Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
No satisfecha con su expansión de 16 a 28 miembros durante la última década en un mundo posterior a la Guerra Fría en el que no enfrenta ninguna amenaza militar de ninguna fuente, estatal o no-estatal, e insuficientemente ocupada con su primera guerra terrestre y su primera guerra asiática en Afganistán, la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN] – el único bloc militar del mundo – está ansiosa de emprender una plétora de nuevas misiones internacionales.
Con la fragmentación del Pacto de Varsovia y la desintegración de la Unión Soviética entre 1989 y 1991, la OTAN, lejos de reducir su poderío militar en Europa, para no hablar de devolver el favor y disolverse, vio la oportunidad de expandir en todo el continente y el mundo.
Comenzando con la campaña de bombardeo en Bosnia en 1995, la Operación Fuerza Deliberada y sus 400 aviones y el despliegue de 60.000 soldados en ese país en la Operación Esfuerzo Conjunto, la Alianza ha desplegado continua e inexorablemente a sus militares hacia el este y el sur, hacia los Balcanes, África del Noreste, todo el Mar Mediterráneo, África Central y Asia del Sur y Central. También ha extendido sus tentáculos en el Sur del Cáucaso, a través de Escandinavia, incluidas Finlandia y Suecia, y hacia la región Asia-Pacífico donde ha concluido acuerdos individuales con Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, junto con el reclutamiento de tropas de Mongolia y Singapur para que sirvan bajo su comando en la guerra de ocho años en Afganistán.
Con la actualización de su programa Diálogo Mediterráneo (Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos y Túnez), con el componente del Golfo Pérsico de la Iniciativa de Cooperación de Estambul en vías de ejecución y de planificación para los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo de Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, y con el despliegue de fuerzas colombianas de contrainsurgencia entrenadas por EE.UU. para su guerra afgana, un bloque que fue ostensiblemente formado para proteger a las naciones de la comunidad del Atlántico del Norte, tiene ahora fuerzas armadas y acuerdos en los seis continentes habitados.
Ha librado la guerra en Europa contra Yugoslavia en 1999, y en Asia, en Afganistán (con intrusiones en Pakistán) desde 2001 al presente y hacia un futuro indefinido, y realiza actualmente operaciones militares frente a la costa de África en el Golfo de Adén. La «amenaza soviética» invocada hace sesenta años para crear lo que era incluso en la época la mayor alianza militar, y la más poderosa del mundo, pasó a la historia hace una generación y la brecha causada por la desaparición del Pacto de Varsovia y de la URSS ha sido colmada por una maquinaria militar que puede contar con dos millones de soldados y cuyos Estados miembro representan más de un 70% de los gastos en armas del mundo.
Pero la expansión de los últimos quince años no satisface las ambiciones mundiales de la OTAN. Ahora está en camino a elaborar un nuevo Concepto Estratégico para reemplazar el de 1999, introducido durante la guerra aérea contra Yugoslavia y la primera absorción de naciones del antiguo bloque socialista. La cual fue descrita por la OTAN en esos días como el Enfoque de Seguridad de la Alianza en el Siglo XXI. En el ínterin de una década de duración el bloque ha llegado a referirse a sí mismo como la OTAN del Siglo XXI, la OTAN global y la OTAN expedicionaria. (El primer Concepto Estratégico fue formulado en 1991, el año del desmembramiento de la URSS y de la Operación Tormenta del Desierto contra Iraq.)
La versión actualizada fue considerada en la cumbre del sesenta aniversario de la OTAN en abril de este año, la primera realizada en dos naciones: Estrasburgo en Francia y Kehl en Alemania.
Con más de un año de adelanto, el Secretario General del bloque de la época, Jaap de Hoop Scheffer, «llamó a la alianza militar transatlántica a desarrollar una nueva estrategia a largo plazo diseñada para encarar preocupaciones del tercer milenio como ser ciberataques, calentamiento global, seguridad energética y amenazas nucleares» y demandó que aumentara su presupuesto para enfrentar una «creciente lista de responsabilidades.» [1]
Si desde su fundación en 1949 la OTAN justificó el lanzamiento de un bloque militar en una Europa que todavía curaba las heridas de la guerra más letal y destructiva de la historia humana; si después del fin de la Guerra Fría transformó su autodefinida misión para que incluyera la intervención militar en los Balcanes a fin de probar su capacidad de imponer la paz, por unilateral que fuera; si después del 11 de septiembre de 2001 se ajustó obedientemente al programa de Guerra Global contra el Terror de Washington y a sus esfuerzos contra las armas de destrucción masiva en todas partes, excepto donde existen realmente; en los últimos años la OTAN ha anunciado nuevos roles y misiones que permitirán, de hecho requerirán, su intrusión en cualquier parte del globo por una miríada de razones.
