La Coordinadora de Movimientos Sociales, denunció que el Gobierno de Alfredo Palacio, como regalo de despedida, acaba de adjudicar a las compañías MOVISTAR y PORTA una nueva frecuencia en la banda de 1900 MHz, para servicios de tercera generación: transmisión de datos, video, imágenes, etc; sin licitación, provocando un millonario perjuicio económico al país y […]
La Coordinadora de Movimientos Sociales, denunció que el Gobierno de Alfredo Palacio, como regalo de despedida, acaba de adjudicar a las compañías MOVISTAR y PORTA una nueva frecuencia en la banda de 1900 MHz, para servicios de tercera generación: transmisión de datos, video, imágenes, etc; sin licitación, provocando un millonario perjuicio económico al país y en forma antiética, pues se realiza en momentos en que se renegocian los contratos originales de telefonía celular que fenecen el 2008 y mientas el pueblo está concentrado en el proceso electoral.
El CONATEL concesionó frecuencia por un costo de US$ 4.4 millones, mientras en EEUU se acaba de adjudicar una banda similar por US$ 15 mil millones, diferencia abismal que las autoridades de telecomunicaciones deben explicar y responder al país, pues si tomamos como ejemplo solo el 65% de abonados de PORTA, 3 millones de usuarios, a un costo por minuto de US$ 0.49, los US$ 4.4 millones, se amortizarían en apenas 3 minutos, el tiempo que dura la canción «Escándalo», del español Rafael.
Las operadoras móviles OTECEL (MOVISTAR) y CONECEL (PORTA) solicitaron una nueva frecuencia argumentando dificultades, congestión y saturación en la actual banda, lo cual contrasta con el informe de la Superintendencia de Telecomunicaciones, entidad de control que votó en contra de la mencionada concesión.
Los sectores sociales preparan acciones legales para revertir la frecuencia al Estado y sancionar, administrativa, civil y penalmente a las autoridades de CONATEL y SENATEL.
SUSPENDER RENEGOCIACION DE CONTRATOS
Pese a la oscuridad en que se manejan las negociaciones entre el CONATEL, SENATEL y las operadoras MOVISTAR y PORTA, trascendió que los nuevos contratos que deberían ser renovados el año 2008, si es voluntad del Estado, ya se encuentran aprobados y listos para la firma; sin incorporar ventajas para el Estado, ni para los usuarios; todo lo contrario al haber valorado la concesión del servicio de telefonía celular en la irrisoria cantidad de US$ 30 millones de dólares, por otros 15 años, constituye una burla y un atentado económico al país. Considerando que sólo el año 2005 las compañías facturaron sobre los US$ 1.000 millones, los US$ 30 millones, serían cubiertos por las compañías en apenas 9 minutos de facturación de los casi 6 millones de abonados prepago.
El régimen incluyó en el equipo negociador, en representación del país, al ex Gerente Técnico de Movistar, Ing. Patricio Ortega, generando un grave conflicto de intereses y una situación peligrosa y antiética, que el Ecuador no puede permitir. Por lo que, entre otros argumentos expuestos deben ser causas suficientes, para exigir al Presidente de la República Alfredo Palacio y a las autoridades del CONATEL, suspendan la renegociación de los contratos y se abstengan de suscribir acuerdos preliminares con las operadoras celulares, a fin de que sea el nuevo gobierno quien decida la mejor opción para el país, luego de realizar una auditoría integral a la operación de OTECEL y CONECEL.
En la actualidad las nuevas tecnologías inalámbricas de banda ancha como WIMAX para multiservicios de telefonía y afines, hacen cada vez más económica y permite la convergencia de múltiples servicios como la voz, datos, video, etc, lo que obliga a impulsar profundos cambios en la Ley, bajo este nuevo esquema de convergencia, lo cual conllevaría a una estructura de costos transparente y la denominada tarifa plana, esto es que el usuario ya no pague por minuto o segundo, sino un precio único por multiservicios multimedia que integran la telefonía, el internet y el video TV, llegando con muy poca inversión a millones de abonados.
ECUADOR EL PAÍS MÁS CARO EN TELEFONIA CELULAR
Según la Supertel el año 2006, los abonados de Telefonía Móvil Celular en el país llegan a 7 millones 810 mil usuarios, de los cuales el 87% están en el rango de abonados prepago, con una tarifa minuto de US$ 0.49, es decir los sectores de más bajos recursos económicos del país, pagan las tarifas más altas y generan el componente más grande de utilidades para el capital extranjero.
El año 2005 las operadoras celulares facturaron US$ 1010 millones. La mexicana Porta Celular (CONECEL), que controla el 65% del mercado (y a la cual el Estado debería calificarla como Operador dominante), facturó US$ 618 millones, en cambio la española Movistar (OTECEL) facturó US$ 350 millones. El año anterior las ventas aumentaron 42 millones más que el año 2004 y para el 2006 se registra un incremento del 10% mínimo.
