América Latina, como bien lo expresó el Episcopado Latinoamericano en mayo del año 2007, es un continente que posee una «unidad desgarrada porque, atravesada por profundas dominaciones y contradicciones, es todavía incapaz de incorporar en sí ` todas las sangres ´ y superar la brecha de estridentes desigualdades y marginaciones». Desdichadamente en el transcurso del […]
América Latina, como bien lo expresó el Episcopado Latinoamericano en mayo del año 2007, es un continente que posee una «unidad desgarrada porque, atravesada por profundas dominaciones y contradicciones, es todavía incapaz de incorporar en sí ` todas las sangres ´ y superar la brecha de estridentes desigualdades y marginaciones».
Desdichadamente en el transcurso del año 2007 se han desarrollado a lo largo del continente numerosos conflictos sociales, y «avatares diplomáticos», que en nada favorecieron para fortalecer la frágil y ambigua unidad latinoamericana.
Acuerdos diplomáticos entre presidentes de América Latina
En la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se llevó a cabo en noviembre del 2007, 19 países de América – junto con Andorra, España y Portugal – plantearon que, para lograr crecientes niveles de inclusión, solidaridad, justicia, protección y asistencia social en Latinoamérica, resultaba imprescindible la implementación de políticas que ayuden a mejorar la calidad de vida de los grupos más vulnerables; promuevan el respeto de los derechos humanos; y favorezcan la eliminación de la pobreza continental.
Así mismo, en diciembre del 2007, los presidentes de los países de Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Uruguay firmaron el acta de lanzamiento del Banco del Sur el cual financiará los proyectos de los países de América del Sur que estén vinculados con el desarrollo de la economía; la reducción de la pobreza y la exclusión social; y la creación de ‘fondos solidarios’ para ser utilizados ante desastres naturales.
Uruguay y Argentina: dos países hermanos distanciados
En gran parte del transcurso del año 2007 los puentes que comunican los territorios de Uruguay y Argentina permanecieron cortados – mayoritariamente – por la población de la provincia de Entre Ríos (Argentina) ya que ésta rechaza, abiertamente, la instalación de la planta de pasta de celulosa que la empresa Botnia ha construido, en la ciudad de Fray Bentos (Uruguay), a orillas del Río Uruguay que une las costas de los dos países en conflicto.
Presumiblemente esta disputa que, paulatinamente esta distanciando a las poblaciones de ambas naciones latinoamericanas, amenaza con extenderse a lo largo del año 2008 ya que no parece factible que, tal como es el pedido de los habitantes de Entre Ríos, la empresa Botnia relocalice su empresa en un sitio alejado a la Argentina.
Crisis «diplomática» entre Colombia y Venezuela
Hacia fines del año 2007 se originó un conflicto diplomático entre los países de Colombia y Venezuela cuando Alvaro Uribe, presidente colombiano, dió por finalizada «abruptamente» la mediación que le había encomendado a Hugo Chávez para que éste intercediera frente a los miembros de las FARC para que liberasen a las personas que tienen prisioneras hace años «a cambio» de los guerrilleros de la FARC que se encuentran en cárceles colombianas.
Ante esta decisión, que sorprendió tanto al primer mandatario venezolano como a los familiares de los prisioneros de las FARC – los cuales veían con «agrado» la intermediación que estaba realizando el presidente venezolano -, Hugo Chávez dijo públicamente «Uribe es un triste peón del imperio», lo cual originó una crisis diplomática entre Colombia y Venezuela.
Profundos y controvertidos intentos de reformas constitucionales
El 2007 fue un año en el que diferentes presidentes latinoamericanos procuraron realizar profundas reformas constitucionales en sus respectivos países.
En Venezuela, por ejemplo, Hugo Chávez intentó introducir modificaciones en la Constitución tales como la posibilidad de reelección indefinida; la universalización del seguro social; la reducción de la jornada laboral de 8 a 6 horas; y «la socialización de los medios de producción, de la propiedad personal, familiar, la pequeña propiedad privada, la pequeña y mediana empresa». Ahora bien, en diciembre del 2007 la población venezolana en una votación muy reñida se expresó en contra de las reformas constitucionales propuestas por Chávez.