De hecho, miríada es la palabra exacta utilizada el 1 de octubre en una conferencia organizada en conjunto por la OTAN y el Lloyd’s de Londres – «el principal mercado de seguros del mundo» como se describe a sí mismo – por el presidente de este último, Lord Peter Levene, refiriéndose al nuevo Concepto Estratégico de la OTAN para el «tercer milenio.»
El discurso de Levene incluyó las siguientes palabras: «Nuestro mundo sofisticado, industrializado y complejo está bajo ataque por una miríada de amenazas determinadas y letales. Si no actuamos pronto, nos veremos, como Gulliver, atados al suelo e indefensos, porque no hemos detenido una serie de crecientes cambios mientras todavía podíamos hacerlo.»
Su alusión al personaje que da su nombre a la novela Viajes de Gulliver de Jonathan Swift presenta la oportunidad de citar un párrafo que contiene sobre el país nativo del protagonista – y de Levene – Gran Bretaña.
Después que Gulliver alardea ante un rey extranjero de, entre otras cosas, los vastos dominios coloniales de Gran Bretaña y sus hazañas militares, su interlocutor responde:
«En cuanto a usted, que ha pasado la mayor parte de su vida viajando, estoy bien dispuesto a esperar que hasta ahora haya escapado a muchos vicios de su país. Pero por lo que he deducido de su propio relato, y de las respuestas que he arrancado y extorsionado de su persona, no puedo sino concluir que la masa de sus nativos son la raza más perniciosa de pequeñas alimañas odiosas que la naturaleza haya tolerado que se arrastren sobre la superficie de la tierra.»
Lord Levene fue el anfitrión de la conferencia sobre el Concepto Estratégico actualizado de la Alianza, a la cual asistieron los que fueron descritos como «200 representantes a alto nivel de la comunidad de seguridad y de negocios.» [2]
En julio pasado la OTAN anunció que se convocaría a un «grupo de expertos» para discutir y planificar su nueva estrategia. La ex secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, tan responsable como cualquiera por el primer conflicto armado prolongado de la Alianza, la guerra aérea de 78 días de duración contra Yugoslavia, preside el grupo. El co-presidente es Jeroen van der Veer, quien hasta el 30 de junio fue director ejecutivo de Royal Dutch Shell.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen y Lord Levene escribieron en conjunto un artículo en The Telegraph del 1 de octubre. Tan complaciente es la «prensa libre» occidental que lo publicó para que coincidiera con la conferencia del mismo día.
Suministraron una letanía de colaboraciones conjuntas de la OTAN y del sector privado de los negocios para proteger los intereses de estos últimos, las corporaciones transnacionales basadas en Occidente, incluyendo sin limitarse de ninguna manera a la tecnología de la información, la fusión del casquete glaciar, la administración de los riesgos para inversiones en el extranjero y «tormentas e inundaciones.»
El artículo señala que «dirigentes de la industria, incluidos los de Lloyd’s, han estado involucrados en el proceso actual para desarrollar la nueva carta guía de la OTAN, el Concepto Estratégico; por cierto, el vicepresidente del grupo es el ex director ejecutivo de Shell, Jeroen van der Veer.» [3]
También describe planes de gran alcance para reacciones militares ante una verdadera multitud de temas no-militares:
«Los gobiernos tienen que hacer una cierta planificación para contingencias… incluyendo el enfoque de evaluaciones de inteligencia sobre el cambio climático, encargando a planificadores militares para que también la incorporen a su planificación… También tienen que aumentar sus ciber-defensas, como lo ha hecho la OTAN al crear una capacidad utilizable de ciberdefensa que pueda ayudar a sus miembros si son atacados.»
Este último ítem es una alusión a eventos en Estonia en 2007, ciberataques diversamente atribuidos por funcionarios gubernamentales occidentales y de la OTAN a hackers rusos o al propio gobierno ruso. No se ha presentado ninguna prueba de las acusaciones, aunque eso no ha impedido que importantes funcionarios elegidos estadounidenses amenazaran con el uso del Artículo 5 de la OTAN sobre fuerza militar colectiva prevista para casos similares.
Es precisamente lo que Levene y Rasmussen quisieron decir al apoyar la creación de «una capacidad utilizable de ciberdefensa que pueda ayudar a sus miembros si son atacados.»
