A finales de la Segunda Guerra Mundial, en la conferencia de Bretton Woods, se creó un nuevo sistema monetario que impuso la convertibilidad entre el oro y el dólar de Estados Unidos, cuya emisión debía estar respaldada por sus reservas de oro a un precio de 35 dólares la onza.
Al ser fijo el precio del dólar, los demás países debían determinar el precio de sus monedas en relación a esa divisa. El Presidente Nixon rompió el 15 de agosto de 1971 el acuerdo de Bretton Woods, o sea, eliminó el compromiso de valorar las monedas de cada país sobre la base de las reservas de oro de sus bancos centrales.
Con este paso, el dólar se convirtió en la moneda de reserva más importante, sin que EEUU asumiera ningún compromiso frente al resto de países capitalistas, que pasaron a depender monetariamente de Washington. Desde esa fecha, la Reserva Federal, Fed, banco privado de servicio público, imprime dinero sin límites y sin explicar nada a nadie, fenómeno que Mayer Rothschild explicó con su frase inmortal: “Dejadme que emita y controle la moneda del mundo y no me importarán las leyes se hagan en cada país”. Esto, en gran parte, es la causa de la crisis que se vive.
La deuda estatal de EEUU creció exponencialmente, porque se dispararon sus gastos fiscales financiados con dinero que se emite por la libre y no genera inflación muy grande, pues gran parte de la misma recae sobre las espaldas de los países que comercian con dólares. Sin embargo, la irresponsabilidad con que EEUU impone sanciones ilegales va a matar a la gallinita de los huevos de oro. El Senador Marco Rubio advirtió que EEUU es cada vez más impotente, pues los demás países tienden a comerciar en sus propias divisas. “Brasil, que es el Estado más grande al sur de nosotros, firmó un acuerdo comercial con China por el que decidieron comerciar en monedas nacionales, eludiendo al dólar. Se está creando una economía paralela independiente de EEUU, por lo que en tan solo cinco años habrá tantos países comerciando con su dinero que simplemente no se podrá sancionar a todos”.
Otro problema es la gigantesca deuda privada, que se basa en activos cuyos valores se deprecian constantemente; en consecuencia, el banco que concedió dicha deuda se vuelve insolvente. El dinero emitido, muy superior al de las mercancías existentes, produce en su conjunto una sobre deuda impagable. En este contexto, se produce un círculo vicioso en el que las empresas financieras no invierten ni dan crédito; el sector privado despide trabajadores, recorta gastos y disminuye el capital instalado; las familias consumen menos y se endeudan más; el ingreso de las instituciones públicas baja y el déficit fiscal sube; también se incrementa la deuda del Estado. Así de simple.
Pasa que un reducido grupo de plutócratas, los dueños del dinero, de los medios de producción y de comunicación, ha acaparado el poder de EEUU. Según David Stockman, excongresista, “se trata de un ‘capitalismo entre amigos’, responsable del colapso fiscal del país y de haber generado la deuda, debido al gran aumento del gasto militar y las intervenciones militares en el extranjero”. Lo peor es que a EEUU no le queda otra salida que seguir endeudándose, ya que por décadas importa más de lo que exporta, por lo que es imposible que disminuya su déficit fiscal.
Esta capacidad de crear dinero de la nada se ha convertido en el mayor recurso de EEUU. La FED aprieta un botón y una adunia de dólares florece mágicamente. Es un juego sin reglas, mejor dicho, con reglas impuestas para favorecer sólo a la FED. El resultado real es una deuda pública de 31.8 billones de dólares, que es el 120.5% del PIB de EEUU, solo el pago de intereses de esa deuda alcanza los 3.75 billones de dólares. Se trata de la burbuja de deuda más grande de la historia y es imposible que no reviente. Hay analistas que predicen que, cuando estalle, producirá el colapso de la economía de EEUU; todavía no saben cuándo sucederá y si el dólar caerá sólo o si en su caída arrastrará al sistema financiero mundial. “La emisión inorgánica de dólares es una pirámide financiera global construida por Washington para estafar a otros países”, sostuvo Viacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal de Rusia, y Uday Kotak, el banquero más rico de Asia, denunció: “Creo sinceramente que el mayor terrorista financiero del mundo es el dólar estadounidense”.
