La cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) tuvo que ser suspendida ayer y algunos de los líderes que participaban evacuados en helicóptero después de que cientos de manifestantes rompieran el cordón de seguridad y asaltaran el lugar en el que estaba celebrando para exigir la renuncia del Gobierno de Tailandia. El […]
La cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) tuvo que ser suspendida ayer y algunos de los líderes que participaban evacuados en helicóptero después de que cientos de manifestantes rompieran el cordón de seguridad y asaltaran el lugar en el que estaba celebrando para exigir la renuncia del Gobierno de Tailandia. El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, declaró el estado de excepción durante varias horas en la ciudad costera de Pattaya.
Tomada al asalto por centenares de manifestantes en medio de un clima de caos total, la cumbre asiática de Pattaya, en Tailandia, tuvo que ser aplazada sine die y algunos de los líderes que participaban en ella evacuados en helicóptero desde la azotea del hotel en el que se celebraba el encuentro.
A raíz de la irrupción en el complejo hotelero de lujo y de los enfrentamientos librados en la calle entre partidarios y detractores del Ejecutivo tailandés, el primer ministro, Abhsit Vejjajiva, declaró el estado de excepción en la citada ciudad costera y en la provincia circundante de Chonburi, que daba poderes suplementarios a las fuerzas de seguridad y prohibía las reuniones de más de cinco personas, y ordenó a su Gobierno adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los dignatarios. Varias horas después ordenó levantar la situación de excepción.
Casi la mitad de los líderes abandonaron el lujoso hotel elegido como sede de la cumbre por la azotea, donde abordaron los helicópteros con destino a la base militar de U-Tapao, situada a las afueras del célebre destino turístico. El primero en ser evacuado fue Vejjajiva, que recibió al resto de mandatarios en la base militar a medida que iban llegando. Algunos abandonaron el país sólo unas pocas horas después de haber llegado.
Invasión del recinto
El caos se apoderó de la cumbre cuando unos 300 manifestantes antigubernamentales atravesaron el cordón policial sin apenas dificultad, rompieron las cristaleras de la primera planta del edificio e invadieron el recinto en el que estaban reunidos los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
«Abhisit tiene que dimitir, no representa al pueblo tailandés, porque no ha sido elegido democráticamente. Exigimos elecciones anticipadas», señaló a los medios de comunicación Pichet Suksindatch, uno de los líderes de los manifestantes partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto por el golpe militar de 2006. Los detractores del actual Ejecutivo consideran a Vejjajiva una «marione- ta» del Ejército y de algunos consejeros del rey.
Después de permanecer más de una hora en el interior del hotel, los manifestantes, conocidos como los «camisetas rojas» por el color de las prendas que les identifican, abandonaron el lugar con gritos contra Vejjajiva y su Gobierno, que durante meses ha organizado este evento.
Antes, los manifestantes consiguieron forzar, tras bloquear las calles de la ciudad con ayuda de centenares de taxistas, la cancelación de la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores de China, Corea del Sur y Japón pretendían mantener en otro hotel de la ciudad para abordar la crisis causada por Corea del Norte tras el reciente lanzamiento de un satélite.
La situación se complicó con la llegada de los «camisetas azules», militantes progubernamentales, armados con palos y botellas. Las peleas entre ambos grupos estallaron y se saldaron con al menos 13 heridos, según los servicios de asistencia.
La cancelación de la cumbre de la ASEAN, además de una humillación para el Gobierno de Vejjajiva, fue otra demostración de la profunda división que existe en Tailandia desde la asonada que apartó del poder a Shinawatra, actualmente en el exilio y condenado en rebeldía a dos años de prisión por un delito de corrupción.
Cita en agosto
«No podemos negar que todo esto ha perjudicado la imagen y la reputación del país», admitió Vejjajiva en rueda de prensa.
El Ejecutivo de Tailandia, que ocupa la Presidencia de turno de la ASEAN, indicó que intentará celebrar de nuevo la reunión con China, Corea del Sur, Japón, Australia, Nueva Zelanda e India el próximo mes de agosto.
Los «camisetas rojas», que el miércoles reunieron a 100.000 personas en Bangkok, mantienen bloqueados desde hace tres semanas todos los accesos a la sede del Gobierno en la capital.
A finales de 2008, los detractores de Shinawatra, llamados los «camisetas amarillas», ocuparon la sede gubernamental durante cuatro meses y bloquearon los dos aeropuertos de Bangkok por espacio de una semana.
Las protestas llegaron a su fin cuando el Tribunal Constitucional disolvió el Gobierno formado por los aliados de Shinawatra y propició la elección de Vejjajiva como primer ministro por el Parlamento, gracias al apoyo de políticos tránsfugas.