Recomiendo:
0

La paz en la geopolítica imperialista

Extractivismo y «gobernabilidad»

Fuentes: Rebelión

El presente texto fue publicado como capítulo del libro «Solución política y proceso de paz en Colombia». Coordinado por Jairo Estrada. Ocean Press y Ocean Sur, 2013.

Para Herr Duhring la violencia es el mal absoluto; el primer acto de violencia es para él el pecado original. Toda su exposición es una jeremiada sobre la manera en que hasta hoy la historia se ha contaminado así por el pecado original, sobre la infame desnaturalización de todas las leyes naturales y sociales por este poder diabólico: la violencia. Pero, la violencia juega todavía en la historia otro rol: un rol revolucionario; según las palabras de Marx, ella es la partera de toda vieja sociedad que lleva en su seno otra nueva; es el instrumento con ayuda del cual el movimiento social se abre camino y hace añicos las formas políticas fosilizadas y muertas; de esto no hay una sola palabra de herr [Eugen] Dühring.

Federico Engels. Antiduring

…si bien la filosofía u orientación general de la política económica del Gobierno, que el Frente no necesariamente comparte, no son objeto de este Acuerdo, ambas partes coinciden en la necesidad de ofrecer algunas orientaciones básicas que permiten generar la estabilidad social necesaria en el período de transición, consolidar la paz y avanzar hacia la reunificación de la sociedad salvadoreña.

Apartes del capítulo V de los Acuerdos de Paz de Chapultepecen El Salvador 

 

Presentación

En el año 2013 cerca de 30 iniciativas de diálogos, exploraciones y procesos de paz se desarrollan entre gobiernos y actores armados diversos, en países de África, Asia, América Latina y Europa, con mediación internacional y un esquema común conducente a la desmovilización y dejación de armas por parte de los grupos no estatales a cambio de reformas en la estructura social y territorial de las regiones en conflicto.

Diferentes análisis constatan que tanto las negociaciones y los procesos de paz son una tendencia creciente. Según el Anuario Procesos de Paz de Vicenç Fisas, desde la década de 1980 en diferentes contextos regionales del mundo se habían desarrollado 97 conflictos (tanto entre estados, como internos). De estos conflictos

«un 30,9 % terminaron mediante un acuerdo de paz y un 8,2 % con un acuerdo de paz «imperfecto», ya sea por haber sido impuesto o por tener lagunas de consideración. En todo caso, podemos señalar que algo más de un tercio de los conflictos de este período han finalizado mediante un acuerdo. Un 10,3% están en fase de resolución o no han sido resueltos de forma definitiva. Los que no han sido resueltos y permanecen vigentes representan el 41,2 % del total y lo más significativo es que solo el 9,3 % de estos conflictos han terminado mediante la victoria militar de una de las partes; en otras palabras, la gran mayoría de los conflictos únicamente se resuelven por medio de negociaciones, no por medio de la victoria militar, y abriendo algún tipo de proceso que lleve a la firma de un acuerdo final. En cuanto a los conflictos finalizados en los últimos treinta años (47), 38 lo han hecho mediante un acuerdo de paz (80,9%) y 9 con victoria militar (19,1%), lo que reafirma la vía de la negociación como medio de resolución de los conflictos«.ii

Se trata entonces de discutir el alcance de la afirmación «la vía de negociación como medio de resolución de conflictos» y sobre todo su carácter tendencial. Si bien se trata de conflictos armados y guerras civiles o entre estados, cada confrontación con su propia historicidad, y las fuerzas combatientes tienen lineamientos político-ideológicos de diferente matiz, surgen varias preguntas al respecto. ¿Por qué es una tendencia global?, ¿qué fuerzas globales y nacionales gobiernan esta tendencia?, ¿qué relaciones existen entre la tendencia global a la vía de la negociación y las nuevas condiciones de desarrollo del capital imperialista?

El punto de vista que se ha decidido asumir para debatir la tendencia a la pacificación, se fundamenta en la siguiente hipótesis: la paz como dispositivo imperialista. Este procesos global tendiente a la pacificación de confrontaciones armadas es agenciado en gran parte por un discurso cuyos agentes generadores son organismos internacionales como la OCDE, la OTAN, el Banco Mundial, las ONG´s e intelectuales asociados a tales organismos, quienes han creado una matriz de pensamiento que obliga a relacionar la pacificación con modernización capitalista y gobernabilidad.

En un orden global imperialista, que cumple más de un siglo, los conceptos y las prácticas de guerra y paz han estado asociados irremediablemente a los modelos geopolíticos, a las estrategias de intervención y a los dispositivos que estos modelos despliegan para asegurar el control de los mercados de personas, materias primas y mercancías. La reproducción global del capital busca toda a costa minimizar obstáculos y aprovechar al máximo las cambiantes condiciones políticas de estabilidad o inestabilidad.

Es en este contexto geopolítico y discursivo que las izquierdas y los movimientos populares deben disputar sus proyectos alternativos, para desplegar tácticas que en una relación-tensión con la agenda imperialista de pacificación, permita proyectar sus iniciativas alternativas a la dominación del capitalismo imperialista en su tercera fase.

Para sustentar la hipótesis planteada se analizaran las relaciones entre las características de la actual fase imperialista, el modelo geopolítico dominante, el proyecto de paz de la globalización imperialista y la posibilidad de acción revolucionaria.

La actual fase imperialista y la nueva política

En una perspectiva geopolítica críticaiii la tendencia a la paz o a la guerra corresponde al momento tácticos del orden geopolítico mundial imperialista, en donde se ponen en juego los intereses globales de los estados imperialistas y sus monopolios para acceder al control de regiones, construir instrumentos de acción para hacer frente a las amenazas externas e internas y justificar los efectos de la implementación de tales instrumentos.

