El 28 de septiembre se celebra en Ecuador el referendo aprobatorio para la nueva Constitución promovida por el presidente Rafael Correa. BBC Mundo presenta algunas claves sobre el tema. ¿Sobre qué se pronunciarán los ecuatorianos? ¿Cuáles son los cambios más trascendentales? ¿Por qué una nueva Constitución? ¿Qué sucedió con la Asamblea Constituyente? ¿Qué es la […]
El 28 de septiembre se celebra en Ecuador el referendo aprobatorio para la nueva Constitución promovida por el presidente Rafael Correa. BBC Mundo presenta algunas claves sobre el tema.
¿Sobre qué se pronunciarán los ecuatorianos?
¿Cuáles son los cambios más trascendentales?
¿Por qué una nueva Constitución?
¿Qué sucedió con la Asamblea Constituyente?
¿Qué es la Asamblea Nacional y el Régimen de Transición?
¿Por qué hay denuncias en contra del proyecto?
¿Qué temas generan controversia?
¿Sobre qué se pronunciarán los ecuatorianos en el referendo?
Tendrán que votar a favor o en contra del proyecto de nueva Constitución que la Asamblea Constituyente aprobó el pasado 24 de julio.
La Asamblea de plenos poderes fue convocada por el presidente Rafael Correa al inicio de su mandato, en enero de 2007, y ratificada por los ecuatorianos por medio de una consulta popular.
Su gestión duró ocho meses y estuvo conformada por 130 asambleístas que fueron elegidos por votación popular. La mayoría de los escaños fueron obtenidos por el movimiento oficialista Alianza País que estuvo representado por 73 asambleístas.
El proyecto de Constitución consta de 444 artículos, 30 disposiciones transitorias, y el reglamento del Régimen de Transición.
¿Cuáles son los cambios más trascendentales que propone el proyecto constitucional?
A grandes rasgos, el proyecto de Constitución propone la ampliación y reformas a los derechos de grupos vulnerables como discapacitados, mujeres embarazadas, ancianos y personas privadas de libertad.
Reconoce derechos a los inmigrantes, a la naturaleza y propone también los derechos del «buen vivir», un principio filosófico indígena (suma kausay) basado en una vida sana.
En este sentido se reconoce el derecho al agua y a los alimentos, al medio ambiente sano, se garantiza educación pública gratuita hasta nivel universitario, como la atención médica gratuita en emergencias.
Al presidente se le da la facultad de poder disolver la Asamblea Nacional por una sola vez, pero al mismo tiempo esta acción obliga a un llamado adelantado de elecciones presidenciales.
El sistema de garantías constitucionales aumentaría, se permitiría votar a militares, policías y extranjeros y se reconocería la unión entre homosexuales como un «tipo» de familia.
¿Por qué una nueva Constitución?
La Constitución que actualmente se encuentra en vigencia en Ecuador fue elaborada en 1998, tras la crisis política que conllevó la caída del ex presidente Abdalá Bucaram. Esta Constitución no logró dar estabilidad al escenario político del país y en los años sucesivos se produjeron dos nuevos derrocamientos presidenciales seguidos por sendos gobiernos de transición.
En total Ecuador tuvo siete presidentes en una década y ninguno de ellos gobernó el período presidencial de cuatro años establecido en la Constitución.
Tras la caída del presidente Lucio Gutiérrez en la llamada «revuelta de los forajidos», los actores sociales exigieron a su sucesor, Alfredo Palacio, la creación de una nueva carta política que reforme las instituciones del Estado y dé más garantías a la ciudadanía.
En sus casi dos años de mandato Palacio hizo varios intentos por conformar una Asamblea Constituyente, pero no contó con el suficiente respaldo de los partidos políticos en el Congreso Nacional.
La promesa principal de la campaña electoral de Rafael Correa, ex ministro de Finanzas de Palacio, fue la convocatoria a una Asamblea Constituyente por medio de plebiscito, y durante su gestión como presidente, tanto la Asamblea como el proyecto de Constitución han sido el eje principal en el que sustenta su programa de gobierno.
¿Qué sucedió con la Asamblea Constituyente?
La Asamblea Constituyente se declaró en receso hasta la celebración del referendo.
En caso de que el voto sea favorable al proyecto de Constitución, la Asamblea conformará una Comisión Legislativa y de Fiscalización, a la que también se le ha llamado como «congresillo» y que cumplirá las funciones de la Asamblea Nacional previstas en la Constitución durante el Régimen de Transición.
¿Qué es la Asamblea Nacional y qué es el Régimen de Transición?
De aprobarse el proyecto, el Congreso Nacional cambiará de nombre y en adelante se denominará como Asamblea Nacional.
El Régimen de Transición se aplicará desde la aprobación del proyecto de constitución hasta la elección de nuevas autoridades.
Durante este régimen el Consejo Nacional Electoral (actual Tribunal Supremo Electoral cuyo nombre también se modificará) llamará a elecciones generales para presidente y vicepresidente de la república, integrantes de la Asamblea Nacional, prefectos, alcaldes, consejeros, concejales y parlamentarios andinos.
¿Por qué hay denuncias en contra del proyecto?
Existen dos denuncias presentadas a la Fiscalía en contra del proyecto de Constitución por una supuesta alteración de los textos originales que se aprobaron en el debate final de la Asamblea.
León Roldós, ex asambleísta de oposición y uno de los denunciantes afirmó a los medios locales que existe un «fraude ideológico» por los cambios en los textos.
El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, niega que exista tal alteración.
¿Quiénes se oponen al proyecto?
Hay algunos grupos que están en contra de elementos muy particulares del nuevo proyecto. La Iglesia Católica y la Evangélica se oponen a algunos artículos que supuestamente «abren la puerta al aborto».
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, se opone al texto porque presuntamente atentaría contra las autonomías de los municipios.
Algunos partidos políticos de oposición en cambio acusan que el proyecto pretende «estatizar» la economía ecuatoriana y anotan que habría mucha concentración de poder en la figura del presidente.
¿Hay otros temas que generen controversia?
Las interpretaciones a favor y en contra crecen conforme la sociedad estudia con mayor detenimiento el proyecto.
Algunos analistas aseguran que la Constitución deja el camino libre al ejecutivo para «desdolarizar» la economía, aunque el propio presidente Correa garantizó que la moneda estadounidense se mantendrá durante su mandato a pesar de declararse como un detractor de la dolarización.
También existen cuestionamientos acerca del papel del Estado frente a la propiedad privada, y a su injerencia sobre ciertos sectores denominados como «estratégicos».