Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El actual revuelo por un plan de USA de desplegar misiles antibalísticos (ABM) en Polonia no tiene nada que ver con algún temor de que Irán vaya a atacar Europa o a USA con Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM) con ojivas nucleares, sino mucho con los esfuerzos del gobierno de Bush por neutralizar los disuasivos nucleares de Rusia y China y ganarle la mano a ambos países en Asia Central.
El plan prevé el despliegue de 10 ABM en Polonia y de un sistema de radar en la República Checa, supuestamente para destruir misiles de «estados díscolos» – léase Corea del Norte e Irán.
El Secretario Adjunto de Estado para Seguridad Internacional John Rood afirma que «Corea del Norte posee un misil de alcance ICBM,» y que es «ciertamente posible» que Pyongyang podría vender alguno a Irán. Si no fuera así, Teherán podría producir su propio misil capaz de atacar Europa y USA.
Pero el Taepodong-2 de Corea del Norte, que falló en un ensayo reciente, no es un auténtico ICBM – como máximo podría llegar a Alaska. E Irán prometió en 2003 que no mejoraría su misil intermedio, el Shihab-3.
«Ya que no existe, y no existirá, ningún ICBM [de Corea del Norte e Irán], ¿contra quién, contra quién, se dirige este sistema? dijo el primer vice primer ministro [ruso] Sergi Ivanov al Financial Times, «Sólo contra nosotros.»
El jefe del Estado Mayor General ruso agregó: «El verdadero objetivo [del despliegue de USA] es proteger [a USA] contra el potencial de misiles nucleares ruso y chino y crear condiciones excluyentes para la invulnerabilidad de USA.»
La Secretaria de Estado de USA, Condoleezza Rice, respondió que: «La idea de que de alguna manera 10 interceptores y unos pocos radares en Europa Oriental vayan a amenazar la reacción estratégica soviética [sic] es puramente ridícula y todo el mundo lo sabe.»
Pero una vez que se suma una serie de otras cosas, no son sólo 10 misiles y una instalación de radar. Ya existe un sitio similar en Noruega, y el plan es colocar sistemas similares en Georgia y Azerbaiján. Gran Bretaña considera el despliegue de misiles ABM en Fylingdales, lo que incluso USA admite que representaría una amenaza para los misiles rusos.
«Si [los rusos] están preocupados porque USA apunta a sus misiles balísticos intercontinentales, pienso que sería problemático hacerlo desde el Reino Unido porque creo que probablemente podríamos alcanzarlos desde un sitio de lanzamiento británico,» dice el teniente general de USA Trey Obering, jefe de la Agencia de Defensa de Misiles de USA.
Un editorial en el Guardian calificó el plan de Fylingdales de «extremo de la demencia.»
Los rusos también sospechan que los misiles polacos representen sólo la nariz del camello en la tienda que anticipa que la bestia entera termine por entrar.
Polonia ha dejado en claro que no se siente amenazada por Irán. Para Varsovia, todo tiene que ver con su tradicional enemigo al este: Rusia. Aparte de los misiles ABM, Polonia presiona a Washington para conseguir misiles Patriot y misiles de gran altura THAAD; además está comprando F-16 estadounidenses. Como reacción, los rusos han colocado misiles tierra-aire en Belarus.
«Sería ingenuo creer que Washington limitará su apetito a Polonia o a la República Checa, o al modesto potencial del que habla ahora, escribe Victor Litovkin de la Revista Militar Independiente de Rusia.
Todos estos sistemas pueden ser integrados a sistemas ABM en Alaska y California, más sistemas similares planificados en Japón, Australia y las Filipinas (para no mencionar sistemas ABM navales en el Pacífico, el Océano Índico y el Mediterráneo).
Hay que recordar que el gobierno de Bush se retiró unilateralmente del Tratado de Misiles Antibalísticos de 1972.
Si se suman todas estas cosas, y se agrega la reciente decisión del gobierno de Bush de comenzar a diseñar una nueva generación de ojivas nucleares, no puede sorprender que los rusos se muestren malhumorados.
La Unión Europea (UE) y la OTAN han aprobado el plan – con reservas, en parte porque la UE quisiera reducir el control ruso sobre los oleoductos y gasoductos que salen de Asia Central.