Asumir el análisis del imperialismo como proceso con fases, exige a la vez relacionar cada momento o fase con un modelo geopolítico dominante en el que guerra y paz son herramientas de una misma lógica. Por eso ahora es vital la teoría leninista del imperialismo, particularmente de sus fases. En su obra El Imperialismo, fase superior del capitalismo (1917) Lenin señalaba una primera transición del capital monopolista al capital monopolista de estado: «La «unión personal» de los bancos y la industria se completa con la «unión personal» de unas y otras sociedades con el gobierno»iv. Ese mismo año propuso con más claridad la tendencia hacia la fusión del poder del Estado con el monopolio, producto entre otros factores de la guerra imperialista, «La guerra, al acelerar en grado extraordinario la transformación del capitalismo monopolista en capitalismo monopolista de Estado, ha acercado con ello extraordinariamente a la humanidad al socialismo: tal es la dialéctica de la historia»v.

Lenin concibió al imperialismo como un proceso de desarrollo internacional del monopolio en relación al poder del Estado, que no permanecía inmóvil sino que atravesaba por etapas. Lo que él denominó capital monopolista de Estado, es lo que teóricos burgueses y socialdemócratas denominaron Estados de Bienestar, cuyo periodo de auge se dio entre las décadas de 1930 y 1960. El capital monopolista de Estado le dio a la guerra interimperialista la tarea de reorganizar la división internacional del trabajo.

Pero de la fase imperialista del capitalismo monopolista de estado, se pasa a una nueva fase a partir de las crisis económicas de las décadas de 1970 y 1980 y la aparición de nuevas formas de organización de la producción capitalista a escala global, lo que es denominado de varias formas por los académicos: globalización neoliberal, Imperio, sociedad postindustrial, sociedad del conocimiento. Retomando el sentido del análisis leninista se podría afirmar que esta nueva organización internacional de la producción es nada más que una tercera fase del imperialismo, en la que los monopolios, transformados en megamonopolios subordinan totalmente al Estado, pasando por momentos de privatización absoluta o de control estatal relativo de una determinada rama de la producción para salir de la crisis, pero siempre subsumiendo el Estado a la lógica de los megamonopolios.

Como lo sostiene Stefan Engelvi en esta nueva fase se cambia el rol tradicional del Estado burgués, deja de ser regulador central de la economía nacional y queda suspendido en el sistema de la competencia mundial entre los Estados nacionales por prestar los mejores servicios a los monopolios internacionales, para la óptima valorización de sus capitales y condiciones políticas favorables. En los países coloniales las clases dominantes pugnan entre sí, para generar rutas de incorporación a las dinámicas del capitalismo global, buscando y renovando alianzas y aplicando las orientaciones del imperialismo. La pugna que se presenta en Colombia, entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez corresponde a las diferencias entre la gran burguesía y los terratenientes frente al tipo de modelo de acumulación y tipo de régimen político a desarrollar que sea más acorde con los lineamientos del nuevo orden geopolítico en la tercera fase del imperialismo.

La arquitectura global del imperialismo está compuesta por las organizaciones del club de los poderosos donde tiene asiento los magnates: En lo Económico la Organización Europea de Cooperación Económica, OCDE, en lo militar la Organización del Tratado Atlántico Norte OTAN. Desde la OCDE se orienta las tareas y políticas que debe cumplir y hacer cumplir el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y por supuesto sus integrantes. La OTAN pone el orden y está por encima del consejo de Seguridad de la ONU.

La característica económica fundamental de esta fase imperialista es que los megamonopolios requieren el conjunto del planeta para maximizar la ganancia, deslocalizan la producción, establecen una nueva división internacional del trabajo especializando países y regiones, buscan nuevos mercados, explotan hasta el límite los bienes de la naturaleza y organizan la arquitectura geopolítica global generando nuevas alianzas y nuevos organismos con capacidad para viabilizar el poder de los megamonopolios.

En abril del 2000, la publicación World Press Review ubicaba entre las 35 entidades económicas más grandes del mundo ya no solo a países sino a megamonopolios. En la cúspide junto poderes imperialistas como Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Canadá, Inglaterra o Italia, se encontraban megamonopolios como Microsoft, General Electric, Cisco System, Intel, ExxonMobil, Wal-Mart, AOL Time-Warner, IBM, Nippon TT, BP Amoco o Toyota.

Según varios analistas la tendencia a la concentración y centralización megamonopólica del capital se da «mediante un proceso sistemático de megafusiones. En un gran número de sectores productivos unos pocos monopolios reparten más de la mitad de la facturación mundial. En la aeronáutica, sólo restan dos fabricantes de aviones de gran porte, en el sector de la consultoría y auditoría sólo quedan cuatro gigantes mundiales, en el área de la multimedia nueve conglomerados controlan lo esencial del rubro, este fenómeno económico de concentración y centralización también es llamado «megasistemas mundiales» por el intelectual italiano Riccardo Petrella.vii

Esta tercera fase del imperialismo se establece claramente a partir de la caída del bloque soviético y la expansión global de los megamonopolios capitalistas. En estos 20 años la geopolítica mundial pasó de la bipolaridad (URSS vs EEUU), a Unipolaridad (1991- 1996), a Multipolaridad (desde 1996) hasta hoy, en dónde la ofensiva imperialista implicó guerras como la de los Balcanes, la de Irak y varias en África, así como un repliegue general de los movimientos revolucionarios de liberación nacional; desde 1979 con el triunfo de las revoluciones Sandinista e Iraní, ningún movimiento de liberación nacional ha tomado el poder estatal como producto de un triunfo militar.

