Los independentistas chechenos prometieron ayer una guerra sin cuartel contra Rusia tras la muerte del presidente Aslan Masjadov. Al mismo tiempo, señalan que tras la desaparición del líder ya no tiene sentido negociar con el Kremlin por haber matado la «última ilusión» de aquellos chechenos que aún creían en el «denominado derecho internacional». Moscú, por su parte, saludó la muerte de un «terrorista de talla internacional»
La muerte del presidente legítimo de Chechenia, Aslan Masjadov, probablemente aleja la posibilidad de una salida negociada, al menos a corto plazo, para el conflicto ruso-checheno, pese a que el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin, esgrima el magnicidio como un importante éxito en su estrategia de guerra. El presidente ruso ha prometido incluso medallas para los militares que participaron en la operación, pero ningún analista cree que la desaparición de Masjadov ayude a «pacificar» la república caucásica, al contrario.
Ayer, el Consejo Estatal de Defensa de la República de Ichkeria, nombre con el que los independentistas designan a Chechenia, llamó a «todos los comandantes chechenos, a todas las unidades en el Cáucaso Norte y a todos los combatientes que operan en los territorios de Chechenia y en el exterior a que continuén con sus misiones de combate de acuerdo con el plan ratificado previamente para la campaña militar de esta primavera y verano». «Rezamos a Alá para que acepte la Yihad del comandante en jefe de los muyahidines», añade el comunicado, en referencia a Masjadov.
En una declaración que publicada la web independentista Kavkaz Center, el Consejo de Defensa calificó a Masjadov de shahid (martir), y subrayó que «estuvo al frente de los muyahidines hasta su último suspiro». «Dejó esta vida con dignidad, manteniendo su honor y el de su pueblo hermano», añadía.
Nadie con quien negociar
En el mismo sitio de internet, el jefe del subcomité exterior del Consejo de Información de los independentistas, Movladi Udugov, destacó que tras la muerte del presidente independentista «realmente no hay nadie con quien negociar en Chechenia porque Aslan Masjadov era la única persona que creía que todavía había algo de lo que hablar con Moscú». «Ahora no hay ninguna persona así en Chechenia», lamentó.
Hace sólo una semana, el propio Masjadov pedía un encuentro «cara a cara» con Putin, y decía que «creemos que un diálogo de 30 minutos, frente a frente, sería suficiente para poner fin a la guerra, para explicar al presidente de la Federación lo que chechenos quieren (…) y oír de Putin lo que Rusia quiere de Chechenia».
No obstante, Masjadov añadiía a continuación que si los rusos rechazan negociar, la guerrilla «permanecerá hasta el fin y la llama del fuego de esta guerra engullirá todo el Cáucaso norte».
En opinión de Udugov, «mantando a Masjadov, el Kremlin ha eliminado la última ilusión de aquellos chechenos que no importa cómo todavía creían en el denominado ‘derecho internacional’ y en formas civilizadas de comunicación con el régimen actual en Moscú».
Con la muerte de Masjadov, dijo, «ha empezado un nuevo periodo en la historia de la confrontación militar entre rusos y chechenos». Este periodo, según Udugov, «no implica ni alguna negociación ni el cese de la guerra». «La guerra no cesará, sino que será detenida, pero lo será sólo cuando la amenaza del Norte (Rusia) sea eliminada de una vez por todas», advirtió.
Udugov afirmó que Masjadov «no es el primer presidente checheno que se convierte en mártir en 1995 un misil mató a Dudaiev y probablemente no será el último líder checheno que tenga que morir en la batalla por la libertad de este país, pero Aslan Masjadov se ha convertido en el primer presidente, que fue asesinado públicamente y de un modo vil en respuesta a su gesto de extender la mano a la paz y fue la última persona que extendió su mano para ese propósito».
Moscú saluda la muerte de Aslan Masjadov
GARA
MOSCU
El presidente de la Duma, Boris, Grizlov, saludó la muerte del «terrorista» Masjadov, al igual que la mayor parte de los diputados presentes ayer en la sesión del parlament ruso. Según Grizlov, la «eliminación de un terrorista de talla internacional no pude considerarse desde una sola perspectiva. El mal disminuirá».
Para Serguéi Márkov, director de un centro de estudios políticos, la desaparición de Masjadov es un «éxito de los servicios secretos» y «reforzará el prestigio personal del presidente» Putin, aunque vaticina que «la guerra durará decenios, porque ha sido liquidado el hermano menor de la coalición anti-rusa, y el mayor y más importante, el islamismo radical, no menguará, sino por el contrario se convertirá en el predominante».
El general en retiro Valeri Manílov, quien hasta 2001 fue el número dos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, dijo que la «liquidación» de Masjadov debe darle una «nueva calidad a la lucha contra el terrorismo». «Para consolidar este éxito hay que redoblar los esfuerzos. Ahora le toca el turno a Basayev», dijo Manílov.
La UE, preocupada
La Comisión Europea expresó su «preocupación» por la situación de «seguridad» en el Cáucaso Norte, y pidió a Rusia que «combata» las violaciones generalizadas de los Derechos Humanos en la región.
«No está claro cuál será el impacto de su muerte en la situación de seguridad allí y la seguridad sigue siendo una gran preocupación para nosotros», dijo el Ejecutivo europeo.
El cadáver no será entregado a sus familiares
El cadáver de Aslan Masjadov no será entregado a sus familiares, según declaró ayer el fiscal general adjunto de Rusia, Nikolái Shepel.
«La legislación vigente no contempla la entrega de los cuerpos de de terroristas a los familiares para darles sepultura», dijo Shepel a Interfax. El fiscal indicó que no se informará del lugar y la fecha del entierro de Masjadov, que en su opinión, no se producirá antes de dos semanas. Tres familiares de Masjadov identificaron ayer el cadaver.