Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Los académicos estiman que más de 1.000 musulmanes podrían haber sido encarcelados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial
El alambre de púas y un reflector se alzan contra el cielo en el antiguo campo de concentración alemán Auschwitz-Birkenau. Getty
Parman Romonov y Kaim Abdijew fueron prisioneros de guerra soviéticos capturados por los nazis. Se registran sus fechas de nacimiento y muerte, pero nada más. Se encuentran entre un pequeño número de musulmanes que murieron en el campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau y se sabe poco sobre ellos.
El lunes, hace setenta y cinco años, el enorme campamento de Auschwitz en el suroeste de Polonia fue liberado de los alemanes por el Ejército Rojo soviético. Entre los hambrientos, gaseados y asesinados en este y otros campos nazis se encontraban musulmanes del norte de África y Asia central.
Las muertes y muchas otras circunstancias de aquí fueron «crímenes contra la humanidad», dijo el viernes el secretario general de la Liga Mundial Musulmana, Muhammad bin Abdul Karim Al-Issa, a los líderes mundiales cuando se reunían para celebrar el aniversario.»Es decir, una violación de todos nosotros, una afrenta a todos los hijos de Dios», dijo.
Un hombre camina al lado de la cerca de alambre de púas del campo de exterminio nazi alemán de Auschwitz en Oswiecim, Polonia. AFP
De las 1.300.000 personas, en su mayoría judías, que fueron detenidas en el complejo Auschwitz-Birkenau hasta 1945, 1.100.000 no salieron con vida. Sin embargo, la escasez de registros ha dificultado establecer exactamente cuántos de los detenidos eran musulmanes.
«Sabemos muy poco porque apenas se salvó documentación», dice Pawel Sawicki del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau. «Pero a partir de la información que tenemos podemos encontrar dos grupos de musulmanes entre los prisioneros. Los nombres parecen mucho más vinculados con la cultura árabe que con la rusa».
Algunos parecían prisioneros de guerra soviéticos, mientras otros fueron arrestados por los nazis en Francia y provenían de las colonias del norte de África.
Algunos registros recuperados por los soviéticos sugieren que 53 de los 400.000 prisioneros de Auschwitz registrados eran musulmanes. Los «Libros de la muerte» registrados por los nazis en Auschwitz enumeraron a cinco prisioneros como musulmanes, pero omiten registros de varios meses entre 1940 y 1941.
Intercambio de escritos entre los nazis en Auschwitz y una fábrica cercana de propiedad alemana sobre la detención de árabes y africanos. Cortesía del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau.
Gran parte de la investigación sobre los prisioneros musulmanes de los campos de concentración fue realizada por el ahora fallecido historiador alemán Gerhard Hopp, quien escribió sobre ello en su libro de 2005 Germany and the Middle East: 1871-1945. La investigación del Hopp estima que al menos 1.000 musulmanes fueron detenidos por el régimen nazi. Al menos dos hombres descritos como musulmanes, Said Bemab y Mendel Flajszer, fueron retenidos y probablemente murieron en el campo de concentración nazi Mauthausen-Gusen en Austria.
«Los árabes nunca estuvieron entre los reclusos ‘privilegiados’, pero hoy están entre las víctimas olvidadas de los nazis», escribió Hopp en 2002.
La represión de los musulmanes bajo la ola fascista de la Segunda Guerra Mundial no se limitó al territorio ocupado por los nazis. En Croacia un régimen fascista estableció un campo para asesinar hasta a 12.000 musulmanes bosnios, croatas y otros opositores sospechosos.
«En el norte de África tenemos una imagen más clara de lo que sucedió a los judíos y musulmanes bajo el régimen de Vichy», dice Mehnaz Afridi, director del Centro de Educación del Holocausto, Genocidio e Interreligioso en el Manhattan College de Nueva York. «Había muchos campamentos pequeños en el norte de África, como en Marruecos, Túnez y Argelia. Los judíos fueron internados y torturados en estos campos por el partido de Vichy y los musulmanes locales fueron contratados para ayudar».
En Rusia cientos de prisioneros de guerra musulmanes tártaros, que se cree que fueron confundidos con judíos por su apariencia física, fueron ejecutados por las SS en 1941.
Los expertos dicen que es importante destacar que, en su mayor parte, los musulmanes no fueron atacados por los nazis por razones religiosas o raciales. Las relaciones entre países musulmanes en un momento en que los judíos migraban a Palestina a menudo eran complicadas o mal definidas. Sin embargo se han registrado numerosos ejemplos de esfuerzos de rescate de árabes y musulmanes durante el Holocausto.
«Albania fue el único país europeo que rescató a todos sus judíos y rescató a más que cruzaron la frontera», dice Afridi. «Los musulmanes jugaron un papel pequeño pero importante en el rescate de judíos».
En Túnez Si Ali Sakkat, un exalcalde de Túnez, albergó a docenas de judíos que habían escapado de un campo de trabajo. En Albania el fotógrafo Refik Veseli dio refugio a dos familias judías entre 1943 y 1944, lo que inspiró esfuerzos que finalmente salvaron a miles de judíos.
Algunos judíos se convirtieron al Islam en un intento por salvarse del genocidio.
Al mismo tiempo el liderazgo nazi intentaba no molestar a los países de mayoría musulmana en el Medio Oriente, donde esperaban afianzarse en las fuerzas aliadas. «La rápida intervención para detener los disparos a musulmanes [en Rusia] surgió de las preocupaciones de los principales funcionarios nazis sobre las relaciones de Alemania con el mundo islámico», escribe David Motadel, de la London School of Economics.
Según Motadel, a medida que los nazis centraron su atención en ocupar el Cáucaso y las regiones dominadas por los musulmanes, como el norte de África y partes de los Balcanes, su maquinaria de propaganda entró en marcha, «Berlín comenzó a promover a la Alemania nazi como protectora del Islam».
Sin embargo esos esfuerzos finalmente fracasaron, ya que los nazis colapsaron en varios frentes. Las fuerzas aliadas expulsaron a las tropas alemanas e italianas del norte de África en 1943 mientras las fuerzas comunistas liberaron a Albania un año después.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.