Detenidos en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, vieron imágenes de Sadam Hussein ahorcado, según revelaron hoy los abogados del australiano David Hicks, retenido allí desde hace más de cinco años. Las imágenes, que también incluían fotos del juicio contra Sadam y del hermanastro del dictador decapitado, fueron mostradas a los detenidos por oficiales […]
Detenidos en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, vieron imágenes de Sadam Hussein ahorcado, según revelaron hoy los abogados del australiano David Hicks, retenido allí desde hace más de cinco años.
«Mostrar imágenes de hombres condenados a personas que pueden tener que enfrentarse a la pena capital sólo puede ser interpretado como un intento de intimidar y de obligarles a someterse a la amenaza de muerte, y como una tortura psíquica a los detenidos», dijo Joshua Dratel, abogado estadounidense de Hicks, en un comunicado.
El defensor australiano de David Hicks, David McLeod, indicó, por su parte, que los oficiales estadounidenses también mostraron a su cliente un cartel con fotos del ex presidente iraquí y el escrito: «como Sadam no quiso cooperar ni decir la verdad, y como pensó que al mentir conseguiría ser liberado, por eso fue ejecutado».
Dratel y McLeod han podido visitar en los últimos tres días al ciudadano australiano en Guantánamo y han revelado las condiciones «inhumanas» en las que se encuentra detenido su cliente, que sólo puede salir de su celda individual dos horas al día y no siempre puede ir al exterior.
El ministro australiano de Exteriores, Alexander Downer, aseguró que no tiene conocimiento de que los oficiales estadounidenses hubieran mostrado a David Hicks las fotos de Sadam ahorcado a las que se refieren sus abogados.
Downer añadió que Canberra ha pedido a Washington que lleve a cabo una investigación independiente para determinar el estado de salud de su ciudadano.
No obstante, dijo que no espera que el Gobierno estadounidense permita ese control hasta que el detenido no esté a punto de comparecer ante una comisión militar para su juicio.
«Entonces es posible que permitan que un psiquiatra participe en el equipo de la defensa», opinó Downer. Hicks, de 31 años y padre de dos hijos, fue detenido por la Alianza del Norte en Afganistán en 2001, trasladado a Guantánamo en enero de 2002 y acusado años después de conspiración en crímenes de guerra, intento de asesinato y ayuda al enemigo durante la invasión de Afganistán, en 2001.
Hicks se declaró inocente de todas las acusaciones en junio de 2004 en un proceso llevado a cabo por una comisión militar que el Tribunal Supremo estadounidense declaró ilegal.