Desde entonces el mundo ha vivido campañas imperialistas de guerra, como las desatadas con la apuesta estadounidenses de guerra mundial contra el terrorismo, jornadas de imperialismo humanitario y procesos de paz. No obstante a partir de la profundización de la crisis económica mundial que inicia en el 2006, el llamado a la paz y la gobernabilidad como garantes de la seguridad, se ponen a la orden del día.

El nuevo orden geopolítico: Gobernabilidad imperialista, seguridad y paz

Todo orden geopolítico es resultante de la correlación de fuerzas. Y en esta dinámica todo acuerdo político entre contendientes se genera a partir de la posición y fuerza que cada contendiente tuviera en la «última batalla». Esta perspectiva de análisis sobre las relaciones de poder la proporciona el filósofo francés Michel Foucault. Por tanto, un orden geopolítico en paz, surgido de la guerra, tiene la misión de sostener la relación de fuerza a la que se llegó antes del acuerdo. La política en tiempo de paz sustituye la política en tiempo de guerra y se da continuidad a las relaciones de poder y dominación que se daban en la guerraviii. «La inversión de la frase de Clausewitz (la guerra es la continuación de la política por otros medios) quiere decir también que, dentro de la paz civil o sea, en un sistema político, las luchas políticas, los enfrentamientos relativos al poder, con el poder, para el poder, las modificaciones de las relaciones de fuerza (con las relativas consolidaciones y fortalecimientos de las partes) deberían ser interpretados sólo con la continuación de la guerra»ix.

Quien con mayor elocuencia ha planteado esta tesis geopolítica es el número 26 de la lista Forbes de los más poderosos del mundo en términos económicos, Warren Buffett, un empresario estadounidense dueño de Berkshire Hathaway, , propietaria del 12,6% de American Express, el 8,6% de Coca Cola, el 12,5% de Moody’s, entre muchas otras empresas, quien sin despacho sostiene:»Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando».

En la nueva arquitectura del poder global se está sustituyendo el paradigma geopolítico de la segunda fase del imperialismo, que en sentido estricto nunca existió, de soberanía e igualdad entre estados, pregonado por Naciones Unidas, ahora un nuevo paradigma geopolítico se impone, el de la gobernabilidad mundial, en la cual los países más poderosos y los intereses de los megamonopolios, se imponen sobre los intereses de los pueblos del mundo.

La gobernabilidad como categoría ordenadora del poder estatal y mundial se difunde en la primera década del siglo XXI, a partir de una matriz discursiva que la relaciona con paz – seguridad – mercado, como equivalentes de la democracia. Cobra fuerza como resultante del proceso de crisis, ajuste y reestructuración del capital monopolista de Estado o modelo de Estado interventor de postguerra y pone énfasis en el funcionamiento de democracias representativas que gestiona el poder de un Estado formalmente constitucional, un Estado no obstante que ha achicado sus funciones y transfiriendo las decisiones a élites económicas y técnicas. Los ideólogos imperialistas suponen que la gobernabilidad está si los gobiernos mantienen la legitimidad, la eficiencia de su gestión, promueven el crecimiento económico, sostienen la paz interna y la seguridad, logrando así la estabilidad política, económica y social.

En la ideología dominante la relación gobernabilidad y paz ha sido argumentada por la OCDE, mientras que la relación paz – seguridad ha sido estructurada por la OTAN.

La OCDE es un organismo imperialista con múltiples propósitos que apuntan a viabilizar la agenda capitalista, por cuanto es una entidad geográfica que reúne a las 34 economías más ricas del mundo, además opera como FORO de diseño de orientaciones ideológicos sobre la economía mundial, y tiene una estructura organizativa que incluye políticos, investigadores y consultores con capacidad de influenciar las políticas económicas globales. La OCDE además, ofrece «servicios de apoyo» a otras instituciones internacionales, en particular la Organización Mundial del Comercio – OMC y el Grupo de los 8. Estos organismos dependen de la investigación de la OCDE y coordinan con esta gran parte del diseño de políticas económicas y sociales para los países del mundox.

La OCDE ha jugado un activo papel en la legitimación del discurso de la gobernabilidad, actuando como consultora y agencia de consejerías en numerosos procesos de postconflicto. En el Manual del Comité de Apoyo al desarrollo de la OCDExi sobre gobernabilidad y desarrollo, se establecen los lineamientos básicos que definen la idea de paz del imperialismo en su tercera fase: la creación de condiciones de seguridad al desarrollo económico capitalista y la derrota absoluta de cualquier amenaza sistémica.

A su vez la idea hegemónica de paz, como paz democrática que surge del desarme de los actores contra hegemónicos, proviene de la práctica militar de la OTAN, el brazo armado de la OCDE. Desde 1991, con la caída de la Unión Soviética, la OTAN despliega una estrategia de alianzas y pactos para subordinar a los países procedentes del ex bloque soviético y dar garantías a la globalización imperialista, con el planteamiento de la seguridad colectiva. En 1994 la OTAN crea la Asociación para la Paz (APP), un instrumento pragmático y flexible para la cooperación entre la OTAN y sus países asociados, en la que la PAZ como proyecto capitalista global resulta de dos posibilidades: por Intervención Humanitaria o por Negociación y Acuerdo de Pazxii, ambas posibilidades cuentan hoy con rigurosos protocolos a los que se someten los actores políticos involucrados.

Jean Bricmont, físico y pensador social belga ha discutido ampliamente el significado del «imperialismo humanitario» xiii , una ideología que legitima la injerencia militar contra países soberanos en nombre de la democracia y de los derechos humanos. Los procesos de paz promovidos en muchas partes del mundo, son un dispositivo del imperialismo humanitario.

