Las mujeres de Maldivas, históricamente marginadas en ese país del océano Índico de mayoría musulmana, parecen ahora decididas a luchar para que sus derechos no sean ignorados en el nuevo gobierno de Mohammed Waheed Hassan. El 7 de febrero, el entonces presidente Mohammad Nasheed, el primero elegido democráticamente en este país, abandonó el poder ante […]
Las mujeres de Maldivas, históricamente marginadas en ese país del océano Índico de mayoría musulmana, parecen ahora decididas a luchar para que sus derechos no sean ignorados en el nuevo gobierno de Mohammed Waheed Hassan.
El 7 de febrero, el entonces presidente Mohammad Nasheed, el primero elegido democráticamente en este país, abandonó el poder ante un levantamiento policial y una ola de manifestaciones organizadas por la oposición. El vicepresidente Waheed Hassan asumió en su lugar.
Ese mismo día, la televisión transmitió imágenes de mujeres que se enfrentaron con los policías, mostrando una inusual actitud desafiante en ese país donde la religión les impone un papel sumiso. Muchas de ellas incluso usaban el tradicional «hiyab» (código de vestimenta femenina islámica).
Nasheed denunció haber sido víctima de un golpe de Estado.
«Sí, la vida está cambiando en Maldivas. Las mujeres defienden sus derechos en forma más agresiva que antes», dijo a IPS por vía telefónica el sindicalista Mauroof Zakir. «Es un fenómeno nuevo y fascinante», sostuvo.
Zakir explicó que la política de Nasheed de proveer de seguro médico gratuito y asignaciones a las solteras fue muy valorado por las maldivas, que por eso estuvieron dispuestas a salir a las calles a enfrentar a la policía y exigir la reinstalación del gobierno democrático.
«Luego del golpe, las mujeres quisieron expresar su opinión. Están muy molestas y desilusionadas por la sorpresiva remoción de un presidente electo y de su gobierno», dijo Aishath Aniya, destacada activista y exsecretaria general del Partido Democrático de Maldivas (PDM), de Nasheed.
«Las mujeres nunca habían participado antes en movilizaciones o salido a las calles, pero ahora rápidamente concurren a marchar o a hablar en público exigiendo un cambio», dijo Aniya, quien se encontraba en un grupo de manifestantes arrestadas por policías y obligadas a desnudarse.
«Pudimos convocar a 8.000 mujeres en algunas manifestaciones», dijo Aniya a IPS en conversación telefónica.
Las mujeres constituyen poco menos de la mitad de los 350.000 habitantes de Maldivas.
Nasheed, un experiodista que estudió en Gran Bretaña, lideró al PDM en una intensa campaña por la democracia en Maldivas hasta que ganó las elecciones de noviembre de 2008, derrotando a Maumoon Abdul Gayoom, de 74 años, quien durante 30 años gobernó el país con mano de hierro.
Muchos creen que la salida de Nasheed fue orquestada por Gayoom y sus aliados, aunque el expresidente ha negado insistentemente estar vinculado.
El gabinete de Waheed Hassan está lleno de partidarios de Gayoom. El hijo más joven del exdictador, Ghassan Maumoon, es hoy ministro de Estado para Recursos Humanos, y su hija, Dhunya Maumoon, es subsecretaria de Asuntos Exteriores.
Además, Abdul Samad Abdulla, quien fuera embajador de Maldivas en Bangladesh durante el gobierno de Gayoom, ahora es el canciller, mientras que el cargo de ministro de Finanzas continúa en manos de Abdalá Jihad, quien también lo ocupó durante la dictadura.
Shifa Mohamed, integrante del PDM y destacada defensora de los derechos de las mujeres, señaló que algunas maldivas trabajan en el sector público, pero no en los puestos de toma de decisiones. «Los hombres tradicionalmente dominan esos puestos», lamentó.
Shifa dijo a IPS que Nasheed comprendía los problemas de las mujeres e intentaba solucionarlos con programas de salud y mejoras en el transporte a escuelas y clínicas.
Por su parte, Aniya afirmó que las mujeres habían sido fortalecidas durante el gobierno de Nasheed, y destacó la mejora del sistema de transporte, un tema importante para ese archipiélago.
«Antes, cuando alguien se sentía mal, los residentes se veían obligados a pedir a los propietarios de un barco que lo llevaran a la clínica o al hospital más cercano, y por lo general estos se negaban», señaló.
Hoy, gracias a un sistema de subsidios del Estado, hay transbordadores con buena frecuencia entre las islas, resaltó. «Las mujeres, quienes frecuentemente asumen la tarea de cuidar a otras personas, sintieron una gran diferencia» con esto, dijo Aniya.
En tanto, Shifa explicó que las mujeres no quieren ver un retroceso en sus derechos. «Durante el gobierno de Gayoom, aun si las mujeres votaban masivamente contra él, los resultados mostraban un apoyo de 100 por ciento», señaló.
«Ese era el tipo de represión sufrida no solo por las mujeres, sino por todos, y es por eso que las mujeres se vieron obligadas a defender sus derechos, para beneficio de la nueva generación de maldivos», agregó.
Nasheed también promovió un enfoque moderado del Islam y condenó prácticas como la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y los azotes públicos de mujeres por adulterio.
El entonces presidente también respaldó un polémico proyecto de ley contra la violencia doméstica, que les aseguraba a las mujeres víctimas protección de emergencia y facilidad para solicitar el divorcio. El proyecto está estancado en el parlamento desde hace más de un año.
Un portavoz gubernamental contactado por IPS negó reportes de que grandes números de mujeres acuden a las protestas contra el régimen de Waheed Hassan. Señaló que estas movilizaciones son realizadas en su mayoría por familiares y amigos de Nasheed.
«Son disparates. Podría aceptar que los números de las participantes son de entre 200 y 300, o menos. El problema es que la capital tiene muchos callejones pequeños, y entonces aun cuando hay un pequeño grupo de mujeres parece que fuera una gran multitud. Se puede hacer así un lindo vídeo», dijo Imad Mazood, portavoz de Waheed Hassan, aludiendo a las imágenes divulgadas por la prensa.
«Malé (la capital maldiva) es como un pequeño estudio» de televisión, afirmó.
Medios extranjeros comenzaron a llegar a Malé pocos días antes de que Nasheed abandonara al poder. Las imágenes de los enfrentamientos en las calles recorrieron las redes sociales en Internet, como YouTube, y luego llegaron a los canales internacionales.
Mazood dijo que, como la población de Malé está conformada en una gran medida por extranjeros, en su mayoría bangladesíes, srilankeses e indios, es imposible reunir a 8.000 mujeres. «Ni siquiera se conseguiría la mitad de ese número», sostuvo.
Hay más de 100.000 extranjeros trabajando en Maldivas, la mayoría en el turismo, el principal sector de la economía.
Mohamed Latheef, fundador del PDM y considerado mentor de Nasheed, admitió en diálogo con IPS que era difícil precisar el número de mujeres en las movilizaciones.
Mientras, la organización Amnistía Internacional expresó su preocupación sobre ataques a mujeres manifestantes, particularmente en una marcha realizada el 26 de febrero.
Las maldivas fueron «atacadas por soldados que esgrimían palos y lanzaban gas pimienta». «Las empujaron y las patearon en sus piernas y costillas», señaló Amnistía.