La urgencia del llamado de Lord Levene of Portsoken y del ex primer ministro danés Rasmussen para que el mayor bloque militar de la historia proteja inversiones comerciales occidentales fue expresada lisa y llanamente por los autores cuando declararon: «Los seres humanos siempre han luchado por recursos y tierras. Pero ahora vemos esas presiones a mayor escala…
«Debemos estar preparados para pensar lo impensable. Lloyd’s desarrolló su programa 360 Risk Insight y sus Realistic Disaster Scenarios, y la OTAN su proyecto Multiple Futures precisamente para alzar nuestros ojos del presente y otear el horizonte por lo que podría surgir amenazadoramente.»
No faltarán las oportunidades para implementar lo que parece estar al centro del nuevo Concepto Estratégico.
Levene mencionó mil «amenazas determinadas y letales» durante su discurso en la conferencia y Rasmussen comenzó a identificarlas.
En su presentación a la conferencia el jefe de la OTAN dio marco a su inventario de «amenazas letales» diciendo: «Los desafíos que vemos actualmente cruzan la línea entre los sectores público y privado… La OTAN, la UE y muchos gobiernos han tenido que enviar armadas para tratar de defender contra ataques. Y han costado millones a las compañías de seguros – muchas de las cuales forman parte del mercado de Lloyd’s.» [4]
La implicación inevitable es que barcos de guerra de la OTAN y de la UE están operando entre otras zonas en el Cuerno de África para que firmas como Lloyd’s tengan que pagar menos reclamaciones al seguro.
El discurso de Rasmussen incluyó los siguientes pretextos para intervenciones de la OTAN, estos futuros casus belli, todos en sus propias palabras:
- Piratería
- Ciber seguridad/defensa
- Cambio climático
- Extremos eventos climáticos – tormentas e inundaciones catastróficas
- Aumento de los niveles del mar
- Desplazamientos de poblaciones… en grandes cantidades … siempre a sitios donde otros viven, y a veces a través de fronteras
- Escasez de agua
- Sequías
- Posibilidad de disminución de la producción alimentaria
- Retiro del hielo ártico, por recursos naturales que hasta ahora habían estado cubiertos por hielo
- Calentamiento global
- Emisiones de CO2
- Refuerzo de fábricas o centrales eléctricas o líneas de transmisión o puertos que puedan estar en peligro por tormentas o inundaciones
- Energía, donde la diversidad de suministro es un tema de seguridad
- Desastres naturales y humanitarios
- Grandes tormentas o inundaciones, o movimientos repentinos de poblaciones
- Eficiencia de combustibles, reducción de nuestra dependencia general de fuentes extranjeras de combustibles.
Ninguno de estos diecisiete eventos puede ser identificado incluso remotamente como una amenaza militar y ciertamente ninguna planteada por protagonistas estatales reconocidos.
A buen seguro ningún «estado canalla» o «puesto avanzado de una tiranía» o «terrorista internacional» es responsable por el cambio climático, sin embargo las propuestas de Rasmussen para enfrentarlo son militares.
«Las implicaciones para la seguridad del cambio climático tienen que ser mejor integradas a las estrategias de seguridad nacional y de defensa – como EE.UU. ha hecho con su Estudio Cuadrienal de Defensa. Eso significa que hay que pedir a nuestras agencias de inteligencia que lo consideren como una de sus tareas principales. Significa que los planificadores militares deben evaluar el potencial de esos impactos, actualizar correspondientemente sus planes y considerar las capacidades que pueden necesitar en el futuro.»