Paz y Extractivismo

En la tercera fase del imperialismo los países neocoloniales o sus regiones se especializan de acuerdo a las nuevas necesidades de acumulación de los megamonopolios. Unos países son importantes por sus condiciones para trasladar industrias bajo la modalidad de maquila, otros se convierten en paraísos financieros o turísticos y algunos se especializan en diversas formas de extractivismo, el énfasis en la especialización varía acorde a las necesidades del mercado global de los megamonopolios. Empero, se trata de medidas de corto plazo, que relativizan los proyectos de acumulación en cada nación subordinándola a las olas y contracciones del mercado capitalista mundial.

El extractivismo es entonces una de las modulaciones posibles que pueden tener durante un tiempo un país neocolonial, hace referencia a las actividades que remueven grandes volúmenes de bienes de la naturaleza que no son procesados (o que lo son limitadamente), destinados sobre todo para la exportación. El extractivismo no se limita a los minerales o al petróleo. Hay también extractivismo agrario, forestal e inclusive pesqueroxiv. La situación de extractivismo a la que han sido obligados numerosos países de África, Asia y América latina ha sido entre otras, producto de la guerra. 

Las políticas imperialistas extractivistas globales impulsan reformas tendientes a favorecer la expansión de la minería bajo el control de los megamonopolios, lo que implica una doble operación: por una parte la pérdida de la capacidad de regulación y control de los territorios y sus recursos por parte de los estados nacionales frente a estos megamonopolios, por otro lado, la idea de que solo el modelo minero monopólico tiene la capacidad de ser «responsable y sustentable», colocando como blanco del capitalismo, los 100 millones de mineros artesanales que se encuentran en los países neocoloniales de América latina, África y Asia.

Sin embargo, hoy en un contexto de multilateralidad en el que a las potencias imperialistas tradicionales se suman nuevas potencias como China, Rusia e India, los megamonopolios minero-energéticos apoyan estos procesos de «gobernabilidad», bajo distintos programas y coberturas, amparados bajo el lema de la «responsabilidad social empresarial», cuya finalidad es el control y la neutralización de las resistencias, promoviendo corrientes de opinión favorables a la megaminería (políticos, profesionales, científicos, periodistas)xv.

El neoextractivismo exige una mayor privatización de la tierra y el subsuelo, lo que se ha convertido en bandera del Banco Mundial, promotor del proceso global de mercantilización de la tierra.

«Los megamonopolios imperialistas están presionando a escala global para apropiarse de tierras, para esto muestran la «supuesta» inviabilidad de las economías agrarias campesinas y de los pueblos originarios. En 2010 el Banco Mundial, a partir de investigaciones a su favor, planteaba que hay en el mundo 445 millones de hectáreas de tierra «mal utilizada» con potencial agrícola que no se están utilizando y están disponibles para los inversionistas. Desde 2001, en las naciones oprimidas se han vendido o arrendado casi 250 millones de hectáreas de tierra a «inversionistas internacionales» (según Land Matrix Partnership). Esta presión sobre la tierra está haciendo que «renazca» un nuevo interés por políticas agrarias a favor de los megamonopolios internacionales, se trata de acuerdos que especializan naciones y territorios para producir para los mercados internacionales de alimentos y de biocombustibles, socavando la soberanía alimentaria de los pueblos del mundo»xvi.

En el inicio de la tercera fase del imperialismo el extractivismo estuvo jalonado por las guerras, lo que significó un mayor debilitamiento de la institucionalidad de los estados en conflicto, presencia de actores armados financiados por megamonopolios, desplazamiento y hambruna. Hoy que el capitalismo imperialista enfrenta la crisis en medio del avance de la multipolaridad capitalista, requiere un giro táctico, de la política de guerra a la política de paz, giro que tiene como finalidad la gobernabilidad, lo que de ninguna manera implica una vuelta al capital monopolista de Estado, sino la conformación de un aparato estatal más funcional, eficiente y garante de las exigencias del capital, tal es el propósito de la pacificación imperialista.

De los 26 procesos de negociaciones de paz que se desarrollan actualmente, el 90% está enfocado a resolver problemas de gobernabilidad en los países con guerras relacionadas con el extractivismo o la ubicación estratégica del territorio, así lo podemos deducir del siguiente cuadro:

PROCESOS DE PAZ EN EL MUNDO Y EXTRACTIVISMO

CONTINENTE

SUBREGION

PAIS

INTERESES GEOPOLITICOS

ESTADO ACTUAL

AFRICA

AFRICA OCCIDENTAL

SENEGAL

Ubicación Geoestratégica Para El Comercio Mundial

Acuerdo de Paz en 2004

Continúa facción armada del Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance MFDC

CUERNO DE AFRICA

ETIOPIA

Petróleo

Acuerdo de Paz en 2010 entre el Frente Nacional para la Liberación de Ogadén y el gobierno apoyado por Estados Unidos

SOMALIA

Petróleo

Conversaciones de paz entre el Gobierno Federal de Transición (GFT) apoyado por Estados Unidos y el grupo armado islamista al-Shabaab

SUDAN

Petróleo

El Gobierno apoyado por China y la alianza de grupos armados firmaron en 2012 un acuerdo de paz en Doha (Qatar) destinado

a poner fin al conflicto armado en Darfur, y garantizar la existencia de Sudán del Sur respaldado por Estados Unidos

GRANDES LAGOS

CHAD

Petróleo

El Frente Popular por la Recuperación con base en la R. Centroafricana

firmó un acuerdo de paz en 2012 con el Gobierno chadiano apoyado por Francia

(Acuerdo de Bangui).

REPUBLICA CENTROAFRICANA

Diamantes, Uranio, Oro, Petróleo, Madera, Algodón, Tabaco, Café, Hidroelectricidad

El Gobierno apoyado por Francis y Estados Unidos y una facción disidente dela Convención de Patriotas por la Justicia y la Paz firmaron en 2011 un acuerdo de paz.

