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Reconstruyendo la democracia en Myanmar

Petición para fortalecer las fuerzas de resistencia contra la junta militar birmana

Fuentes: East Asia Institute / Mizzima
Traducido para Rebelión por Cristina Alonso

En sesión informativa del Instituto de Asia Oriental, el analista político birmano Lin Htet Myat examina cómo se está desarrollando la crisis posterior al golpe de estado en Myanmar.

Han pasado dos años desde que la junta militar birmana, también llamada Consejo de Administración del Estado (o SAC, por sus siglas en inglés) derrocó al gobierno civil mediante un golpe de estado. Sin embargo, el movimiento de resistencia no ha perdido impulso.

El líder golpista, el general en jefe Min Aung Hlaing, no muestra ninguna intención de renunciar al poder mediante la negociación. Aunque la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) ha intentado apaciguar al SAC, su controvertido esfuerzo tiene perspectivas poco halagüeñas. Min Aung Hlaing busca una victoria completa, asemejándose al objetivo del régimen sirio de Bashar al-Assad.

En este contexto y si la comunidad internacional no cambia su enfoque de la crisis, Myanmar inevitablemente se enfrentará a un estancamiento prolongado y a una guerra civil que creará millones de personas refugiadas y desplazadas internas.

Llamamiento a un Nuevo Enfoque por parte de la Comunidad Internacional

Para restaurar la democracia en Myanmar, se sugieren las acciones siguientes:

1. La comunidad internacional, especialmente los países vecinos y la ASEAN, no deben contar con Min Aung Hlaing y su junta militar en el «diálogo nacional inclusivo» para resolver la crisis de Myanmar.

Min Aung Hlaing y sus militares leales son los principales culpables de todos los crímenes contra la humanidad cometidos en Myanmar. En otras palabras, Min Aung Hlaing no debe ser considerado como parte interesada en la búsqueda de una resolución pacífica.

Los actores internacionales deben liberarse de la ilusión de que la junta acatará el «Consenso de 5 puntos» acordado por la ASEAN. La solución mediante la negociación no está en la agenda de la junta militar. Según Ye Myo Hein, del Centro Wilson, «la única manera de llevar a los generales a la mesa de negociaciones podría ser obligarles a reconocer que no pueden ganar por medios militares» (Hein 2022).

2. Para entablar un auténtico diálogo y allanar el camino hacia una democracia pacífica y próspera en Myanmar, la comunidad internacional debe comprometerse de forma proactiva con el Gobierno de Unidad Nacional (NUG, por sus siglas en inglés), el Consejo Consultivo de Unidad Nacional, las organizaciones de resistencia de las minorías étnicas y otras alianzas con fuerzas opuestas al régimen militar.

3. La ONU, los Estados Unidos, la ASEAN, China, India y otras democracias occidentales deben comprometerse y apoyar a las plataformas de alianza del NUG, el Consejo Consultivo y las organizaciones de las minorías étnicas, para así mejorar la coordinación en la organización de la ayuda humanitaria y las operaciones militares. De este modo, y una vez que en un futuro el ejército quede bajo control civil, se caminará hacia unas verdaderas negociaciones y hacia el establecimiento de una unión democrática federal de Myanmar. La formación de redes de alianzas cohesionadas es la clave del éxito de las fuerzas de resistencia opositoras al régimen.

Llamamiento a la Reconciliación Interna

Sin embargo, aunque se están logrando avances significativos para abordar las desigualdades de tantos años entre la mayoría étnica de Myanmar y las minorías, la clave del éxito de la Revolución de Primavera reside en mejorar la cooperación y la coordinación entre las Fuerzas Populares de Defensa del NUG, las Fuerzas Populares de Defensa locales y las organizaciones de resistencia de las minorías étnicas (Hein 2023). Ye Myo Hein señala que las fuerzas opositoras a la junta militar no deberían centrarse demasiado en los detalles del acuerdo político, ya que no son realistas. En su lugar, deberían aumentar la cooperación militar dentro de la red de alianzas, generando confianza para un estado federal inclusivo en el futuro. El NUG debe dar un paso adelante para construir estructuras más viables para el mando y el control, al tiempo que aplica un código de conducta más integrador. Este punto merece atención, ya que, como se ha explicado anteriormente, las negociaciones genuinas únicamente son posibles debilitando la junta militar birmana.

Conclusión

Actores internaciones plantean las siguientes cuestiones: ¿qué ocurrirá cuando el SAC pierda el poder?, ¿se convertirá el país en un estado fallido?, ¿se enfrentarán entre sí las Fuerzas Populares de Defensa? Al abordar estas preguntas, Igor Blazevic señala la necesidad de que la comunidad internacional considere los sesgos enumerados a continuación: «sesgo de estabilidad (la estabilidad autoritaria es mejor que el caos causado por la anarquía)», «sesgo de David y Goliat (una junta poderosa aplastará, inevitablemente, todas las fuerzas de resistencia)» y «sesgo autoritario (el autoritarismo apoya al autoritarismo)».

Teniendo en cuenta los prejuicios mencionados, es poco probable que la comunidad internacional excluya a la junta militar y a su jefe del proceso de negociación (ASEAN 2023). Por lo tanto, es preferible que las fuerzas de resistencia contrarias a la junta se centren en institucionalizar y desarrollar, a un nuevo nivel, el diálogo interno entre las principales partes interesadas. Al hacerlo, esta alianza debe mostrar que puede gobernar y mantener la estabilidad cuando la junta militar actual abandone el poder, sin que con ello se cree un vacío en la administración del estado. Una coalición fortalecida a nivel nacional proporcionará mayor credibilidad y legitimidad a la resistencia para gobernar un Myanmar democrático en el futuro.

Las fuerzas de resistencia birmanas no merecen menos atención mundial que las de Ucrania. La creación de un Myanmar democrático y pacífico no es sólo una cuestión interna, sino que está estrechamente ligada al logro de la estabilidad regional. Mientras la junta de Min Aung Hlaing siga en el poder, habrá más personas refugiadas y desplazadas internas, continuará la producción de estupefacientes y seguirán los delitos transnacionales, lo que se extenderá a los países vecinos.

Fuente original en inglés: https://mizzima.com/article/restoring-democracy-myanmar-call-bolstered-anti-junta-resistance-force

Lin Htet Myat (seudónimo) analiza la política pública birmana centrándose en la gobernanza económica y los proyectos de asociación público-privada en Myanmar.

Artículo completo por Lin Htet Myat: https://eai.or.kr/new/en/project/view.asp?intSeq=21709&board=kor_issuebriefing