Soldados indios intensificaron la represión en Cachemira el viernes como parte de una nueva estrategia militar para poner fin a las protestas separatistas en la región, donde tres manifestantes musulmanes murieron en enfrentamientos, informó la policía. Fuerzas paramilitares y policiales encabezaban la represión de las manifestaciones, que comenzaron en junio, y han escalado en violencia […]
Soldados indios intensificaron la represión en Cachemira el viernes como parte de una nueva estrategia militar para poner fin a las protestas separatistas en la región, donde tres manifestantes musulmanes murieron en enfrentamientos, informó la policía.
Fuerzas paramilitares y policiales encabezaban la represión de las manifestaciones, que comenzaron en junio, y han escalado en violencia durante la última semana, lo que obligó al gobierno a un cambio de estrategia.
Algunas autoridades han pedido aligerar las rígidas leyes de seguridad como gesto de buena voluntad, pero un alto funcionario del estado dijo el viernes que el gobierno usará todo su poder para restablecer el orden.
«El gobierno debe afirmar su autoridad y el apaciguamento es ineficaz. Tomaremos todas las medidas legales para detener las protestas ya», dijo Taj Mohi-u-Din, un miembro influyente del gabinete estatal.
Por lo menos 97 personas han muerto en las manifestaciones más recientes para reclamar la independencia de la región musulmana o su cesión a Pakistán.
Como parte del nuevo plan de seguridad, fuerzas militares patrullaban varias poblaciones y custodiaban la ruta al aeropuerto de Srinagar, la ciudad principal de la región.
La presencia del ejército, que normalmente patrulla la frontera con Pakistán y combate a las milicias, aumentaría la furia de los habitantes, que han vivido bajo toques de queda y huelgas separatistas durante buena parte de los últimos meses.
«Este es el último recurso de la India», dijo el dirigente separatista Mirwaiz Umar Faruk. «Lo que hemos venido reiterando, y que a esta altura debería resultar claro para todos, es que aquí reina la ley marcial».
El ministro jefe Omar Abdulá recibió fuertes críticas en julio cuando ordenó una marcha militar en Srinagar, en una muestra simbólica de fuerza. Era la primera vez en casi dos décadas que los soldados patrullaban la ciudad, aunque en ese momento no hubo enfrentamientos.
El viernes, cientos de personas violaron el toque de queda en Chrupora, cerca de Srinagar, y apedrearon a los soldados, que respondieron con disparos que mataron a un manifestante e hirieron a otros tres, dijo un agente policial que habló bajo la condición de permanecer anónimo.
Pero un aldeano, Ghulam Mohamed, dijo que el ejército abrió fuego sin ser provocado.
Otro manifestante murió y siete resultaron heridos en Pattan, al norte de Srinagar, donde se realizó una protesta a pesar del toque de queda.
En Shopian, al sur de Srinagar, los soldados dispararon sobre una manifestación, con el resultado de un muerto y cuatro heridos, dijo una fuente policial.