.

REPUBLICA DEMOCRATICA DEL CONGO

Coltán

El gobierno apoyado por EEUU y las Fuerzas Republicanas Federalistas firmaron en 2011 un Acuerdo de Paz que condujeron a la integración de las guerrillas al ejército.

.

MAGREB Y NORTE DE AFRICA

SAHARA OCCIDENTAL

Petróleo, Uranio, Fosfato

Conversaciones interrumpidas entre el gobierno de Marruecos apoyado por EEUU y España con el Frente Polisario

AMERICA LATINA

 

COLOMBIA

Petróleo, Oro, Carbón, Biodiversidad

Conversaciones entre el gobierno apoyado por EEUU y la guerrilla de las FARC – EP

PERU

Oro

El PCP continúa insistiendo en un diálogo nacional con el gobierno para poner fin a los problemas derivados de la guerra

ASIA

ASIA MERIDIONAL

AFGANISTAN

Litio

Conversaciones entre el gobierno apoyado por EEUU y la guerrilla talibán

INDIA

Biodiversidad, Maderas

Frente Unido de Liberación de Assam (maoísta) firmó en 2011 acuerdo de paz con el gobierno indio a cambio de reforma para la autonomía de la región de Assam.

NEPAL

Hidroeléctricas, ubicación geoestratégica

La guerrilla maoísta firma Acuerdo de Paz en 2009 y en 2012 inicia el reintegro de guerrilleros al ejército oficial. Los maoístas tienen el control del gobierno.

INDIA – PAKISTAN

Ubicación Geoestratégica

India y Pakistán retomaron las conversaciones de paz para el conflicto sobre Cachemira tras la ruptura del proceso en 2008.

SRI LANKA

Hidroeléctricas y Bosques

En 2009 es aniquilada por un bombardeo la dirección de la guerrilla Tamil. En 2012 se iniciaron negociaciones entre el gobierno apoyado por Rusia, China e India y organizaciones de derechos humanos para un proceso de reparación y reconciliación.

ASIA ORIENTAL

CHINA (TIBET)

Ubicación Geoestratégica 110Recursos Hídricos

No hay acuerdo entre China y el Dalai Lama apoyado por EEUU

SUDESTE ASIATICO

BIRMANIA

Recursos Hídricos Y Energéticos

El gobierno apoyado por China inició en 2011 conversaciones con el Partido del Estado Wa Unido, apoyado por EEUU

FILIPINAS

Petróleo, Carbón, Oro, Cobre, Hierro

El gobierno con el apoyo de Estados Unidos firmó acuerdo en 2011 con la guerrilla islámica y en 2012 inició acuerdos con la guerrilla marxista Nuevo Ejército del Pueblo

ORIENTE MEDIO

PALESTINA

Ubicación Geoestratégica. Petróleo, Agua

En 2012 Israel entorpeció el proceso de paz y desató una ofensiva militar contra los territorios palestinos

EUROPA

EUROPA OCCIDENTAL

ESPAÑA – País VASCO

Tecnología Y Capital Humano

En 2011 ETA anunció el cese definitivo

De la lucha armada e hizo un llamado España y Francia para abrir un

proceso de diálogo

SUDESTE DE EUROPA

CHIPRE

Riqueza Agrícola Y Forestal

Turco-chipriotas y greco-chipriotas (apoyados por la Unión Europea) piden mediación de la ONU para llegar a un acuerdo de paz.

KOSOVO

Oro, Plata, Gas Natural, Níquel, Bauxita Y Zinc

En 2011 se iniciaron conversaciones entre Kosovo apoyado por EEUU y Serbia apoyada por Rusia

MOLDAVIA

Ubicación Geoestratégica

Inició de conversaciones sobre la región de Transdniestria, Rusia no quiere que se divida de Moldavia y Estados Unidos quiere que se una a Rumania.

TURQUIA

Ubicación Geoestratégica – Petróleo

En 2010 el Partido de los Trabajadores de Kurdistan inició el cesa al fuego y el 2011 iniciaron las conversaciones con el gobierno apoyado por la Unión Europea y Rusia

CAUCASO

ARMENIA-AZERBAIYAN

Gas Y Petróleo

Armenia apoyada por Rusia y Azerbaiyan apoyada por Estados Unidos discuten desde 2011 si se acepta o no la creación del estado de Nagorno-Karabaj, separado de Armenia

GEORGIA

Ubicación Geoestratégica Y Petróleo

Rusia apoya a Georgia para evitar la independencia de Osetia, apoyada por Estados Unidos, en 2011 se avanzó en algunos acuerdos.

Cada conflicto amerita un análisis particular, pero sin duda podemos encontrar elementos comunes en sus dinámicas, marcadas por el activo papel de lo que eufemísticamente se proclama la «Comunidad Internacional», quien participa activamente tanto en la guerra como en la Paz. El esquema es el mismo en los acuerdos de paz, proceso para el desarme de los ejércitos irregulares y las guerrillas y a la creación de un clima de «gobernabilidad» en el postconflicto que viabilice el desarrollo capitalista y contenga la insurgencia social, debido a que las políticas de gobernabilidad resultan brutales para los pueblos y las comunidades involucradas. 

África por ejemplo ha sido el continente en donde las potencias imperialistas han experimentado diversas formas de intervención y control geopolítico. Hoy el intervencionismo se reconoce con el nombre de «Plan África», en el que Estados Unidos, China y la Unión Europea reorganizan la estrategia de dominación promoviendo numerosos procesos de paz.

