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Estados Unidos mueve sus ‘piezas’ en el Cáucaso

Fuentes: Rebelión

Para que una ofensiva militar como la que realizó Georgia contra Osetia del Sur produzca resultados estratégicos satisfactorios, es condición necesaria contar con el apoyo de potencias cuyos intereses resulten beneficiados, como EEUU. El presidente Chávez manifestó que G.W. Bush dio el ‘visto bueno’ para el ataque realizado por las fuerzas armadas de Georgia, contra […]

Para que una ofensiva militar como la que realizó Georgia contra Osetia del Sur produzca resultados estratégicos satisfactorios, es condición necesaria contar con el apoyo de potencias cuyos intereses resulten beneficiados, como EEUU.

El presidente Chávez manifestó que G.W. Bush dio el ‘visto bueno’ para el ataque realizado por las fuerzas armadas de Georgia, contra Tskhinvali (capital de Osetia del Sur), la república separada de facto, en lo que consideró un paso mas de EEUU para rodear a Rusia.

De hecho desde 2003 el Pentágono tiene presencia militar en Georgia, como así también Israel con un millar de asesores militares. El gobierno de Saakashvili (que asumió con la ‘revolución rosa’ (2003) inducida por Washington), es el que más tropas ha enviado a la invasión de Irak después del Imperio y de Gran Bretaña, mientras gasta el 70% del presupuesto en la compra de armamento. El ataque había sido previamente concertado. Tres semanas antes el gobierno de Georgia había comprado en Atlanta (EEUU) medio millón de ataúdes plásticos herméticos de bajo costo.

Washington busca así aumentar su influencia geopolítica y militar en el Cáucaso, donde el control de los importantes reservorios de hidrocarburos del Caspio constituye uno de los objetivos principales. Georgia es el corredor de paso para el petróleo del Caspio desde Azerbaidjan y Kazajstán.

Oleoductos tan importantes como los yacimientos Después del colapso de la URSS, EEUU ha construido un oleoducto (el BTC) que pasa por Baku (capital de Azerbaidjan), Tbilisi (Georgia) y llega a Ceyhan (Turquía) en el Mediterráneo, esquivando el territorio de Rusia e Irán. Pero el petróleo del Caspio sigue también fluyendo por los oleoductos que atraviesan a Rusia, que compiten con el BTC. La Rusia hoy capitalista, esta negociando con la Unión Europea (especialmente con Alemania, Francia, Italia y Austria) acuerdos energéticos para abrir a las corporaciones europeas el área energética rusa, y que ésta a su vez se expanda en los mercados europeos. Por otro lado, Rusia tiene una situación conflictiva con Gran Bretaña y EEUU, que se refleja sobre la British Petroleum.

Esta situación, que también pone una vez mas en evidencia como los Estados se rigen en función de intereses y no de principios, se pudo observar hace unos días en la reunión de emergencia en Bruselas de la Unión Europea (UE). En su declaración final la UE evitó cualquier crítica a Rusia y rechazó el envío de tropas a Georgia, a pesar de las fuertes presiones de Gran Bretaña, Suecia y los estados de Europa Oriental que sostenían el argumento de EEUU, en que se presenta a Rusia como agresor, mientras Washington enviaba unilateralmente sus propias fuerzas militares a la región, en nombre de ayuda humanitaria.

Las frágiles relaciones entre Rusia y Georgia se tensionaron mas por la firma de acuerdos entre EEUU y Georgia, con aspiraciones de ésta para ingresar en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) controlada por EEUU y la UE y que se ha ido extendiendo hacia Europa del Este, incorporando ex-repúblicas de la URSS como Polonia y la República Checa.

Entre los objetivos del ataque, Georgia y EEUU esperaban disminuir la presencia de Rusia en Osetia del Sur donde tiene desde los 90’s una fuerza de paz reconocida, buscando una intervención internacional mediante la ONU y la OTAN. Por ello, inmediatamente después de la operación militar, Georgia pidió la mediación de la ONU que fracasó debido a la presencia de Rusia y China en el Consejo de Seguridad. Al tener que enfrentar directamente el poder de fuego ruso, Georgia debió retirar sus tropas de Osetia no sin antes matar unas 1600 personas, entre civiles y combatientes. Aunque, las operaciones mediáticas de EEUU presentando a Rusia como ‘agresor’ siguen apuntando a que Georgia pueda justificar su ingreso en la OTAN. Hace unos 3 meses en Rumania, el presidente G.W. Bush había dado su apoyo al presidente Saakashvili para el ingreso de Georgia en la OTAN, un serio conflicto para Rusia, ya que un ataque armado contra cualquier país miembro es considerado como un ataque contra todos, y habilita la intervención de la fuerza armada colectiva de la organización, sin embargo, la propuesta fue rechazada por 10 estados miembros, entre ellos Alemania, Francia e Italia.