El costo por minuto del servicio celular en Ecuador es de $ 0,50, una de las tarifas más caras del continente y del mundo, con la anunciada rebaja de tarifas, hecha por el CONATEL, hasta un techo de US$ 0.30 el minuto, a aplicarse desde el 2008, sigue siendo una de las más altas de la región, en especial para los usuarios prepago, que son de más bajos recursos económicos y que constituyen el 87% de abonados.
Lo que hace Telefónica (Movistar) en Ecuador, no le permiten en su Patria. En España la compañía se ve obligada, por un marco jurídico con mayores protecciones al usuario, a tarifar máximo US$ 0.12 el minuto y a pagar altas penalizaciones por incumplimiento, no como aquí que se resisten incluso a cancelar los pírricos US$ 200 de multa, impuesta en la reglamentación vigente.
Un ejemplo diáfano de accesibilidad y universalidad del servicio, es el caso de Costa Rica, que a través de la empresa ESTATAL ICE, tarifa el minuto a un costo de US$ 0.08, de las más bajas del mundo. La compañía presenta una tarifa básica mensual que es entre el 76.8% y el 327.69 % más baja, que las del resto de las empresas privadas de América Latina. La abismal diferencia en los precios tiene una explicación sencilla, la empresa ICE opera al costo, con una rentabilidad del 15%, que se reinvierte en modernizar las redes existentes. Su objetivo no es obtener ganancias, sino dar un servicio al menor costo y en condiciones que permitan a todos los ciudadanos del país tener acceso al mismo, bajo un principio de solidaridad.
QUIEBRA DE ALEGRO
Mientras las transnacionales PORTA y MOVISTAR en 13 años han construido verdaderas autopistas para llevarse las ganancias a sus paraísos fiscales; e incluso se dan el lujo de emprender campañas de filantropía y caridad con los niños empobrecidos del Ecuador; la situación de la estatal Alegro (TELECSA) es de preocupación, la empresa no muestra signos de crecimiento sostenido, si bien las ventas del 2005 superaron a las del 2004, las pérdidas también. Aunque el 2005 se registró un ingreso de US$ 41 millones, las pérdidas bordearon los US$ 60 millones, con lo cual suma 3 años consecutivos de pérdidas.
Los progenitores de TELECSA (Lucio Gutiérrez), pese a estar advertidos de los peligros técnicos, lanzaron al ring del mercado celular a un niño desprotegido (Alegro) a enfrentarse con dos gigantes pesos pesados (MOVISTAR y PORTA) que durante más de una década se habían perfeccionado en el negocio, controlado un 95% de los potenciales usuarios y armado con tecnologías de amplia cobertura mundial, GSM, mientras a Alegro le condenaron a usar tecnología CDMA; para cumplir acuerdos políticos y económicos, al inicio del gobierno de sociedad patriótica, con León Febres Cordero, cuyo yerno, Miguel Orellana, era representante de ERICSON, compañía que vendió e instaló la tecnología CDMA a Alegro.
Si Alegro quiere librarse de un nocau técnico y no quedar como pordiosera en el mercado celular; en primer lugar, debe cambiar de tecnología CDMA a GSM, lo cual implicaría nuevas e importantes inversiones de sus accionistas (Andinatel y Pacifictel); aunque este proceso dejará como herencia un enorme perjuicio económico al Estado. En segundo lugar hay que defender a Alegro como empresa de los ecuatorianos, para lo cual el Estado debe romper el oligopolio transnacional Movistar-Porta y provocar un proceso de descentralización de las telecomunicaciones y una democratización del mercado que al tiempo de garantizar una mayor presencia de Alegro, permita la participación de empresas municipales, regionales y comunitarias. Para todo ello es prioritaria la suspensión del proceso de renegociación de los actuales contratos con OTECEL y CONECEL y empujar colectivamente cambios sustanciales en el marco legal.
Las operadoras PORTA y MOVISTAR no son fabricantes de tecnología, son simples beneficiarias de un contrato de concesión, la tecnología es ofertada libremente en el mercado, por ello no hay que asustarse. Hay varias alternativas a escoger: a) renovar los contratos en los términos acordados, b) convocar a nueva licitación internacional, c) dar por finalizado uno de los dos contratos y contratar una administradora independiente, d) transferir a Alegro el control total del servicio celular en el país, con lo cual, como en el caso de Costa Rica, se privilegiaría la más amplia cobertura a todos los sectores sociales a precios bajos y las utilidades se reinvertirían en la renovación tecnológica.
El negocio de las telecomunicaciones en el Ecuador ya no radica en captar más abonados, porque el mercado casi está saturado, el camino es la oferta de los nuevos servicios que hemos señalado y en ese plano las empresas públicas de telefonía, Internet y afines, tienen perdida la batalla, si no se ejecutan cambios urgentes y radicales.