Muchos se interrogan: ¿Cómo es que EEUU paga su deuda contrayendo más deudas?, ya que así cualquiera se enriquece, aunque si alguien imprime dinero para cancelar sus deudas, va preso por falsificador. ¿Qué truco permite esta moderna multiplicación de peces y panes? ¿Por qué si EEUU más debe, mejor está y si un país pobre debe mucho, lo estrangula el FMI? Es que la ley, mientras más se debe, peor se vive, existe solo para el tercer mundo, en los países desarrollados funciona la ley inversa, de no ser así, la gente de Occidente debería pedir caridad. Pasa que mientras las reglas de este perverso juego las establezcan ellos y nosotros no nos independicemos de la férula, basada en el cuento de la exclusividad de EEUU, las cosas seguirán sin cambiar hasta la perusía de Jesús.
La hegemonía de EEUU se volvió universal luego de la disolución de la URSS, que el desarrollo de China pone en peligro. Por otra parte, Rusia, heredera de la URSS, le pareció a EEUU presa fácil. Esto dio pábulo para que China y Rusia unan sus fuerzas para proteger sus intereses del poder maligno de EEUU.
El mundo sufre los efectos de este conflicto, una de cuyas batallas es la lucha por el control de los recursos naturales, especialmente energéticos, que no pertenecen a los países de Occidente. Para defenderlos, sus dueños buscan crear un nuevo orden mundial, compuesto por países con una economía sana, un sistema monetario confiable y un gasto público financiado, pues desconfían del viejo orden mundial desde que EEUU y la UE congelaron los depósitos de Rusia, Irán, Venezuela y otros países, robando sus activos y violando las leyes de la propiedad privada, actos que provocaron que muchos gobiernos se pregunten si no les harán lo mismo cuando sus intereses nacionales se contradigan con los de EEUU.
Según el Presidente Putin, “los países occidentales ignoran los principios básicos de la economía de mercado, el libre comercio y la inviolabilidad de la propiedad privada y aplican políticas macroeconómicas esencialmente irresponsables, como la puesta en marcha de la impresión de dinero, las emisiones incontroladas y la acumulación de deudas sin garantía; que se introducen cada vez más sanciones por motivos políticos y se refuerzan los mecanismos de presión sobre los competidores. Todo va en contra del sentido común y la economía básica, en perjuicio de los intereses corporativos y el bienestar de la población. En consecuencia: declina la actividad empresarial, aumenta el desempleo, faltan las materias primas, disminuye la producción de alimentos y suben los precios de los productos agrícolas”.
El actual orden mundial se desmorona, porque el mundo se cansó de vivir bajo la tutela de EEUU, cuyo dólar le da acceso a una economía parasitaria, con la que financian las bases militares y los servicios secretos, que le han permitido en estos últimos ochenta años mantener un dominio casi absoluto.
Contra este despropósito, Rusia y China han impulsado la creación de los BRICS, entidad geopolítica compuesta por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En los BRICS hay una visión común acerca del sistema de comercio internacional y la cooperación multilateral para salvaguardar el interés común, lo que da gran confianza al grupo. Los BRICS se van a convertir en el centro de un nuevo orden mundial más justo y equitativo, que dará estabilidad a la producción global, propósito de los países del tercer mundo. Y el temor de EEUU es que un mundo multipolar ponga fin al reinado del dólar, cuya supremacía le permite vivir de agache sin pagar el alquiler.
Los BRICS están considerando la posibilidad de crear una moneda de reserva internacional basada en una cesta de monedas de sus miembros. También, China propuso ampliar el grupo, lo que contribuirá a aumentar la representatividad de la organización y su influencia, así como demostrará su carácter inclusivo y abierto. Hay unos 30 países que ya solicitaron su adhesión. Por eso, y para acabar con los BRICS, EEUU ataca el eslabón que cree más débil, Rusia. ¿Por qué? Para luego derrotar, uno a uno, a los demás miembros.
La excongresista Tulsi Gabbar dijo que el Presidente Biden y sus acólitos “son una camarilla de élite belicista que solo se preocupa de sí mismo, de su poder y de cómo mantenerlo y aumentarlo. Hablan de la guerra nuclear con una cara despreocupada, como si fuera una guerra más en la que debemos luchar y ganar, sin decirle al pueblo estadounidense la verdad de que una guerra nuclear destruiría la vida tal como la conocemos y el planeta que habitamos”. Según Donald Trump, “el mundo se encuentra al borde de la Tercera Guerra Mundial por culpa de gente perversa, pero muy estúpida”. Da pena reconocerlo, pero lo que sostienen es verdad.
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