Según K.M. Bhadrakumar, el antiguo embajador indio en Uzbekistán y Turquía, USA ha financiado un gasoducto para llevar gas natural de Kazajstán y Azerbaiján a través de Turquía, Austria, Bulgaria, Rumania y Hungría. El gasoducto será «un rival de Blue Stream-2 de la rusa Gazprom,» que debe ser inaugurado en 2012.
«Moscú tiene plena conciencia de que Washington es el espíritu impulsor tras las política energética de la UE hacia Asia Central,» escribe Bhadrakumar en Asia Times,
y argumenta que USA «calcula que Moscú será llevado inexorablemente hacia un impasse con la UE sobre las políticas cada vez más proactivas de esta última en Eurasia.»
Aunque Rice puede sugerir que «todos» piensan que la paranoia rusa es «ridícula,» en realidad la UE está dividida respecto a los misiles, y descontenta de que Washington haya dejado de lado a la OTAN para hacer acuerdos bilaterales con ambos países.
Ni el gobierno derechista polaco ni el de centro-derecha checo se atreven a someter el tema a un referendo. El sentimiento en la República Checa está 60:40 contra el radar, y existe una fuerte oposición a los misiles en Polonia.
Los socialdemócratas alemanes (SPD), socios menores en la actual coalición de la canciller Angela Merkel también se oponen. «No necesitamos más cohetes en Europa,» dice el presidente del SPD Kurt Beck. «El SPD no quiere una nueva carrera armamentista entre USA y Rusia sobre suelo europeo. Tenemos suficientes problemas en el mundo.»
El presidente francés Jacques Chirac también advirtió: «Tenemos que tener mucho cuidado antes de alentar la creación de nuevas líneas divisorias en Europa o de volver al antiguo orden.»
Los rusos han amenazado con retirarse del Tratado de Fuerzas Convencionales Europeo, e incluso han dado a entender que podrían reconsiderar su participación en el Tratado de Misiles Balísticos Intermedios de 1987. Rusia también hace planes para cuadruplicar su producción de nuevos misiles balísticos y aumentar su flota de submarinos nucleares.
El investigador del Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo, Shannon Kile, dice que los rusos ven el despliegue «como una violación del acuerdo original de ampliación de la OTAN,» en el que USA se comprometió a no desplegar o estacionar permanentemente «recursos militares en los territorios de antiguos miembros del pacto de Varsovia.»
El mes pasado, la Casa Blanca instó a admitir a Albania, Croacia, Georgia, Macedonia y Ucrania a la OTAN.
En el comentario «ridículo» de Rice está implícito que un sistema ABM sería incapaz de detener un ataque nuclear en gran escala por una gran potencia nuclear, y los críticos señalan que el sistema tiene un terrible historial. Kile caracterizó el propuesto ABM como «Un sistema que no funcionará para combatir una amenaza que no existe.»
Pero no tiene que funcionar muy bien. Los sistemas ABM tienen un secreto oscuro: No se supone que detengan ataques generalizados con misiles, sólo que eliminen los pocos misiles enemigos lanzados en represalias que hayan logrado sobrevivir un primer ataque. Los primeros ataques llamados ataques de «contrapunto» en el vocabulario incruento de la guerra nuclear – forman un componente central en la doctrina nuclear de USA.
La semana pasada, los demócratas bloquearon los fondos para el sistema ABM europeo. Robert Wexler (demócrata de Florida), presidente del subcomité de la Cámara sobre Europa, dijo: «Los europeos también cuestionan por qué – si este programa realmente tiene el propósito de proteger a Europa – el gobierno haya preferido negociar bilateralmente con Polonia y la República Checa en lugar de decidir colectivamente este tema en la OTAN.»
Pero nadie sabe si los demócratas resistirán a la Casa Blanca.
Si estás ubicado en Moscú o Beijing, y sumas los ABM, las nuevas ojivas, y el creciente riesgo de bases en tus fronteras, no te quedaría otra alternativa que reaccionar. Hay que imaginar la reacción de USA si los rusos y los chinos desplegaran sistemas similares en Canadá, México y Cuba.
Una carrera de armas nucleares, un aumento de la tensión en Europa, y el lanzamiento de una nueva Guerra Fría: Es lo que está en juego en la crisis de misiles europea.
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Conn Hallinan es analista de Foreign Policy in Focus, ganador de un premio de Project Censored, e hizo su disertación sobre la historia de las organizaciones insurreccionales en Irlanda.