Nicolas Chernavsky ha planteado la posibilidad de que Ignacio Lula Da Silva, ex-presidente de Brasil sea elegido Secretario General de las Naciones Unidas [i]. Bastante plausible, deseable y hasta esperanzador para una organización que ha perdido el rumbo, la credibilidad y hasta su capacidad para contribuir a la construcción de un mayor equilibrio y estabilidad […]
Nicolas Chernavsky ha planteado la posibilidad de que Ignacio Lula Da Silva, ex-presidente de Brasil sea elegido Secretario General de las Naciones Unidas [i]. Bastante plausible, deseable y hasta esperanzador para una organización que ha perdido el rumbo, la credibilidad y hasta su capacidad para contribuir a la construcción de un mayor equilibrio y estabilidad en las relaciones entre sus países miembros. El actual Secretario General Ban Ki-moon termina su mandato a finales de 2016. Aunque no hay ninguna norma escrita al respecto, por rotación, le correspondería la Secretaria General a América Latina.
El proceso de elección del nuevo Secretario General, que se iniciara a mediados del 2016, [ii] incluye dos etapas. «El Consejo de Seguridad de la ONU debe indicar un nombre y la Asamblea General de la ONU debe aprobarlo. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene 15 miembros, de los cuales cinco miembros permanentes (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia) tienen derecho a veto.» En la práctica, éstos países determinan quien ocupará el cargo de Secretario(a) General.
La «clave» para la elección de Lula, afirma Chernavsky, «sería que ningún miembro del Consejo de Seguridad vetara su nombre, pues numéricamente, tanto entre los 15 países del Consejo de Seguridad como en la Asamblea General de la ONU, Lula difícilmente no conseguiría aprobación.» El «desafío» para Lula sería que ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, continua Chernavsky, vetara su candidatura. Chernavsky considera que la presencia de Barack Obama (EEUU), François Hollande (Francia), Vladimir Putin (Rusia) y Ed Miliband (Reino Unido, si gana las elecciones en Mayo 2015) serian favorables para la candidatura de Ignacio Lula Da Silva. A China también le sería favorable el nombramiento de Lula.
El anterior es un buen y bien fundado análisis. Lula es un ex-trabajador, progresista, promotor de la multipolaridad y tercermundista; tiene una excelente reputación a nivel mundial, no ha antagonizado con ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Además de ser un excelente diplomático y conciliador. No hay dudas que sería un buen candidato y su presencia daría relevancia al Secretariado General.
Sin embargo, ¿sería arriesgado pensar que la Presidenta Michelle Bachelet tendría también alguna posibilidad? Veamos su caso. Para empezar, el Secretariado General de las Naciones Unidas ha sido ocupado por hombres y estamos en un gran auge de la participación política de las mujeres. Uno podría pensar que el próximo Secretario General sería una mujer. A Michelle Bachelet prácticamente le crearon una agencia en Naciones Unidas que llamaron ONU Mujeres, de la cual ha sido su primera Directora Ejecutiva. ONU Mujeres es un aparato burocrático considerado por algunos como innecesario. Otras agencias como el PNUD (Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo) UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas), OMS (Organización Mundial de la Salud), FAO ( Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), UNESCO (Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la OIT (Organización Internacional del Trabajo) de alguna manera tienen entre su objetivos trabajar a favor de las mujeres, mejorando su salud y nutrición, promoviendo sus derechos, generando empleos y otros. Se podría alegar que la Presidenta Bachelet tiene experiencia en el sistema de Naciones Unidas, aunque ocupó el cargo por un corto tiempo. Al ser reelegida, la Presidenta Bachelet conformó un gabinete con figuras de diferentes posturas ideológicas. Después de 40 años un militante comunista es incluido en el gabinete. Decisión ampliamente aplaudida por los medios corporativos. Sin duda, una postura ideológica de amplio espectro, aunque sus críticos lo vean solo como la fachada progresista de un gobierno que no ha promovido ningún cambio estructural, manteniendo el status quo. También se han escuchado algunas denuncias contra la Presidenta Bachelet por la aplicación durante su primer gobierno de la Ley Antiterrorista Contra Comuneros Mapuches, Rocío Montes. Chile es miembro de la Asociación Transpacífico, «bloque neoliberal comandado por EEUU y del que también forman parte Colombia, Costa Rica y México»; tiene firmados con China «acuerdos de libre comercio» y pretende «aprovechar las sanciones que se han impuesto a Rusia para comerciar con este país», Camilo Martiano. El 30 de Junio, 2014, la Presidenta Bachelet fue recibida en la Casa Blanca por el Presidente Barack Obama con quien conversó sobre el desarrollo de las negociaciones de la Alianza Transpacífico y otros temas regionales, Martha Burk, OtherWords. El Presidente Obama se refirió a la Presidenta Bachelet en términos elogiosos.
Uno de los principales obstáculos que cualquier aspirante a la Secretaria General debe remontar es ganar la aprobación de Estados Unidos, que a la vez influye en las decisiones de Francia y Reino Unido. Dado el alineamiento político y económico de la Presidenta Bachelet con EEUU, Francia y Reino Unido no habrían indicios aparentes para no obtener estos tres votos en el Consejo de Seguridad. Rusia y China podrían no tener razones para rechazar la candidatura de Michelle Bachelet, aunque no pertenezca a los BRICS. El Presidente Vladimir Putin, astuto como es, no se opondría a la candidatura de una mujer que está buscando negociar con Rusia, y China es bastante pragmática para oponerse, además de tener acuerdos de libre comercio con Chile. Al final el Secretariado de Naciones Unidas no tiene ningún peso en las decisiones mundiales y hasta podríamos decir que se ha vuelto una posición decorativa. Al menos que haya un Secretario General que le imprima un carácter más independiente. En este caso, cualquiera de los dos posibles candidatos de América Latina le devolvería un poco de dignidad a la Secretaria General.
Notas:
[i] Nicolas Chernavsky. Cultura Política. Lula tiene posibilidades reales de ser secretario general de la ONU (http://rebelion.org/noticia.
[ii] Ibidem.
Orlando Lugo. Comunicador social.