Un documento español es taxativo en este sentido:

«El Plan África 2009-2012 se articula a través de seis líneas de trabajo que se concretan en el apoyo a procesos de paz y seguridad, la consolidación democrática e institucional, la lucha contra el hambre y la pobreza, la promoción de inversiones y relaciones comerciales, el desarrollo socio-económico sostenible, la asociación migratoria, el refuerzo de la relación multilateral España-África y con la Unión Europea, la consolidación de la presencia política e institucional y el crecimiento de nuestra diplomacia pública a través de Casa África»xvii

Lo que la retórica del imperialismo humanitario denomina «Arquitectura Africana de Paz y Seguridad», empezó a consolidarse en el 2002 con la creación de un Consejo de Paz y Seguridad y posteriormente con la Declaración sobre Política Africana Común de Defensa y Seguridad en 2005 y la creación de la African Standby Force» (ASF) o fuerza africana en espera, el sistema de Alerta Temprana y el Panel de Sabios. Desde tal plataforma, junto a fuerzas de la ONU se han dado intervenciones de «estabilización» en Burundi, la operación híbrida-con Naciones Unidas- en Darfur (UNAMID), misiones en Darfur (AMIS I y II, 2004-2007), y en Somalia (AMISOM)xviii.

Uno de los casos de este intervencionismo humanitario es Sudán, país clave en la geopolítica del petróleo. China ha convertido a este país en la segunda fuente de sus importaciones de petróleo y Estados unidos lo considera un país clave en para su «seguridad nacional», debido al avance chino en esta región. Luego de varias décadas de conflicto, en 2005 se firmó el Acuerdo General de Paz entre el gobierno y algunas facciones de Movimiento de Liberación del Sudán, tal acuerdo avanzó en 2011 en la conformación del nuevo estado de Sudán del Sur, a neocolonia norteamericana enfrentada a Sudan una neocolonia China. Aquí la guerra continúa contra las comunidades aledañas a los riquísimos campos de petróleo.

A manera de cierre: los revolucionarios ante los procesos de paz

Los procesos de paz en la tercera fase del imperialismo fundan el orden geopolítico dominante en el que potencias y monopolios aspiran una gobernabilidad marcada por la sumisión de los vencidos, la obediencia de los gobernados y las plenas garantías para el mercado capitalista.

Las fuerzas revolucionarias contemporáneas cuyas trayectorias históricas las llevan a la eventualidad de un proceso de paz, no pueden obviar que en este momento el campo de fuerzas está dominado por el proyecto capitalista global, lo que trae retos y tensiones a resolver. Esencialmente el dilema de continuar, en nuevas condiciones, la construcción del proyecto revolucionario o adaptarse a la gobernabilidad imperialista moderando desde el realismo político, el alcance de las apuestas.

Esta decisión y el modo de resolución del dilema planteado tienen que ver, tanto con la firmeza del programa revolucionario, como con las condiciones de fuerza con que se llega al acuerdo. Realizando una mirada comparativa a experiencias recientes de procesos de paz de diferentes fuerzas revolucionarias, se puede considerar que el campo de fuerzas geopolítico en el que se mueven las organizaciones revolucionarias, se estructura entre dos polos de un eje de fuerza en cuyos polos está la derrota y el equilibrio militarxix. Tácticas y estrategias revolucionarias se deslizan sobre este eje de fuerza, de tal manera que podríamos situar el caso de los Tigres Tamiles en Sri Lanka y del Partido Comunista del Perú (Sendero Luminoso), en el polo de la derrota estratégica y al Partido Comunista de Nepal Maoísta en el polo del equilibrio, los demás procesos de paz que actualmente se desarrollan en el mundo se desplazan entre los dos polos.

En Sri Lanka por más de 30 años se libró una guerra entre los Tigres de Liberación de Tamil Eelam y las clases dominantes de la isla. Los Tigres Tamiles expresaron la lucha por la independencia y autodeterminación del pueblo Tamil, una comunidad de millones de personas, originarios del sur de la India quienes fueron llevados por el colonialismo inglés como trabajadores de las plantaciones británicas en el siglo XIX. Las clases dominantes de la India intervinieron en el conflicto de Sri Lanka en la década de 1980 por el temor a que la rebelión tamil se expandiera en el sur de India, pero debió retirarse.

Hubo diálogos y acuerdos entre las partes en las décadas de 1990 y la primera del siglo XXI, con una activa mediación internacional. Los Tamiles realizaron un alto al fuego en 2002, mientras la India y la Unión Europea promovieron el rearme militar del gobierno, que desembocó en la ofensiva militar en 2009 en la fue ejecutada la dirección guerrillera tras un devastador bombardeo aéreo contra una de las «zonas de seguridad» del norte del país establecidas en los Acuerdos previos. El resultado fue lo que los vencedores llamaron una «paz sin proceso».El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, respaldado por India promueve la reconstrucción autoritaria del país, entregando los bosques tamiles a monopolios chinos e indios, mientras los sectores populares, ONG´s de derechos humanos y las bases sociales y políticas de los Tigres, buscan que se de paso a un proceso de reconciliación en el que se respeten los derechos humanos.

En el proceso de guerra los Tigres Tamiles crearon un estado paralelo en el norte y este del país, administrado por la Alianza Nacional Tamil (TNA), partido simpatizante de los Tigres, hoy se trata de una organización perseguida que lucha por su legalidad, al tiempo que una disidencia desmovilizada anteriormente conformó el Partido para la Liberación del Pueblo Tamil (TMVP) aliada al partido gubernamental y utilizada para asegurar el modelo de gobernabilidad autoritaria con la exclusión de los sectores políticos afines al proyecto de autodeterminación Tamil.

