticadas y de mayor alcance y la absoluta necesidad de contar con drones tácticos baratos para operaciones de apoyo cercano”.
Más que nada, los drones ponen ojos en el campo de batalla. Y para ver los movimientos del enemigo, el Ejército ucraniano creó la primavera pasada una unidad de equipos de drones de reconocimiento llamada Ochi (Ojos, en ucraniano). Los equipos son de cuatro personas y ahora están repartidos por el frente oriental, haciendo volar vehículos aéreos no tripulados todos los días, excepto cuando llueve.
Los drones utilizados en la guerra
Por parte de Rusia:
Shahed-136
Longitud: 11 pies, 5 pulgadas
Velocidad máxima: 115 mph
Peso aproximado: 440 libras
Rango: Alrededor de 1,100-1,500 millas
De fabricación iraní, tiene una nariz que contiene una ojiva explosiva y sensores ópticos.
Orlan-10
Longitud: 6 pies, 6 pulgadas
Velocidad máxima: 93 mph
Peso aproximado: 20 libras
Alcance: alrededor de 68 millas
Hélice de marca registrada en la nariz, fabricado por el Centro de Tecnología Especial de Rusia para las Fuerzas Armadas rusas.
Por parte de Ucrania:
Switchblade 300
Longitud: 20 pulgadas
Velocidad máxima: 100 mph
Peso aproximado: 5.5 libras
Alcance: alrededor de 6 millas
Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania cientos de Switchblade 300, diseñados para atacar a pequeños grupos de soldados o vehículos blindados. Su pequeño tamaño los hace más fáciles de ocultar, pero también limita su alcance. Comparativamente, el Shahed-136, que es muy utilizado en Rusia, es mucho más grande y ruidoso. Pero puede destruir un edificio de un solo golpe.
Bayraktar TB2
Longitud: 21 pies 4 pulgadas
Velocidad máxima: 138 mph
Peso apeoximado: 1,213 libras
Alcance: alrededor de 186 millas
El Bayraktar TB2, desarrollado y fabricado por Baykar, una empresa de defensa turca, tiene el tamaño de un avión pequeño y está equipado con misiles guiados por láser. El dron puede realizar reconocimientos y atacar objetivos, lo que lo convierte en una parte importante del arsenal de Ucrania contra las fuerzas rusas.
Matrice 300 RTK
Longitud: 32 pulgadas
Velocidad máxima: 51 mph
Peso aproximado: 8 libras
Alcance: alrededor de 9 millas
Los drones comerciales económicos como el Matrice 300 han aumentado drásticamente la visibilidad en el campo de batalla. Muchos son proporcionados por voluntarios o con fondos donados.
Utilizado por ambas fuerzas:
Mavic 3
Longitud: 14 pulgadas
Velocidad máxima: 43 mph
Peso aproximado: 2 libras
Alcance: alrededor de 9 millas
* Fuentes: Defense Express, AeroVironment, DJI, Baykar Tech.
Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/como-matarnos-mejor/