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¿Deberían retirarse las tropas españolas de Líbano?

Fuentes: El Mundo

Sería una ironía que el voluntarioso imperialismo español de nuevo cuño en tierras árabes echase al PSOE del gobierno en 2007, como le sucedió al PP hace tres años. El PP mintió respecto a los motivos de la participación española en la guerra contra Iraq. El PSOE no dice la verdad cuando explica que España […]

Sería una ironía que el voluntarioso imperialismo español de nuevo cuño en tierras árabes echase al PSOE del gobierno en 2007, como le sucedió al PP hace tres años. El PP mintió respecto a los motivos de la participación española en la guerra contra Iraq. El PSOE no dice la verdad cuando explica que España no se va de Líbano porque las tropas están en misión de paz y legalmente bajo mandato de la ONU.

El gobierno no retira las tropas porque sabe que seis soldados profesionales muertos allí los aguanta España, algo insostenible en el caso de casi doscientos civiles en Atocha. De momento, porque como advierte Robert Fisk, «la ONU sabe que las tropas volverán a ser atacadas» (The Independent, 26/5/07).

Cuando esto suceda a gran escala, cuando Israel decida vengar su derrota del verano pasado, cuando Siria o Irán se vean amenazados o atacados, cuando los Territorios Ocupados se incendien de nuevo, en fin, cuando la tragedia de Oriente Medio se agrave aún más, veremos cómo acaba la historia del imperialismo «ilustrado» de la izquierda española, incomprensiblemente aliada del criminal imperialismo occidental.

El gobierno puede repetir hasta la saciedad que la misión militar es de paz y que la posición internacional española requiere nuestra presencia allí y en Afganistán, pero no logrará la bendición de los árabes y musulmanes por muchas mantas y botes de leche condensada que repartan las tropas en Oriente Medio. Aquéllos saben que España es aliada de Israel, agresor de Líbano, Palestina, Siria y principal instigador de la guerra contra Iraq e Irán. Por si hay dudas cabe recordar que el Daily Star informó el pasado 18 de febrero del apedreamiento por parte de los locales a las tropas españolas establecidas en Marjayoun, que no ha sido el único enfrentamiento.

Este gobierno de «izquierdas» oculta a la opinión pública bajo la capa de los mandatos de la ONU, tras bellas palabras de paz y fotos de niños libaneses sonrientes junto a jóvenes apuestos uniformados, lo que los árabes y musulmanes saben:

Que la FINUL, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano, tiene casi 30 años y no ha evitado las numerosas agresiones de Israel contra Líbano, las cuales han producido la muerte de miles de personas, la destrucción de su infraestructura y la siembra de miles de minas. Esto no solamente permanece impune, sino que el agresor disfruta del apoyo económico, político y militar de los «pacificadores».

Que la FINUL fue establecida para confirmar la retirada de las fuerzas israelíes de Líbano y restaurar la paz y la seguridad internacional, lo cual no ha conseguido jamás. Sin embargo Israel se retiró en el año 2000 por la potente actuación de Hizbolá. Israel volvió a atacar en 2006, pero este movimiento de resistencia islámica revalidó con excelente nota esa actuación e Israel se retiró. Todo lo que hizo la FINUL fue levantar acta y perder a cuatro soldados que murieron en un ataque israelí contra su base de observación.

Que la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, aprobada para prolongar el mandato de la FINUL, «coordinar», «asistir» y otras palabras huecas, en realidad está para servir a los intereses de Estados Unidos e Israel. Todavía hoy los aviones de guerra israelíes violan a voluntad el espacio aéreo libanés sin que la FINUL haga otra cosa que apuntar en sus libretas el número de violaciones. Al mismo tiempo, Estados Unidos persigue a Hizbolá mientras arma a Israel.

El Sr. Zapatero quiere un milagro imposible: que España sirva con sus tropas en Líbano a «la causa de la paz y la solidaridad», según dijo en el Congreso, mientras vende armas a Israel, realiza maniobras militares con este país y se une a la política de Estados Unidos. Muchos españoles no saben qué es la FINUL y qué relaciones tenemos con Israel, pero los árabes sí y algunos muestran su descontento.

Agradezco a Alberto Cruz sus aportaciones al texto.