Un ataque al equilibrio nuclear entre Rusia y EEUU Pero la ofensiva del gobierno de Georgia (lacayo de EEUU) está enmarcada en una estrategia mucho mayor. Se estima que Polonia y República Checa son el comienzo de una red misilística que EEUU instalará sobre las mismas fronteras de Rusia, y que en el mediano plazo será a razón de un emplazamiento por año. Hasta 2001 cuando EEUU de forma unilateral abandonó el Tratado Antimisiles Balísticos (ABM, Anti-Ballistic Missile Treaty) celebrado con la URSS en 1972, existía un equilibrio de fuerzas en materia nuclear, aunque basado en el terror. El Tratado limitaba el despliegue de sistemas de defensa misilística de ambas potencias para proteger solamente una de sus ciudades. Si una de las dos potencias nucleares decidiera atacar a la otra con misiles balísticos intercontinentales (ICBM), el número de ojivas nucleares que quedarían después del primer ataque era suficiente para dar una respuesta que ocasione al atacante las llamadas ‘pérdidas inadmisibles’. Lo que significaba por lo pronto la aniquilación de la mayoría de los habitantes y las principales ciudades del país. Por eso el ‘equilibrio’ se mantenía para evitar la llamada ‘Destrucción Mutua Asegurada’ (MAD, Mutual Assured Destruction). Después del colapso de la URSS las potencias han suscrito Tratados de desarme para reducir sus arsenales nucleares, pero al mismo tiempo el desarrollo tecnológico aumentó la precisión y efectividad de los misiles permitiendo reducir su radio destructivo. El potencial nuclear estratégico de Rusia, se halla aún por encima del umbral que habilita su aplicación, es decir todavía puede producir a EEUU ‘perdidas inadmisibles’.

Sin embargo el programa nacional misilístico de defensa (NMD, National Missile Defense) de EEUU que intenta blindar al país entero de ataques de misiles balísticos intercontinentales, está afectando seriamente el equilibrio nuclear con Rusia.

Actualmente el sistema estadounidense NMD tiene radares ubicados en Alaska, islas Aleutianas, California, Gran Bretaña, Groenlandia, y Japón así como misiles interceptores (GBI, Ground Based Interceptors) en territorio de EEUU y Alaska, y en buques de la Marina de Guerra.

Para que el sistema NMD de EEUU sea efectivo como escudo para su propio territorio, el Pentágono debe ubicar sus elementos a nivel global con componentes, terrestre, marina y aéreo-satelital. Para no enfrentar directamente a China, y con el engaño de protección local contra países ‘no confiables’, el despliegue del escudo de defensa misilística global de EEUU no se continúa por Japón o Asia, sino por Europa Oriental, es decir en el borde con Rusia.

El acuerdo de Washington con Polonia para instalar en su territorio 10 silos con misiles interceptores (y un número no especificado de misiles ofensivos Patriot para defender su territorio), acoplados con radares en República Checa (operativos antes de 4 años), tuvo el respaldo total del gobierno pro-estadounidense de Georgia. Este país y Ucrania serían los próximos candidatos para instalar plataformas del NMD.

En el escudo antimisiles, el misil atacante es detectado por un sistema de satélites que mediante sensores infrarrojo monitorean su lanzamiento y trayectoria, que es seguida luego en forma exacta por distintos radares (de banda X, microondas de unos pocos centímetros) que guiarán al misil interceptor portando a su vez un vehículo exoatmosférico de destrucción (EKV), que eliminará el blanco por colisión directa.

Sin embargo no existe certeza que los misiles del llamado ‘escudo antimisiles’ sean solo interceptores locales GBI, de modo que no es descartable una función ofensiva encubierta lo que perturba el equilibrio de disuasión nuclear. El expresidente de la Confederación Rusa, Vladimir Putin, afirmó que el despliegue por EEUU de misiles en la frontera rusa tiene reminiscencias con la crisis causada cuando la URSS intentó la instalación de bases misilísticas en Cuba, en 1962.

Según el nuevo jefe del Estado mayor de la Fuerza Aérea de EEUU, Norton Schwartz, si Rusia intentara hoy una operación de esa clase, ‘cruzaría la línea roja’, sin embargo como contrapartida el Pentágono parece estar cruzándola en Europa Oriental y Rusia parece haber respondido.

De no tomar medidas drásticas, Rusia podría en el mediano plazo perder la paridad nuclear estratégica, es decir sufrir ‘pérdidas inadmisibles’ sin posibilidad de la repuesta de represalia ante un ataque nuclear sorpresivo de EEUU.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, afirmó en 2007 que la construcción del escudo antimisiles ‘es el avance de la infraestructura militar de la OTAN hacia las fronteras rusas. Pero hace unos días, el gobierno de Rusia manifestó que los misiles ‘del escudo’ tienen como blanco a la Federación Rusa y son una amenaza para su seguridad nacional…’

El sistema misilístico de defensa ruso no distingue entre misiles interceptores o misiles balísticos lanzados desde Polonia, y para cada misil lanzado existe una respuesta que no solo va dirigida a sitio de lanzamiento. Rusia redireccionará sus misiles estratégicos, una verdadera ‘espada de Damocles’ no solo para Polonia y la República Checa.