Además propugnó la inclusión de las más de cuarenta naciones con las cuales el bloque de 28 miembros tiene cooperaciones individuales y colectivas, agregando: «También podemos considerar la adaptación de nuestros acuerdos de participación para considerar el cambio climático. Ahora mismo, la OTAN se involucra en el entrenamiento militar y en la formación de capacidades con países en todo el mundo. Nos concentramos en cosas como mantenimiento de la paz, entrenamiento en idiomas y contraterrorismo. ¿Y si incluyéramos la cooperación que ayude a crear la capacidad en las fuerzas armadas de nuestros socios para encarar mejor grandes tormentas, o inundaciones, o movimientos repentinos de poblaciones? [5]
La caja de Pandora de preocupaciones de la OTAN de Rasmussen fue esbozada durante años por su predecesor, Jaap de Hoop Scheffer, quien dijo hace dos años que: «Los temas que se espera que los dirigentes de la Alianza discutan en la cumbre de Bucarest (Primavera de 2008) [son
] ampliación de la OTAN, defensa de misiles, capacidades militares, seguridad energética, conciencia de la situación marítima, ciberdefensa y otras nuevas amenazas para la seguridad» [6] en una declaración, y en otra en el mismo período «subrayó la importancia de temas como la ampliación, las cooperaciones, seguridad energética, la lucha contra el terrorismo global, la seguridad energética, la defensa cibernética y de misiles que espera serán discutidos en la cumbre de Bucarest.» [7]
En marzo de 2008 Scheffer fue citado en una información intitulada «Jefe de la OTAN llama a que una ‘Carta Atlántica’ defina la estrategia» diciendo: «Los desafíos son multifacéticos, interrelacionados y pueden aparecer de cualquier parte. Tenemos que hacer un mejor trabajo de oteo del horizonte estratégico. No podemos sólo reaccionar… Si la OTAN ha de ser capaz de actuar en cualquier parte del mundo, necesitamos más socios globales.» [8]
Durante una visita a Israel en enero pasado, Scheffer elucidó el tema: «La OTAN se ha transformado para enfrentar los desafíos de hoy y mañana. Hemos establecido cooperaciones en todo el globo, desde Japón a Australia a Pakistán y, claro está, con los importantes países del Mediterráneo y del Golfo. Hemos establecido relaciones políticas con la ONU y la Unión Africana que nunca existieron antes. Hemos incluido a nuevos [países], pronto serán 28 en total, y hay más a la espera… Esperamos jugar nuevos roles, también, en la seguridad energética y en la ciberdefensa…» [9]
En un discurso del 22 de marzo, «El futuro de la OTAN,» habló de «participación a largo plazo, costosa y arriesgada muy lejos de nuestras propias fronteras» y de intervenciones «para cubrir una amplia gama de preocupaciones e intereses – desde la defensa territorial, por la estabilidad regional, hasta llegar a la ciberdefensa, la seguridad energética, y las consecuencias del cambio climático.
«De sólo 12 Estados miembro llegamos a 26 – y pronto a 28. Y de una Alianza puramente ‘eurocéntrica’ la OTAN se ha desarrollado a ser un proveedor de seguridad que participa en varios continentes, y que trabaja con una amplia gama de otras naciones e instituciones.» [10]
Su referencia previa a la Unión Africana tiene que ver con el despliegue de la OTAN a la región de Darfur de Sudán en 2005, su primera operación africana, y la de «relaciones políticas con la ONU» a un acuerdo secreto alcanzado en septiembre de 2008 entre Scheffer y el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon que pasó por alto a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad Rusia y China.
Por cierto, la creciente lista de excusas para la participación e intervención de la OTAN, la de Scheffer y ahora la de Rasmussen, es una usurpación peligrosa de responsabilidad y funciones que son propiamente de la ONU y no de una cábala militar no elegida, la población combinada de cuyos Estados miembros es sólo una pequeña fracción de la raza humana.
La expansión de la OTAN y sus operaciones cada vez más amplias durante los últimos diez años indican de una manera manifiesta la intención de la Alianza de circunvenir, subvertir y poner en peligro la existencia misma de Naciones Unidas, un tema tratado en un artículo previo: «West Plots To Supplant United Nations With Global NATO.» [11]
Aparte de «garantizar la seguridad energética» estableciendo cabezas de puente militares en los Balcanes, Asia Central y del Sur, el Cáucaso, el Golfo Pérsico, el Cuerno de África y el Golfo de Guinea y de mantener armas nucleares de EE.UU. en Europa y participar en la campaña dirigida por EE.UU. por un escudo global de misiles, la OTAN se ha arrogado el mandato exclusivo para encarar virtualmente todos los problemas que enfrenta la humanidad. Junto con fabricantes de armas occidentales y gente como Lloyd’s of London y Royal Dutch Shell.
1) Deutsche Presse-Agentur, March 16, 2008
2) NATO, October 1, 2009
3) The Telegraph, October 1, 2009
4) NATO, October 1, 2009]
5) Ibid
6) NATO, October 9, 2007
7) NATO, October 9, 2007
8)Bloomberg News, March 15, 2008
9) Haaretz, January 10, 2009
10) NATO, March 22, 2009
11) Stop NATO, May 27, 2009
http://rickrozoff.wordpress.
Rick Rozoff es colaborador frecuente de Global Research.
Fuente: http://www.globalresearch.ca/