El caso peruano es sintomático de este tipo de gobernabilidad y «Paz sin Acuerdos». En 1992 el Comité Central del Partido Comunista del Perú (Sendero Luminoso) fue detenido, luego de una guerra de 12 años. Para recomponer el partido los líderes maoístas propusieron desde la cárcel un Acuerdo de Paz al gobierno de Fujimori y llamaron a los combatientes a cerrar filas en esta decisión. Fujimori maniobró el acuerdo y se produjeron divisiones y deserciones que posibilitaron la derrota de la guerrilla maoísta, aunque sobreviven reductos armados, algunos acusados de estar bajo el mando de narcotraficantes.

No obstante como producto de los acuerdos de paz, varios líderes recobraron su libertad y pudieron reconstruir estructuras preparadas para un periodo de lucha política sin armas, en un contexto de autoritarismo extremo y apogeo del extractivismo neoliberal, esto ha dado origen a una nueva organización maoísta que actúa abiertamente y defiende los lineamientos políticos de Abimael Guzmán, el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) que busca reconocimiento legal y participación política electoral, mientras es acusado de hacer apología al terrorismo por su posición de reclamar la liberación de Abimael Guzmán. Según el Movadef, si antes la lucha se desarrolló justamente por mecanismos de lucha incruentos, determinados por la «situación revolucionaria Mundial» y por las condiciones económicas, sociales y política de la época, la nueva condición política lleva a una lucha política incruenta, en busca de los mismos objetivos estratégicos.

Tras la derrota del PCP y del Movimiento Revolucionario Tupac Amarú MRTA, Perú ha transformado violentamente su economía hacia el extractivismo, que desarrolla un proceso de acumulación por despojo o «nueva acumulación originaria»xx como lo plantea el Movadef, que al tiempo que expropia a las comunidades rurales de los Andes y la Amazonía y explota a los trabajadores mineros de los megamonopolios, crea condiciones de movilización e insurgencia social, en medio del cual los maoístas peruanos buscan reconstruir su proyecto estratégico.

El caso del proceso de paz en Nepal es ilustrativo para el análisis de una situación resultante de un equilibrio militar y político, en el contexto de la tercera fase del imperialismo, en donde potencias emergentes como China e India tienen mucha injerencia en la política asiática. El Partido Comunista de Nepal Maoísta inició una guerra popular contra la monarquía en 1996, confrontación que duró 10 años y concluyó con Acuerdo de Paz en 2006 el cual puso fin a la guerra y a la monarquía. Este acuerdo de paz, fue resultado de la condición de fuerza de los maoístas, que lograron convocar a amplios sectores de la sociedad nepalesa contra la monarquía y por la democracia.

Según los líderes maoístas la decisión de un Acuerdo de Paz y no continuar con una ofensiva militar para la toma del poder, obedeció a su análisis geopolítico y a la necesidad de contener el «expansionismo indio», que amenazaba con invadir Nepal si los maoístas triunfaban militarmente, contando con el apoyo de sectores de la monarquía y de otros partidos burgueses afines a la India.

Lo ganado en la guerra, el amplio apoyo popular y su capacidad política han permitido a los maoístas liderar, aunque no hegemonizar, el proceso de construcción de una República Democrática desde donde proponen profundizar la «democracia del siglo XXI» y avanzar hacia el socialismo. Sin embargo tener la hegemonía del proyecto revolucionario no ha sido fácil para los maoístas, se han presentado divisiones y la oposición de derecha alienta protestas e inconformidades. India sigue al acecho y chantajea con invasión se Nepal se convierte en amenaza regional. Es el costo de la paz en tiempos de la tercera fase del imperialismo.

En síntesis, fuerza política y claridad estratégica son las condiciones que posibilitan a las fuerzas revolucionarias conducir sus fuerzas en tiempos de Acuerdos de Paz. Mantener la unidad, aportar a la reconstrucción de las fuerzas sociales del pueblo para defender los derechos arrebatados por el modelo de acumulación y sembrar la decisión en el pueblo de que puede ir más allá de la democracia burguesa gobernable, al tiempo que se confrontan las tendencias al reformismo, a la capitulación y a la renuncia a lucha por la transformación socialista de la sociedad, se convierten en las tareas fundamentales de los revolucionarios en tiempos de pacificación.

No valen subestimaciones del adversario ni subjetivismo en el balance de las propias fuerzas, más que nunca orientarse desde las tres partes del marxismo: economía política, filosofía materialismo y convicción en el socialismo. De lo contrario democracia burguesa, economía de mercado y estado gobernable.

Bibliografía

Alberto Acosta, «Extractivismo y neoextractivismo: dos caras de la misma maldición». Disponible en Internet: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Mineria/Extractivismo_y_neoextractivismo_dos_caras_de_la_misma_maldicion.

Ignacio Abello: «El concepto de la guerra en Foucault». Revista de Estudios Sociales, Bogotá, No. 14, 2003, p. 71 – 75.

Jean Bricmont: Imperialismo Humanitario. Ed. El Viejo Topo, Madrid, 2005.

Heriberto Cairo Carou: Elementos para una geopolítica crítica de la guerra y la paz: la construcción social del conflicto territorial Argentino – Británico. Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1993. Disponible en Internet, http://eprints.ucm.es/tesis/19911996/S/1/S1008301.pdf

Stefan Engel: Crepúsculo de los dioses, sobre el «nuevo orden mundial», La nueva organización de la producción internacional, Verlag Neuer Weg. Essen-Alemania, 2004

Vicenç Fisas: Anuario Procesos de Paz 2012. Icaria Editorial, Madrid, 2012.

Michel Foucault: Genealogía del racismo, Ed. La Piqueta, Madrid, 1992.

Gobierno de España: Plan África2009 – 2019, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo

Vladimir I. Lenin: El Imperialismo, fase superior del capitalismo, OE en 12 Tomos, Tomo V, Moscú, 1965.

