El 22 de enero 2023, el marxista revolucionario Ahmed Sehrawy, más conocido como Ahmed Shawki, murió en Chicago, donde pasó la mayor parte de su vida y de su militancia política.
Falleció a la edad de 62 años, tras una infección hospitalaria que le afectó durante años su salud y le había provocado una amputación necesaria.
Ahmed nació en Egipto, en el seno de una familia próspera cuyo destino estaba imbricado con la evolución de este gran país árabe. Su padre era un ingeniero, especializado en la minería, un sector que surgió durante la época del desarrollismo nacional bajo Gamal Abdel Nasser. Su tío era un famoso abogado que se destacó en la defensa de los miembros del Partido Comunista Egipcio contra las persecuciones del régimen. Con el fin de la era Nasser, la familia abandonó el país. Ahmed creció en Londres.
Después de Mayo del 68, durante la radicalización de los años 70, eligió el camino del marxismo revolucionario. Se afilió a IS (predecesor del actual SWP, Socialist Workers Party, en Gran Bretaña) y se formó políticamente mientras militaba en sus filas. A lo largo de su vida política, seguiría comprometido con las ideas del «socialismo desde abajo».
Durante los años 80, Ahmed se trasladó en Estados Unidos para ayudar a construir una organización revolucionaria en la guarida del imperialismo occidental. Allí se relacionó con Sharon Smith -su compañera los siguientes años de su vida- y con Lance Selfa, Paul D’ Amato, Lee Sustar, entre otros, que formaron el núcleo dirigente que construyó la Organización Socialista Internacional (International Socialist Organization).
Estos camaradas constituyeron uno de los «destacamentos» más avanzados de la izquierda revolucionaria internacional. La actividad política diaria, sistemática y a largo plazo contra la burguesía más poderosa del mundo moderno no era una tarea fácil. La ISO adoptó una postura firme y específica contra el imperialismo estadounidense: en el contexto posterior al 11 de septiembre 2001 en los EE.UU., bajo la Patriot Act (Ley Patriota), y asumió el compromiso militante para que fracasaran las invasiones estadounidenses en Afganistán e Irak,. Fue una tarea política muy dura.
Ahmed era un orador político excepcional, un gran propagandista de las ideas marxistas revolucionarias. Como editor de la revista de su organización, convirtió la International Socialist Review en un «centro» de reflexiones y debates marxistas de alcance internacional. Su trabajo se centró en cuestiones como la relación del radicalismo negro con el marxismo revolucionario, la conexión del antirracismo con la estrategia anticapitalista, la tradición de la China de Mao y su influencia en las corrientes maoístas de Occidente, y mucho más. Como en el caso de las contribuciones de Sharon Smith sobre las estrategias y tácticas del movimiento feminista, se trataba de ejemplos de una organización que buscaba realmente involucrarse con las principales cuestiones contemporáneas en lugar de esconderlas «bajo la alfombra» recurriendo a lugares comunes y ambigüedades.
A inicios del siglo XXI, la ISO entró en conflicto con la IST (Tendencia Socialista Internacional, la «corriente» internacional” en torno al SWP), en reacción crítica al análisis de la situación internacional y al trato paternalista que el «centro informal» de Londres daba a las organizaciones de la IST. Esta ruptura fue especialmente amarga para Ahmed, pero esto no le impidió incrementar los esfuerzos para defender su organización y ayudarla a mantenerse independiente en el espacio de la izquierda revolucionaria internacional.
Conocimos a Ahmed en Praga en 2000, en ocasión de una protesta internacional en el contexto del movimiento contra la globalización capitalista neoliberal. Nos sorprendió descubrir que compartíamos las mismas interrogantes y esbozábamos las mismas respuestas. La relación entre nosotros nunca se interrumpió desde entonces. Ahmed Shawki fue ponente en el congreso fundacional de DEA (Izquierda Obrera Internacionalista, de Grecia).
Ahmed estableció un vínculo particular con el movimiento en Grecia. Siguió sistemáticamente sus turbulentos giros y llegó a apasionarse por su gente, sus organizaciones, sus costumbres, sus capacidades y sus debilidades. En el transcurso de sus numerosas visitas aquí, conocimos a un camarada que siempre sabía plantear las preguntas adecuadas con una sencillez pasmosa, un hombre generoso y solidario, un personaje encantador. El humor de Ahmed, las bromas con las que salpicaba sus discursos políticos -a veces con tono auto-irónico, pero nunca sarcástico hacia sus interlocutores- eran un reflejo de la enorme bondad de este cálido ser humano.
Durante ese tiempo, Ahmed fue responsable de las relaciones internacionales de la ISO. Viajó mucho, por Europa, América Latina, Egipto y otros lugares. Allí donde iba, dejaba tras de sí no sólo relaciones políticas de camaradería, sino fuertes amistades. Eso no es algo fácil de hacer y eso habla mucho del camarada que acabamos de perder.
La ISO fue el trabajo de toda la vida de Ahmed. El antiguo grupo dirigente, que acumuló la experiencia de la era de los «grandes acontecimientos», superó con éxito la prueba de los tiempos difíciles de Reagan, Clinton y los Bush. Buscó con razón y acierto su renovación. Los camaradas más jóvenes que los sucedieron tenían la experiencia de los acontecimientos importantes, pero también «centrífugos», de la era de Occupy, MeToo, Black Lives Matter.
Tiempo después, la ISO se derrumbó, y muchos eligieron el camino de la afiliación individualizada al DSA (Democratic Socialists of America). En la era de Joe Biden, está claro que se trataba de una ilusión suicida, pero la “autodisolución” de la ISO fue un error que ya no tenía marcha atrás.
La vieja guardia de la ISO, con la sólida convicción de que el Partido Demócrata de EEUU es un «cementerio» para los radicales de izquierda, no siguió este camino cuesta abajo. Intentaron un nuevo comienzo, lanzando el International Socialism Project (https://internationalsocialism.net/), con un subtítulo revelador: «En defensa del socialismo desde abajo». A mi parecer, éste podría ser el título que mejor define la vida de Ahmed.
Su larga enfermedad no le permitió participar, como él hubiera querido, en la batalla decisiva por el rumbo de su organización en 2019.
La muerte de Ahmed es un eslabón más en la cadena de enormes pérdidas de la izquierda revolucionaria internacional, que cada vez es más débil.
En cuanto a nosotros, hemos perdido a un camarada irremplazable, a un amigo entrañable, a un hermano de confianza.
Antonis Ntavanellos, es militante de DEA, Grecia.
Traducción de Correspondencia de Prensa