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El tablero político nepalí

Fuentes: Rebelión

La revuelta popular que sacudió recientemente Nepal ha reconfigurado drásticamente su tablero político. En Nepal, este tablero podría representarse gráficamente como un triangulo con los maoístas, la alianza de los 7 partidos (ASP) y el rey en cada uno de sus vértices. Si antes de la revuelta de Abril, el rey se situaba en la […]

La revuelta popular que sacudió recientemente Nepal ha reconfigurado drásticamente su tablero político. En Nepal, este tablero podría representarse gráficamente como un triangulo con los maoístas, la alianza de los 7 partidos (ASP) y el rey en cada uno de sus vértices. Si antes de la revuelta de Abril, el rey se situaba en la cúspide de la pirámide, para representar quien ostentaba el poder, la revuelta de abril ha invertido esa pirámide. Ahora tanto maoístas como «los demócratas de toda la vida» estarían en la parte superior. Pero esta descripción grafica estaría incompleta sino incorporamos un elemento más: la comunidad internacional. La comunidad internacional juega un papel clave en gobiernos frágiles. El mas descarado de todos sus miembros, la embajada de Usamerica ya ha amenazado con cortar toda su ayuda a Nepal si los maoístas no se desarman antes de las elecciones a la asamblea constituyente, en un claro intento de interferir descaradamente en el resultado de las elecciones de un país soberano.

Pero vayamos por partes, la fuerza dinámica, la explosión social que invirtió la pirámide política nepalí fue el Jana Andolan, el movimiento popular. Ahora que la ASP intenta apropiarse de este movimiento convendría explicar como se formo y quien lo conforma. El Jana Andolan se formo a raíz de la convocatoria que hace la ASP de una huelga indefinida en el valle de Kathmandu comenzando el 5 de Abril de 2006 como resultado de los acuerdos entre maoístas y la ASP firmados en Nueva Delhi unas semanas antes. Para facilitar la movilización, el movimiento maoísta decreta un alto el fuego en el valle de Katmandu pero continúa e intensifica sus operativos militares por todo el país (principalmente cortes de carreteras y asaltos a comisarías y guarniciones militares).

Al principio, la ASP y el movimiento maoísta traen muchísimos cuadros a Kathmandu. La mayoría, por las noches, dormía en el exterior de la ring road, en las campas, de cualquier manera. Los cuadros maoístas, muchos de ellos combatientes vestidos de civil y sin armas, jugaron un papel clave a lo hora de incitar y organizar las barricadas y la respuesta organizada contra las cargas de la policía, en muchos casos con tácticas clásicas de guerrilla urbana como la utilización de cócteles molotov con una variante: keroseno en vez de gasolina. Los cuadros de la ASP eran más numerosos pero también más pasivos. Al finalizar la primera semana, se suman activistas de organizaciones sociales de todo tipo (mujeres, dalits (intocables), minorías étnicas.. etc) y al final de la segunda semana, el Jana Andolan aglutina ha casi todos los sectores sociales nepalíes incluidos funcionarios de la banca y hasta funcionarios del estado. En la tercera semana el movimiento ya ha tomado vida propia desbordando a las bases sociales de sus precursores. El nerviosismo se apodero de los cuatro vértices. La comunidad internacional con la excusa de evitar un baño de sangre (posibilidad muy real a juzgar por los acontecimientos que se estaban desencadenando) presiono, a través de una misión diplomática india liderada por Karan Singh, al rey y a la ASP para que llegaran a un acuerdo. Tras la segunda declaración del rey en la que restituía el parlamento, la ASP acepto y las movilizaciones cesaron. Los maoístas, en sus primeras declaraciones, calificaron de traición la aceptación por parte de la ASP de las concesiones del rey. Nos quedamos literalmente a las puertas de la primera gran revolución del siglo XXI.

Este quinto elemento del tablero político nepalí ha desempeñado desde entonces el papel de garante de las aspiraciones del pueblo nepalí y esta ejerciendo una fuerte presión sobre el nuevo gobierno para que no se desvíen ni un milímetro de las demandas del movimiento. Estas demandas se pueden sintetizar con dos palabras: paz y democracia.

Ahora estamos asistiendo, simple y llanamente, a la refundación del estado nepalí. Los últimos acuerdos dentro del proceso de paz establecen la disolución del parlamento con el fin de crear un gobierno interino, donde también estarán representados los maoístas y la sociedad civil. Una comisión mixta ha comenzado a redactar el borrador de la nueva constitución. Una gran incógnita es la forma que adoptara el nuevo estado nepalí: monarquía parlamentaria o republica.

A su vez, el movimiento maoísta esta sufriendo un gran transformación. En la presentación de su programa económico, hace unos pocos días, su portavoz afirmaba que aunque los maoístas abogan por una mayor intervención del estado en la economía, respetaran las leyes del libre mercado. ¿Estaremos asistiendo a la transformación de un partido revolucionario en un partido convencional de izquierdas? Yo me la juego y digo que si.

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