Vladimir I. Lenin: La catástrofe que nos amenaza y como combatirla, OE en 12 Tomos, Tomo VII Moscú, 1965.

Frank Molano Camargo: «La Ideología del capital humano: Del derecho a la educación a la Educación para el capital», Viento del Sur, No. 9, Bogotá, 2013, pp. 6 – 30.

Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, España, 2010, p. 9 Disponible en Internet: http://www.casafrica.es/casafrica/Inicio/PlanAfrica2009-2012.pdf

Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo MODEP, «Necesitamos Reforma Agraria Democrática, no desarrollo rural al servicio del gran capital», Ponencia presentada al Foro Política de Desarrollo Rural (Enfoque territorial), Bogotá Diciembre 17 de 2012.

Movadef: Amnistía general, Lima, 2011.

OCDE: Manual del CAD/OCDE sobre la Reforma del Sistema de Seguridad (RSS). Apoyo a la seguridad y a la Justicia, OECD Publishing, 2007

Emilio Taddei y otros: Minería Transnacional y resistencias sociales en África y América Latina, Diálogo de los Pueblos, 2001, p. 19. Disponible en Internet, http://www.dialogosdospovos.org/pdf/liv_ibase_mineracao_esp_REV2.pdf

Alfredo Toro Hardy: «El Club de los Amos del Mundo», El Universal, 4 de mayo, 1/4 Caracas, 2000

Notas:

ii Vicenç Fisas: Anuario Procesos de Paz 2012 . Icaria Editorial, Madrid, 2012. p. 20.

iii Heriberto Cairo Carou: Elementos para una geopolítica crítica de la guerra y la paz: la construcción social del conflicto territorial Argentino – Británico. Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1993. Disponible en Internet, http://eprints.ucm.es/tesis/19911996/S/1/S1008301.pdf

ivVladimir I. Lenin:El Imperialismo, fase superior del capitalismo, OE en 12 Tomos, Tomo V, Moscú, 1965. p. 410.

v Vladimir I. Lenin: La catástrofe que nos amenaza y como combatirla, OE en 12 Tomos, Tomo VII Moscú, 1965, p. 213.

vi Stefan Engel: Crepúsculo de los dioses, sobre el «nuevo orden mundial», La nueva organización de la producción internacional, Verlag Neuer Weg. Essen-Alemania, 2004

vii Alfredo Toro Hardy: «El Club de los Amos del Mundo», El Universal, 4 de mayo, 1/4 Caracas, 2000

viii Ignacio Abello: «El concepto de la guerra en Foucault». Revista de Estudios Sociales, Bogotá, No. 14, 2003, p. 71 – 75.

ix Michel Foucault:Genealogía del racismo, Ed. La Piqueta, Madrid, 1992, p. 29.

x Frank Molano Camargo: «La Ideología del capital humano: Del derecho a la educación a la Educación para el capital», Viento del Sur, No. 9, Bogotá, 2013, pp. 6 – 30.

xi OCDE: Manual del CAD/OCDE sobre la Reforma del Sistema de Seguridad (RSS). Apoyo a la seguridad y a la Justicia, OECD Publishing, 2007

xii Según el Anuario de Paz: «Se entiende por negociación el proceso por el que dos o más partes enfrentadas (ya sean países o actores internos de un país) acuerdan discutir sus diferencias en un marco concertado para encontrar una solución satisfactoria a sus demandas. Esta negociación puede ser directa o mediante la facilitación de terceros. Normalmente, las negociaciones formales tienen una fase previa, o exploratoria, que permite definir el marco (formato, lugar, condiciones, garantías, etc.) de la futura negociación. Por proceso de paz se entiende la consolidación de un esquema de negociación, una vez que se ha definido la agenda temática, los procedimientos a seguir, el calendario y las facilitaciones. La negociación, por tanto, es una de las etapas de un proceso de paz». Vicenç Fisas. Op. Cit, p. 10

xiii Jean Bricmont: Imperialismo Humanitario. Ed. El Viejo Topo, Madrid, 2005.

xiv Alberto Acosta, «Extractivismo y neoextractivismo: dos caras de la misma maldición». Disponible en Internet: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Mineria/Extractivismo_y_neoextractivismo_dos_caras_de_la_misma_maldicion

xv Emilio Taddei y otros: Minería Transnacional y resistencias sociales en África y América Latina, Diálogo de los Pueblos, 2001, p. 19. Disponible en Internet, http://www.dialogosdospovos.org/pdf/liv_ibase_mineracao_esp_REV2.pdf

xvi Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo MODEP, «Necesitamos Reforma Agraria Democrática, no desarrollo rural al servicio del gran capital», Ponencia presentada al Foro Política de Desarrollo Rural (Enfoque territorial), Bogotá Diciembre 17 de 2012.

xvii Gobierno de España: Plan África2009 – 2019, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, España, 2010, p. 9 Disponible en Internet: http://www.casafrica.es/casafrica/Inicio/PlanAfrica2009-2012.pdf

xviii Ibid., p. 22

xix Idealmente este polo debería ser el triunfo militar, no obstante la experiencia histórica de los últimos años no muestra una situación en la que las fuerzas revolucionarias hayan derrotado a su adversario y en ese sentido puedan poner las condiciones del campo de fuerzas.

xx En las tesis programáticas del Movadef se sostiene que el capitalismo se ha desarrollado en el Perú y se ha restringido la semifeudalidad, a partir de un modelo de Nueva Acumulación originaria del capital, a partir de mayor reforzamiento de la explotación de los recursos naturales y humanos del país y una mayor represión en contra de la población. Movadef: Amnistía general, Lima, 2011 p. 5

Frank Molano Camargo. Profesor Asociado Universidad Distrital Francisco José de Caldas – Bogotá, Colombia

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.