Por su parte, Bolivia vivió «convulsionada» ya que quienes tienen el poder económico del país se oponen a que se realicen modificaciones en la Constitución para que la mayoría de la población indígena tenga más poder político; se realice una reforma agraria; se nacionalicen los recursos naturales del país; y se reafirme la unidad nacional en contra los proyectos autonómicos de departamentos como Santa Cruz donde se concentra la riqueza de Bolivia. Ante esta situación de creciente tensión, Evo Morales planteó la posibilidad de realizar, en el transcurso del año 2008, un plebiscito para que la población boliviana exprese si es su voluntad, o no, que él y los actuales gobernadores de Bolivia continúen en sus respectivos cargos.
Por último, en Ecuador se conformó una Asamblea Constituyente que tendrá plenos poderes para modificar la Constitución del país ya que, de acuerdo a lo planteado por el presidente ecuatoriano Rafael Correa, «la institucionalidad política del Ecuador ha colapsado, algunas veces por su diseño anacrónico y caduco, otras por las garras de la corrupción y las voracidades políticas», de ahí que resulta imprescindible que la Asamblea Constituyente cambie «de raíz, en forma radical, la institucionalidad de este país». Entre las modificaciones propuestas se encuentran la despolitización de los organismos de control, la reestructuración del Estado, y la posibilidad de reelección presidencial.
Elecciones y «debilitamiento institucional» en Argentina
El 2007 fue un año electoral en la República Argentina motivo por el cual el Congreso de dicho país se transformó en un edificio «deshabitado y abandonado» ya que los diputados y senadores argentinos, en vez de estar ocupados en promulgar leyes que puedan solucionar – por ejemplo – la situación de la gente que transita por las calles revolviendo basura para encontrar alimento, estuvieron realizando campaña electoral en favor de sus partidos políticos. Así mismo el gobierno manipuló a lo largo de todo el año 2007 los datos elaborados por el Instituto de Estadísticas y Censos del país con el fin de que la población argentina tuviese una visión positiva de su gestión presidencial.
Por ambas razones no son pocos los que creen que, en el citado país, se ha producido un «debilitamiento institucional» que seguramente tendrá consecuencias desfavorables en el transcurso del año 2008.
Una Patria Grande necesitada de estructuras justas y solidarias
Los hechos señalados en los párrafos anteriores fueron solo algunos de los conflictos sociales, y «avatares diplomáticos» que se desarrollaron en el continente latinoamericano a lo largo del año 2007.
Conflictos sociales y «avatares diplomáticos» que promueven, como lo planteó a principios del 2007 el Episcopado Latinoamericano, que en la Patria Grande de América Latina exista un frágil y ambigua integración que – en muchas ocasiones – «se reduce a cuestión de cúpulas políticas y económicas y no arraiga en la vida y participación de los pueblos».
De esta forma en el año 2008, como también lo expusieron los obispos latinoamericanos en Aparecida (Brasil), para que América Latina «sea un continente de la esperanza, del amor, de la vida y de la paz hay que ir … al encuentro de las necesidades de los pobres y los que sufren y crear estructuras justas … para disminuir la hiriente inequidad que hoy existe en nuestro continente … a través de políticas públicas y gastos sociales bien orientados, así como del control de lucros desproporcionados de grandes empresas».
Por último, es digna de ser destacada la actitud de millones de latinoamericanos que a pesar de los pesares que causan las vicisitudes anteriormente citadas, parafraseando a Mario Benedetti, saben que la tragedia es un ave migratoria y, aunque a veces están heridos por las traiciones de sus compatriotas y dirigentes, porfiados como castores, solidarios como abejas y aguerridos como jaguares, continúan soñando y construyendo una Patria Grande en la que el aire se vuelva respirable y de todos.
– Daniel E. Benadava es psicólogo.