El pequeño reino del Bahréin ordenó la llegada de efectivos de diferentes países del Golfo Pérsico, incluyendo Arabia Saudita, según informaron las autoridades este lunes. El movimiento se produce un día después de que el país registrara los incidentes más violentos desde que siete manifestantes resultaron muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad el […]
El pequeño reino del Bahréin ordenó la llegada de efectivos de diferentes países del Golfo Pérsico, incluyendo Arabia Saudita, según informaron las autoridades este lunes.
El movimiento se produce un día después de que el país registrara los incidentes más violentos desde que siete manifestantes resultaron muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad el mes pasado.
Decenas de personas resultaron heridas el domingo cuando los manifestantes forzaron a la policía a retroceder y bloquearan las carreteras con barricadas.
La oposición de Bahréin afirma que las tropas extranjeras equivalen a una ocupación.
Un miembro de las autoridades sauditas confirmó que cerca de 1.000 efectivos llegaron a Bahréin este lunes.
Los Emiratos Árabes Unidos también declararon que enviarían soldados, según asegura la agencia de noticias AFP.
Por su parte testigos presenciales declararon a la agencia Reuters que unos 150 vehículos blindados de transporte de tropas de Arabia Saudita, además de otros vehículos, entraron a Bahréin a través del viaducto que une los dos reinos.
Proteger instalaciones clave
Las tropas son parte de un despliegue del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAG), un grupo regional de seis naciones que incluye a Bahréin, Arabia Saudita, Kuwait, Omán, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
Se cree que los efectivos militares tienen como misión proteger instalaciones clave, tales como reservas de gas y petróleo así como instituciones financieras.
Estados Unidos confirmó que estaban al tanto del despliegue. El vocero de la Casa Blanca Tommy Vietor declaró: «Instamos a nuestros socios del CCEAG a la moderación y el respeto de los derechos del pueblo de Bahréin, y a actuar de una manera que apoye el diálogo en lugar de socavarlo.»
La marina de los EE.UU. tiene la sede de su Quinta Flota en Bahréin.
Los gobiernos británico y australiano han advertido a su población de que no viaje al reino.
La mayoría chiita de Bahréin se ha quejado durante mucho tiempo de la discriminación sufrida por parte de la elite sunita en el poder, pero las protestas a gran escala estallaron el mes pasado luego de que los presidentes de Egipto y Túnez fueron derrocados en revueltas populares.
El lunes, los manifestantes continuaron su ocupación de la Plaza Perla, cerca del distrito financiero de Manama, y levantaron barricadas alrededor del área.
Conspiración contra el pueblo ocupado
En un comunicado emitido antes de que la llegada de las tropas del CCEAG fueran confirmadas, la oposición chiita afirmó: «Consideramos que la llegada de cualquier soldado o vehículo militar a territorio de Bahréin es una ocupación abierta del reino de Bahréin y un conspiración contra su pueblo desarmado».
El rey Hamad bin Issa al-Khalifa se ha ofrecido a mantener conversaciones con los manifestantes, pero éstos la han rechazado afirmando que quieren que el gobierno dimita.
La mayor parte de la oposición y los manifestantes declararon que no quieren derrocar a la monarquía, pero solicitan que la familia gobernante renuncie a la mayoría de sus poderes en el Parlamento.
Algunos, sin embargo, afirman desear una república.
Para el analista de la BBC en Medio Oriente, Magdi Abdelhadi, la intervención de los vecinos de Bahréin, de predominancia sunita, podría profundizar la brecha entre musulmanes chiitas y sunitas en el país y más allá.
Arabia Saudita, que tiene problemas con su propia minoría chiita, ya ha tomado medidas contra los activistas, asegura nuestro analista.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110314_estados_golfo_ejercitos_pl.shtml